Historia de Ticuantepe

Texto y fotos de Mario Tapia
Miembro de la Academia de
Geografìa e Historia de Nicaragua

Ticuantepe es una palabra y nombre Nahualt y su fundación se pierde en el tiempo. Ticuantepe también pudo haber sido el nombre de un pueblo que existió, lo que se deduce de sus abundantes hallazgos arqueológicos muy antiguos. Ticuantepe, también pudo haber sido una simple referencia geográfica. Lo real, es que el municipio de Ticuantepe se localiza en el sector este del departamento de Managua y ocupa el séptimo lugar en extensión territorial y el cuarto por su población.

La Ley de División Política Administrativa, publicada en octubre de 1989, durante los últimos años de la Revolución Popular Sandinista, cortó el cordón umbilical que unía la vida de Ticuantepe como una comarca aledaña de Nindirí y el pueblo de Masaya. Dicha Ley convirtió a Ticuantepe, definitivamente, en un pueblo de Managua. Sin embargo, sus primeros registros bautismales y eclesiales están desde la colonia en la parroquia de Nindirí, y otros en la iglesia de la Asunción, de Masaya.

Todavía en 1965 la línea divisoria con el Distrito Nacional de Managua y el departamento de Masaya no estaba trazada, pues existía una suspensión del trazado por un acuerdo Ejecutivo del 10 de marzo de 1897, durante el gobierno del General José Santos Zelaya. Pero, de hecho, desde julio de 1974 ha sido municipio de Managua.


El cultivo de la piña y otros productos ha provocado un gran despale y cambio climático en Ticuantepe.

Según el doctor Julián N. Guerrero, en su monografía de Masaya, publicada en 1965, señala: “La parte de la línea divisoria en suspenso, va desde el mojón de las tierras de los Solano, hacia el occidente; es decir, comprende la línea que establecerá definitivamente la posesión del Valle de Ticuantepe que, documentalmente y desde muy antiguo, perteneció a la comprensión municipal de Nindirí. Comprende este municipio (Nindirí) trece comarcas que llevan los siguientes nombres: Los Altos, Buena Vista, Campuzano, Cofradía (Aldea), Cofradía Rural, Diritas, San Francisco, Piedra Menuda, El Portillo, El Raizón, Callejón de Ticuantepe, Valle de Ticuantepe y Veracruz.”

¿Qué significa Ticuantepe en Nahualt?

Según don Alfonso Valle, en su libro “Interpretación de nombres geográficos indígenas de Nicaragua”, Ticuantepe significa: “Poblado de bestias feroces”. Tecuan, bestia feroz. Tepec, poblado. Según otro estudioso de la lengua Nahualt, el mexicano Rafael Urtecho (médico, sociólogo e historiador), Ticuantepe significa: Tec: uani-fiera, tigre lepell-cerro. Ticuan-lepell. Cerro del tigre.

La versión del cronista Oviedo

El cronista español Oviedo escribió: “Y en este mismo día baxe a ver el Lago (de Masaya), é aquella misma noche de Santiago, antes que fuese de día, partí de la estancia para subir al monte de Masaya é ver aquel fuego é lo que hay es una sierra muy áspera é de pobladas montañas (pero pobladas por indios de la lengua chorotega), en la cual hay muchos tigres é leones é otros diversos animales nocivos”.

En este lugar se encuentran bellas piezas de cerámica, ídolos y preciosos metales, de origen chocho-mangues.

Ticuantepe en 1905

Un informe político enviado en 1905 al General José Santos Zelaya, que recoge en sus memorias don Pío Bolaños y publicado en la Revista Conservadora, expresa: “Respecto a la política tengo el gusto de informarte que en la semana pasada se decomisaron en Granada, en la casa que ocupó Alejandro Chamorro, y que actualmente habitaba Gustavo Pasos, 61 rifles y más de 6,000 tiros y 13 cutachas: a principios de marzo se aprehendieron también 50 y pico de rifles y más de 10.000 tiros que se encontraron en la casa de la finca de Teodoro Delgadillo hijo, situada en la Comarca de Ticuantepe, jurisdicción de Nindirí, y pocos días después se hallaron al lado de Somotillo otras tantas armas y parque que guardaban en seguro escondite. Así es que en menos de 2 meses la oposición ha sido desarmada de estos elementos y quedado reducida a mayor impotencia que de seguro contribuirá al afianzamiento de la paz.”

¿Dónde queda Ticuantepe?

