En Masatepe Gallos, Maíz, Música y la tía Petrona

Fiesta de Gallos en Masatepe

Germán Guitiérrez Sánchez (*)

¡Vamos a mi pueblo! ¡Hoy te invito a mi pueblo! Que mi pueblo es bonito y hoy hay fiesta en mi pueblo.

-Hay sol y hay calor humano; y el cielo brilla con un azul intenso. Anoche el cielo se ha bañado y hoy el cielo está limpio como estrenando ropa. Se respira aire puro y las caras marchitas hoy se visten de rosa.

-Es domingo y hay fiestas de gallos. Y desde muy temprano los gallos se llenan de alborozo y con su canto sonoro alegran la mañana. Hay que ir al palenque porque ahí tienen cita los galleros del pueblo con la gente que llega de apartados rincones. En los brazos sus gallos, alegres, jubilosos y en las bolsas dinero pa’ jugárselo todo.

-Hoy huele a ropa nueva y a zapatos nuevos, porque hoy es domingo y hay fiesta en mi pueblo. Y huele a ropa limpia y brillan las navajas de relucientes filos.

-En el palenque hay amigos y se encuentran al compadre que hace tiempo vemos y a su dulce esposa con su sonrisa. Hay de todo en el palenque, de todo hay en mi pueblo y allá, en un rincón, donde el vicio se ensaña con un grupo de gentes, ahí se escuchan las notas de una desafinada y melancólica canción. Hay marimba en mi pueblo, es marimba de arco que interpreta las dulces melodías del folklore de mi tierra. Nos recuerda el espíritu de una raza bravía y el triste lamento de un pueblo que sufre.

Se venden los platillos más ricos del arte culinario. Hay nacatamales y también carne en baho y mondongo y ajiaco y chicha de gengibre. Y la gente madruga para gustar del más sabroso, del que se vende pronto, del que es la delicia del errante gallero que de lugares lejanos llega hasta muestro pueblo.

-Hay risas, alegrías pero también angustia, la angustia del que pierde, del que puso su empeño en preparar su gallo, del que le dio la casta y escogió la raza del feroz luchador.

Poco a poco, la gente va marchando a sus casas, alegres, contentos, felices pero también tristes, pesarosos pero con la certeza de volver otra vez a la cita que nunca se termina, al encuentro soñado. Porque para eso es la fiesta de gallo, porque para eso es domingo en mi pueblo.

La obra del crepúsculo en mi pueblo, es hora de paisajes. En el cielo se expresa el arte majestuoso de un paisaje impregnado de bellas tonalidades y es que la fiesta sigue. Multitud de gallos regresan a sus casas y llenan el ambiente con sus más bellos cantos. Es la obra del esparcimiento, de la amistad sincera, del encuentro dichoso. Cuando muere la tarde y el sol se acurruca detrás de la montaña, es que llega el amor, es que llega a la hora de ver a la mujer amada, la novia soñada, a la única que puede ser copartícipe de nuestras penas y nuestros triunfos, ¡qué bonito es mi pueblo, Masatepe! ¡Te juro en el nombre de Dios que no lo cambiaría por ningún otro pueblo por muy bonito que fuera porque hoy es domingo y hay fiesta en mi pueblo ¡

*Prof. German Gutierrez Sánchez: ave: cervantes num: 57. Col : Mariano Escobedo. Codigo postal 92360. Naranjos,Veracruz, Mexico.

Nicaragua Maíz y Folclor

Mario Tapia

El pasado veinte de septiembre en el colegio María Auxiliadora de la ciudad de Masatepe, se presentó la segunda edición de la obra Nicaragua Maíz y Folclor, del recordado maestro, estudioso y científico masatepino Ingeniero Humberto Tapia Barquero. La obra que recoge todas las formas, métodos, técnicas, virtudes, efecto y bondades del maíz, había sido publicada en 1981, cuando el autor costeó la publicación de diez mil ejemplares ¡Y se agotaron! La presentación de la segunda edición estuvo a cargo del Ingeniero Freddy Alemán Ph.D. y Director de Investigaciones, Estación y Postgrado de la Universidad Nacional Agraria (UNA) Acto seguido el escritor y Doctor Sergio Ramírez Mercado, hizo una breve reseña de la vida y obra del autor (su hermano político) quien falleció trágicamente en el accidente aéreo de Sasha que se estrelló en Honduras.

