Mario, Buenas noches.
Leí el impresionante discurso del Cacique. Si me permites, solo para poder entragar una opinión, de mi parte, con mucho cuidado, pues lo expresa desde lo más profundo del dolor de una cultura y si no atino adecuadamente en alguna expresión, por favor, agradeceré me lo hagas notar.
Este sentir, no se puede expresar en términos económicos monetarios, pues va más allá en lo profundo y perdería mucho de su valor. Como querer darle el mismo valor europeo hoy más moderado, a nuestra invalorable naturaleza que representa la vida del planeta y la magia profunda de nuestra esencia aun latente.
Las épocas y las eras aun más prolongadas, van dirigidas hacia una evolución superior, en todo el sentido de aquello que participa al menos en la Tierra, planeta bendito que nos acoge para darnos vida y evolucionar. No queda otra, que reconocer nuestros ancestros, comunes, y tratar de entenderlos, para poder perdonarlos y así también sanar nuestras heridas. Porque nuestro futuro, no está para seguir sufriendo, sino, agradeciéndole a la vida, al supremo, que en mi cultura Peruana, fue y sigue siendo el INTI y su parte femenina la Quilla y la tierra Mamapacha o Pachacàmac.
Probablemente el equilibrio superior, cuando llegan a converger estas dos fuerzas maravillosas, dentro de nuestro sistema estelar. Hagamos posible el que esa convergencia, sea hacia el sentido de la evolución Universal y no a la inversa involución, que ahí si será dolorosa. Si le damos un real valor a las sabias y sentidas palabras del Cacique, aunemonos todas los Países, Culturas, Etnias, Tribus, Comunidades, respetándonos y respetando la sabiduría más profunda que podemos expresar.
Nuestra Mamapacha, nos ofrece recursos escasos, por ella misma bajo el orden unos años ya pasado y estamos accediendo hacia niveles superiores de energía, que debemos ir armonizando entre la concepción profunda d cada una de las culturas, con el amplio conocimiento a través de el orden científico, derivado, del razonamiento ordenado en los métodos de la investigación, hija del razonamiento y nieta de la observación y bisnieta de la curiosidad y probablemente chosna, de la percepción.
Entre los seres humanos, acerquemos nuestro corazón de la manera más limpia hacia el razonamiento occidental o como quiera llamarsele, de la manera más noble. Diluyendo resentimientos y codicias, que son la causa principal de este desequilibrio por poderes que veremos no valen la pena, si levantamos la mirada y observamos una maravillosa creación en la cual, no existen casualidades, pues a través de un infinito tiempo, fue también perfeccionando y trazando un orden a través de leyes universales, imposibles de reuhir y en cada etapa evolutiva en la toma de consciencia fuimos entendiéndola, desde la Ley del Taleòn, a la de Moisés, al camino de Mesías Jesús de Nazaret ya hace más de 2000 años y parce que aún no las entendemos bien.
Hay otros códigos superiores, a través de seres como nosotros que llegaron a ser guìas Noe, Hermes Trimegistro, Moisés, Lao Tse, Confucio, Abraham con su ejemplo de obediencia, Sòcrates, Soroastro y muchos otros más, como un buen Padre de Familia, primer guía, pues la Madre, reposa en la seguridad que le brinde y eso lo conocemos que viene desde la especies animales inferiores, base de la propagación de la Vida, hasta en el Reino Vegetal.
Sugiero, Moderación entre todos los que componemos esta gran Familia del Género humano y armonicemos sentimientos exacerbados de todo tipo, porque lo que viene, es marchar juntos, uniéndonos e integrándonos, de acuerdo al plan de evolución Universal, en el cual querrámoslo o no, somos parte que se deja sentir en la Integridad de la creación. Al menos, respeto mutuo, luego Amor con todo lo que representa y reconocimiento hacia lo Superior y su orden.
Un abrazo y siempre agradecido por el nivel de tu profesión
periodística, Hermano.