El hoy municipio de Ticuantepe tiene una extensión de 72 km2 y está a 18 kilómetros de Managua. Tiene una población de 34,691 habitantes, con una densidad poblacional de 481.8 habitantes por kilómetro cuadrado. Está ubicado entre las coordenadas 12º 01´de latitud norte y 86º 12´ longitud oeste. Limita al Norte con el municipio de Managua. Al Sur con el municipio de La Concepción, departamento de Masaya. Al Este con el municipio de Nindirí, departamento de Masaya, y al Oeste con las Sierras de Managua, municipio de El Crucero.

Lo que afirman otras fuentes

Se cree que los primeros pobladores se establecieron en las áreas rurales del municipio, en las comunidades conocidas hoy día como: La Borgoña, La Francia, San José de los Ríos y otras, debido a que en estas comunidades se han encontrado vasijas de barros e instrumentos utilizados en esa época y que los arqueólogos llaman Cerámica–lítica.

Algunas fuentes señalan que Ticuantepe se inicia como caserío en el año 1890, y se cree que su formación se debió a un desplazamiento de la población de Nindirí, Cofradía, Veracruz y otras poblaciones aledañas al Volcán Santiago, afectadas por la lava del mismo volcán. Entre las primeras familias que se establecieron en el municipio se mencionan a los Murillo, Ruiz, Flores, Martínez, Ortiz, Gutiérrez, Saballos, Ramírez, entre otros. También se menciona que en el mismo año, 1890, se construyó una presa de agua potable que dio origen a un caserío de unas 12 viviendas, llamadas en ese entonces “Las Pajas”, posiblemente las familias mencionadas habitaron este caserío.
Estas viviendas se fueron expandiendo en el territorio, con otras familias que llegaron a establecerse, provenientes de otros sitios. Este grupo de familias fue creando al paso de los años sus propios servicios comunitarios, mejorándolos cuantitativa y cualitativamente.

Municipio desde 1974

El municipio de Ticuantepe, hasta 1974, era una comarca del municipio de Nindirí, y fue elevado al rango de municipio del Departamento de Masaya el 4 de Julio de ese año, por decreto-ley publicado en La Gaceta, Diario Oficial.

En 1984, a partir de la regionalización, Ticuantepe pasó a formar parte política y administrativamente de la Región III. En octubre de 1989 y abril de 1990, según la Ley de División Política Administrativa, publicada en esas fechas, el municipio de Ticuantepe pasó a pertenecer al Departamento de Managua.

Cómo recuerdan a Ticuantepe

Doña Bertilda Mendoza Martínez, tiene 86 años y nació en Ticuantepe; ella tiene una buena memoria, la cual le permite contarnos lo siguiente:

“Mis abuelitos maternos eran nativos de aquí, y mi abuelito se llamaba Félix Pedro Martínez y abuelita Ana Reymunda Flores de Martínez. Mi papá fue César Augusto Mendoza Metoy y mi mamá Ana Reymunda Martínez Flores; ellos fueron los fundadores del Valle de Ticuantepe. Allí, enfrente, era la casa de mis abuelitos maternos. En esa plaza era donde traían los toros para la fiesta de La Cruz, era la gran fiesta que aquí se celebraba; no había iglesia, no había parroquia, era una enramada.


Doña Bertilda Mendoza Martínez

Le voy a decir, aquí los caminos y calles eran de tierra; había solo esta calle principal, de ahí eran caminitos, todos esos eran caminitos que iban para Las Puertas. Todos los hijos de mi abuelitos nacieron aquí, y tuvieron ocho hijos: Buenaventura, Félix Pedro, Gregorio Antonio, Pablo, Constantino fueron los varones; y sus hijas fueron: Inecilia, María y Ana Reymunda, mi madre.”

Recuerdos de los Tünnermann Bernhein

“Había una escuelita adonde venía una señora a enseñar las primeras letras. Pero yo aprendí donde las niñas Salvatierra, en Managua; y allí Carlitos Tünnermann, Armando y Guillermito, todos ellos aprendieron las primeras letras. Lo que yo aprendí allí fue todo lo que estudié, yo no tuve más colegio. En mi niñez fui amiga de Carlos Tünnermann Bernhein, hijo de doña Lidia Berhnein y de don Carlos Tünnermann, que era profesor de piano.

“Yo no estudié, me fui con mi mamá, pero ella se fue a trabajar donde las niñas Salvatierra frente al doctor H. Debayle, en Managua; yo me crié donde esas señoritas, donde aprendí mis primeras letras.