La obra: un homenaje al maíz

«Humberto probó ser un visionario… la obra, lejos de ser un tratado científico realza la importancia del maíz en nuestra cultura, en nuestra vida diaria, se constituye en un homenaje a esta especie que, como Humberto Tapia lo expresa, el maíz es materia prima alimenticia a partir de la cual se elabora el pan de cada día del Nicaragüense», señaló el Ingeniero Freddy Alemán, en su intervención. Y es que el Ingeniero Humberto Tapia, además de haber sido un mejorador de las semillas nicaragüenses y americanas como el frijol y especialmente el maíz, del cual produjo una serie de variedades totalmente nicaragüenses, (las cuales ahora con el tratado del TLC con Estados Unidos) deben ser inventariadas y defendidas, partiendo de que el maíz es americano y que las variedades, científicamente producidas por Humberto, sean de beneficio y patrimonio de los nicaragüenses. Fue Humberto Tapia Barquero el más grande científico agropecuario que ha producido Nicaragua.

Además Humberto Tapia Barquero en su obra Nicaragua Maíz y Folclor, recoge y enseña cómo hacer del maíz, tantas variedades de productos, manjares, refrescos y panes que son parte de la cultura culinaria masatepina y nicaragüense.

A la actividad asistieron una buena cantidad de personalidades, familiares y amigos del maestro y científico Humberto Tapia Barquero. Una cosa quedó en el ambiente y es; instar al alcalde y alcaldía de la ciudad de Masatepe, Doctor Boris Gutiérrez Sánchez, a promover anualmente una feria durante las fiestas patronales, de comidas, panes y bebidas a base del maíz, con el objeto de rescatar la cultura culinaria masatepina e incentivar y promover el uso del maíz, premiando anualmente a los mejores. ¡Ojalá se haga realidad! Por Masatepe, por el maíz y por Humberto.

Camerata Bach “LOS RAMIREZ”

Mario Tapia

El Salón de los Cristales, del Teatro Nacional Rubén Darío se vistió de gala el miércoles 15 de Octubre, para presentar el disco compacto de la Camerata Bach: LOS RAMIREZ, bajo la dirección de Raúl Martínez Salas y Ramón Rodríguez S., y el CORO NACIONAL DE CAMARA DE NICARAGUA, que dirige Gregorio Fonseca.

Las obras musicales interpretadas magistralmente por la Camerata Bach, recoge hermosas composiciones musicales de la dinastía de músicos y compositores de la familia RAMIREZ, entre ellas: La Diadema e Ilusión Perdida, de don Lisandro Ramírez Velázquez (1864 – 1956). Pax Tibis, Himno a Rubén Darío y los vals A Liverpool y Gloria, de don Carlos Ramírez Velázquez (1868 – 1966), así como las obras Carmencita, Mujer y Loco, de don Alberto Ramírez Gutiérrez (1900 – 1972), quien además de compositor y músico, fue gallero y dueño de gallera en Masatepe. El álbum compacto cierra con el vals Loca de Amores y el corrido a Masatepe, de don Carlos Ramírez Gutiérrez (1920 – 1991). Los boleros: «Mujer y Loco», fueron interpretados por el cantautor Luis Enrique Mejía Godoy. El escritor y novelista Doctor Sergio Ramírez Mercado, impulsor y heredero de la historia musical de los RAMIREZ, señaló que lo recaudado de la venta de dicho disco compacto será para la apertura de la nueva «Casa de la Música» de la ciudad de Masatepe.

El lanzamiento del disco compacto en el Teatro Rubén Darío, contó con la asistencia de numerosas personalidades del mundo de las letras y la música nicaragüense, hijos y descendientes de los músicos ya desaparecidos y muchos invitados especiales.

Gente de Gallos premia semejante esfuerzo, ya que rescata obras de gran valor cultural de LOS RAMIREZ, compositores que fueron verdaderos GALLOS finos del arte y el pentagrama nacional. Enhorabuena por la cultura e historia de Masatepe. Así que ya es hora de ir a comprar cada quien su disco compacto.

La Tía Petrona:
Madre de los miembros de la Orquesta de “Los Ramírez”

Germán Guitiérrez Sánchez

Ella era una mujer recia, fuerte, alta y gorda, de ojos negros y grandes, de mirar profundo, calculador, franco y sincero. Tenía el pelo largo y lacio, limpio y brillante, siempre bien peinado en dos largas trenzas, como se peinaban antes las mujeres del pueblo.

La recuerdo tanto, no sólo por su belleza campirana, sino más bien por el inmenso amor que despertaba.

