Cartas al director

Helder García Almanza

Masaya, Enero 2016

Estimado señor, Mario Tapia.
Revista Gente de gallos

Mi nombre es Helder García, soy de Masaya y estudié zootecnia. Soy un pequeño gallero que me gusta criar gallos, jugarlos y compartir con mis amistades la afición por los gallos de pelea.

Me gusta el juego limpio y con honestidad. He visitado muchas galleras de comarcas de los sectores de Masaya, y galleras más grandes como las de Masatepe, Niquinohomo y Diriomo, en estas últimas solo como visitante por el costo de las apuestas.

El problema de estas galleras pequeñas es que tanto los jueces como las galleras no conocen el reglamento nacional de gallos, realizan malas sentencias y muchas veces se inclinan hacia algún bando, generando gran inconformidad en las personas que juegan limpio.

Entiendo que hay una asociación de galleros a nivel nacional y un reglamento, además de una ley que regula las actividades de las galleras. Y sería importante que realizaran una acreditación de los jueces, para que se capaciten y se les dé una certificación por parte de la asociación, y de esta manera tengan mejores criterios y conocimientos para emitir fallos.

Hice este comentario con algunos amigos galleros y les pareció buena la idea, sin embargo, este mismo comentario mis amigos se las hicieron al dueño una gallera y no le pareció, argumentando que los jueces exigirían un mayor pago por sus servicios. Incluso, se molestó y preguntó por mi nombre, dicen que para correrme de la gallera.

Es una lástima esta actitud, pues los dueños también se ven afectados por los malos fallos de los jueces, ya que las personas perjudicadas no vuelven.

Espero que por el bien de la afición gallera de Nicaragua, se pueda realizar esta idea de certificar a los jueces, para que se mejore los fallos en las galleras pequeñas y grandes.

Escribo esto, recuperando el dicho de que el deporte de gallos es un deporte de caballeros. Gracias por su tiempo, y me gustaría saber su opinión.

Helder García Almanza
Masaya.

Carta publicada en la revista Marzo – Abril 2014