“Las casitas en Ticuantepe eran de pajas, eran ranchitas, casas grandes, pero de zacate de arroz o de jaragua. La primera casa de teja que recuerdo fue la de mi mamita, la mamá de mi mama, mi abuela Ana Reymunda Flores de Martínez; ella donó ese solar que está allí, donde hoy está nuestra parroquia del Sagrado Corazón de Jesús. Recuerdo la casa de don César Ramírez, la casa de don Concho Sánchez, la casa de los Tules, porque la esposa se llamaba doña Gertrudis y él también se llamaba Gertrudis.

“Antes, todo era Nindirí, allí era donde se iban a inscribir las propiedades y todo. Mis padrinos fueron la difunta Matildita García y mi padrino era el licenciado Francisco Siero y Rojas, él era de Diriamba, y fue novio de mi madrina.

“Le voy a decir, las casas no eran tan bonitas, pero Ticuantepe era mejor que hoy. ¿Sabe por qué? Porque había mucho respeto, mucho amor, mucho cariño, las familias eran muy unidas todas. La gente era muy trabajadora y cultivaba maíz, frijoles, trigo, pujagua, pipianes, ayotes, que luego vendían en Masaya. El agua aquí venía de El Chocoyero, allí era la presa, y entonces, cuando no había agua, iban a lavar a Nindirí, se iban a caballo o en carreta, a la laguna de Masaya.

“En aquellos tiempos no había luz, nos alumbrábamos con candil o lámpara de carburo, pero de ahí vino un señor llamado Carlos Leiva, y puso una plantita, y había una bujiitas que parecían achoncitos.”

Eran dos caminos

Doña Liliam de Brenes tiene 85 años de vida y nació en Ticuantepe; y ella nos cuenta su versión de la historia del pueblo: “Cuando yo tenía 7 años, yo salía con mi abuelita, Eligia Cuarezma. En Ticuantepe eran dos caminitos nada más los que había. Íbamos a las fiestas; ella iba temprano donde hacían la fiesta del Señor de Esquipulas, donde los Ortices, que es casi al llegar a la subida. El camino del Sur iba para La Concha y el otro para Las Cuchillas, todo eso que ahora es El Crucero.


Doña Liliam de Brenes

“Mi papá era Pedro Solórzano y mi mamá se llamaba Angelina Aguirre. Mi mamá nació en Esquipulas y mi abuelita también. Mis hermanos eran cuatro y nacimos en Ticuantepe: Pedro, después yo, Octavio y Arturo. En Nindirí nos apuntaron y nos bautizaron en Masaya. Ahora solo mi hija, Rosario Brenes, vive en Ticuantepe. La primera vez que salí de Ticuantepe fue a pie a Masaya y dilatábamos casi una hora, porque caminábamos ligero; salíamos a las 6 de la mañana y estábamos a la 7, o 7.30 en Masaya. En Ticuantepe había una escuelita infantil de primero y segundo grado. No había luz. Con candiles o candelas nos alumbrábamos, pero la luz eléctrica llegó bastante tarde.

“Todos mis hijos nacieron en Ticuantepe, incluido el Obispo Leopoldo José. Leopoldo José es el mayor de los que se me criaron, porque tuve seis abortos y cuatro que se me criaron. Los primeros vecinos que conocí eran a los Ortices, donde iba con mi abuelita, y era largo del pueblo. Ellos eran Chon Ortiz, Juan Ortiz, Cándida Ortiz, otra que se llamaba Paulina Ortiz. Vicenta creo que se llamaba la señora y tenía una hija que se llamaba Ángela, de todo eso me acuerdo.

“Había una iglesita al frente donde vivía yo, pero donde nací fue de la iglesia una o dos cuadras abajo, en Ticuantepe. Mi mamá era costurera y yo fui costurera. Quisiera decirle, que de todos los habitantes que yo conocí en el pueblo conforme iba creciendo, y como me abuelita me mandaba a vender pozol, tiste, entonces yo conocí a toda la gente del pueblo. Me hice amiga de toda la gente del pueblo. Cuando ya me casé, de 17 años, por ejemplo, eran mis amigas las señoras que me compraban. Como yo no tenía máquina, y me llegaban bastantes costuras, mis amigas que me compraban el pozol me prestaban sus máquinas para ir a coser allí (donde ellas).