Se llamaba Petrona, quizá quisieron ponerle Petra o Petronila, pero que yo sepa, en el libro de NOMBRES PARA SU BEBE, jamás he encontrado nombre semejante. Ella era la única hermana de mi padre y por lo tanto la única tía paterna que yo conocí: PETRONA GUTIERRES y nunca supe su segundo apellido ni tampoco el de mi padre, porque nunca conocí a mis abuelos paternos.

Para ella, el trabajo era duro, tenía un enorme horno de esos de piedra, calentados con leñas. Hacía un pan riquísimo, pan de maíz molido, revuelto con queso y dulce de caña.

Este pan sólo lo he visto en Masatepe, mi pueblo y era la delicia diaria e infalible de los paladares que saben gustar de lo bueno y sabroso. Yo iba todos los días a su casa, no tanto por el amor que le profesaba, sino por los pancitos quemaditos que ella me daba y que yo devoraba con una fobia del tamaño de la inmensidad del hambre que llevaba.

En sus ratos libres, hacía puros, del mejor tabaco que se daba en mi pueblo, Virginia o chilcagre, para los fumadores que sabían soportar los embates más crueles de la nicotina. En mi pueblo se cultiva el café y el tabaco, en gran escala, por eso se fabricaban puros que se venden en rollitos por todo el país.

La tía PETRONA tenía un enorme palo de jocotes, frutas exquisitas que solo se dan una vez por año.

Ese era otro motivó, para visitar a la tía PETRONA.

De niño siempre fui desnutrido y flaco, por eso era muy hábil para subirme a los árboles, y aunque sufrí muchas caídas, yo sentía que no me dolían porque el dolor del hambre es más poderoso que cualquier dolor. ¡Qué ricos jocotes!

Los he soñados al recordarlos, se me hace agua la boca y los recuerdos de mi increíble y desdichada niñez, afloran a mi mente con la imagen de mi venerable tía.

Ella se casó con un señorón de la música, don LIZANDRO RAMIREZ, se llamaba. Oriundo de Masaya, ciudad vecina y cabecera del Departamento. Músico renombrado de gran sensibilidad artística. Procrearon varios hijos: Pedro, Francisco, Alejandro, Alberto, Carlos José y otras tantas mujeres. Desde niños, Don Lisandro les inculcó el amor a la música y les enseñó el pentagrama musical que sería el oficio de toda su vida.

Todos los días, desde muy temprano, en la sala de su propia casa, eran los ensayos. Yo siempre me sentaba en banquito o en el suelo a escuchar aquellas bellas melodías con diferentes ritmos de la moda y canciones que el mismo Alberto componía. Soñaba yo con ser músico como ellos, algún día, pero ni yo tuve valor para decirle a mi tío que quería aprender, ni él tuvo la ocurrencia de sugerirme algo. Pero si hoy tengo un gusto casi exquisito por la música, cualquiera que ésta sea, es por ellos, mi tío y mis primos, que me permitieron estar cerca de ellos en todo momento.

Ellos formaron la ORQUESTA RAMIREZ, famosa en toda Nicaragua. De ellos quedaron bellas composiciones sacras, fúnebres y populares. Lo mismo amenizaban un baile, que un entierro donde se tocaba música fúnebre o una procesión o una misa con música de los grandes compositores, según la ocasión. En las fiestas de toros tocaban música de bandas, muy semejantes a la que ahora tocan las bandas que ahora abundan aquí en México. Ahora, los viejos parientes ya no existen. El Gobierno hizo una vez un almanaque cultural que tenía como portada la orquesta Ramírez.

Se repartió en todo el país y a mis manos llegó uno que aún conservo y que será motivo de veneración, mientras Dios me lo permita.

La TIA PETRONA, para mí sólo existe en el recuerdo y aún mis ojos no resisten el impulso de llorar cuando recuerdo sus buenas acciones y su gran corazón, se fué con el deseo de verme por última vez. No fue posible. Volví a mi pueblo veinte años después. Le escribí muchas veces, pero ella nunca estuvo conforme con las cartas. No quería morirse sin verme por última vez. Cuando volví le lleve un ramo de flores blancas, blancas como su cuerpo y blancas como su alma.

*Prof. German Gutierrez Sánchez. Reside en México desde hace más de medio siglo, en donde se casó e hizo su familia, fue uno de los primeros dirigentes magisteriales de Nicaragua y fue expulsado al exilio por Anastasio Somoza García.