“Ahora la gente compra mucha ropa USA, entonces, ya nadie da a coser; una se muere de hambre como costurera, pero antes sí ganaba uno bastante, porque la ropa se cosía (en casa). Por ejemplo, con un vestido de seda talvez se ganaba 1.50, y un vestidito de guiña, que le llamaban, o de telita de algodón, un peso, pero con eso se ayudaba una, y a veces me venía a coser a Managua. Ya cuando estaba recién casada me daban 25 pesos en el día. Sí (en Ticuantepe), siempre han celebrado La Cruz; mi papá fue mucho tiempo mayordomo de La Cruz y se hacía fiesta de toros y todo eso.”

José Torres Torres, «El cartero»

Don José Torres Torres, nació en Ticuantepe hace 71 años, y fue el cartero del pueblo durante toda su vida laboral, conoció a todo mundo, y hoy nos cuenta sus recuerdos:

“Mi mamá se llamaba Gregoria Torres Sevilla y mi papá Gilberto Torres Castillo, ellos ya fallecieron. Yo nací aquí, por donde era el cine y el Banco Nacional. Hace 60 años en Ticuantepe eran unas cuatro casitas y la Calle Real. A raíz del terremoto resurgió, y entonces ahora ya era un pueblo codiciado por Managua; pertenecía a Masaya, pero como vivían peleando; aquí Masaya no ponía nada y todo el comercio era con Managua; entonces vino Managua y se posesionó (de Ticuantepe), ahora es municipio de Managua.


Don José Torres Torres

“Las familias del pueblo eran unas pocas; los Torres, los Sánchez, los Reyes, los Estradas, los Villalta, los Martínez y los Villalobos. Yo nunca salí del pueblo, yo trabajé en Telcor, entré de 12 años; estuve 34 años allí. Al correo llegaba todo, todo, cartas, telegrama y llamadas, y yo andaba en todo el pueblo, en San Pedro, Buenos Aires, La Borgoña, Acacia, Manuel Landa, Díritas, El Carmen –que le dicen ahora El Callejón— de Los Caleros; en todas esas partes (anduve).

“En esos años, muchos amigos me llamaba y me decían: “Ve, Chepe, andá donde mi mamá, decile que no voy a poder llegar.” A veces era las diez de la noche, y as esa hora cogía mi bicicleta. En Ticuantepe, en mi niñez, no había vagancia, o había poca vagancia; si me juntaba, era con el hermano mío, Luis Zamora (tal vez lo ha oído mencionar, es pitcher de Monseñor Lezcano); nos juntábamos, vamos a tal parte le decía a mi mamá; “váyanse con cuidado y no anden vagando, cuidado con una queja porque si no los penqueo”, decía ella.
“Nada que ver ahora; ahora les pegan a los padres, a los madres, ahora no sirve esto. Mucho alcohol, muchachos jóvenes beben, yo les doy consejos y no hacen caso. En el pueblo había sus cuatro pudientes, entre ellos don Andrés Moreno, don Orlando Escobar, los Martínez; son gente que más o menos vivían (bien). Ticuantepe ha crecido para bien. Hoy, hay más de 30 mil personas en Ticuantepe; antes no llegábamos a 500. Hoy hay cualquier cantidad de bares, restaurantes y pulperías. No había centro de salud, los partos de mis hijos los atendimos mi señora y yo. Antes había sus cantinas y sus mujeres zánganas. Hoy me gustaría que se acondicionaran mejor sus calles, porque el adoquinado no sirve, es mejor el pavimento.”

Doña Ligia Ramírez Corrales, es una mujer emprendedora que acaba de inaugurar en Ticuantepe su restaurante “La Vista del Ángel”. Nacida en Ticuantepe, hace sesenta años, ella nos cuenta su historia de la siguiente manera:

“Mi papá era el coronel Miguel Ramírez Marota, era coronel del tiempo de los conservadores, cuando Emiliano Chamorro, y se casó con una señora de Masaya que se llamaba Migdalia Corrales Caldera.


Doña Ligia Ramírez Corrales.

“La memoria que tengo de Ticuantepe es de un pueblo precioso, aquí viví mi niñez, mi adolescencia; Ticuantepe era una cosa tan sencilla y tan limpia, era un pueblo seguro, las diversiones, las distracciones eran naturales, andábamos a caballo, nada sofisticado como ahora, ni televisión ni luz había en Ticuantepe. El agua venía de los ríos, teníamos agua en la tubería que venía del río Los Chocoyos y nosotros vivíamos aquí felices, comíamos frutas; ahora todo lo que se come son cosas artificiales; nosotros comíamos pollo del patio que se le alimentaban con maíz; los cerdos se criaban aquí con los guineos que se cultivaban en la finca, teníamos aquí naranjas, mango, maduro, banano, jocote, ¿qué fruta no comimos aquí?

“Son tiempos que añoro. La vida era tranquila, súper tranquila aquí, no había alboroto, no había ruido, no habían escándalos, no habían pandilleros, no existían los ladrones, ni maricones habían. Hoy, toda ha cambiado, el auge de Managua que viene acercándose hacia la Carretera a Masaya, hay muchos repartos, muchos residenciales con casa muy lindas, pero se acabó la tranquilidad y llegó el ruido, ya hay alboroto, ya hay semáforos, hay adoquinado. Con el progreso se pierde la tranquilidad, el medioambiente se ha despalado mucho y sobre todo, con la quema que hubo aquí en el volcán, que dicen que hasta dentro de 70 años se va a reforestar esto. Esta es una barbaridad, tenemos que cuidar los árboles, todavía hay oxígeno.”

El terremoto la mando a Ticuantepe

Nubia Pérez Bermúdez, tiene 85 años de vida y 41 viviendo en Ticuantepe; llego a las cinco de la mañana del 23 de diciembre de 1972. Hoy, nos cuenta su historia así:

“Llegué a Ticuantepe después del terremoto, el mismo día a las cinco de la mañana. Fue un pueblito muy acogedor, la gente muy amable, muy honrada, trabajadora. De los primeros que conocí fue a los Torres. Llegué manejando, me vine en mi camioneta con mis hijos: Susana, Jessy, Nubia María, José Antonio y Carla; tenía como 10 años el mayor. Era propiedad de nosotros un terrenito en Ticuantepe. Hoy está muy bonito, el pueblo ha crecido para bien, porque han hecho algo, han arreglado las calles. Ticuantepe todavía es un pueblo sano, aquí es muy sano. La gente es muy amable, muy sociable, muy buenos vecinos. Lo que molestan son las personas que toman licor, es lo único, de allí es muy sano. Me gustaría que adoquinaran todas las calles, porque ahora tenemos lo principal, agua y luz.


Doña Nubia Bermúdez.

Chocábamos con las vacas

Patricia Marín, llegó a Ticuantepe, como otra gran cantidad de terremoteados, el 24 de diciembre de 1972; ella recuerda, y nos cuenta:

“Llegamos a Ticuantepe el 24 de diciembre, huyendo del terremoto de Managua. Llegué de 18 años. Ticuantepe era pequeñito, imagínate, unos polvazales, unas polvaredas, montarascales, habían pocas casas en ese tiempo, en el 72; sin luz, chocábamos con las vacas en las oscuridad, en los caminos, en el casco urbano no habían muchas casas; sí había luz en la calle central, porque solo era una calle.

Patricia Marín.
Patricia Marín.

“Igual que yo, muchísima gente llegó terremoteada, mucha gente vinimos para acá y nos radicamos aquí. Unos compramos, otros alquilan, pero a la fecha la gente, en su mayoría, es dueña de su casa, porque en ese tiempo los terrenos eran baratos; ahora ya están carísimos.

“La decisión de venirnos a Ticuantepe fue de mis padres, de los dos, porque incluso en Managua alquilábamos; luego, para acá, nos vinimos con una señora amiga de nosotros, doña Élida Villalta, quien todavía está aquí, y vive frente a la iglesia. Ella tenía una finca en el camino, aquí por el kilómetro 17; entonces allí nos albergó ella, porque éramos amigos, debajo de un palo de mamón, allí estuvimos unos meses. En el 90 mucha gente de Managua se vino a comprar por acá, aquí en este reparto, por ejemplo, es nuevo, se llamaba Santa Matilde, actualmente se llama Juan Ramón Padilla.

“Una de estas familias es la Villalta Torres, está la familia Mendoza, Gonzalo Mendoza y doña Elena; esta gente vino a raíz del terremoto, pero sus padres eran de aquí. Don Francisco Ortiz, conocido como Chico Mango; la familia Sevilla, fue mucha gente. Actualmente yo lo veo que está muy bonito, ha habido mucho progreso. Sin embargo, hay mucho desempleo; sí, los pocos que trabajan, van a Managua; pero propiamente en el pueblo, pues no hay mucho dónde laborar.

“Ticuantepe se ha poblado y se sigue poblando de extranjeros; son norteamericanos, porque allí vienen con billetes, con dólares. Ahora hay muchos condominios, negocios, restaurantes, bastantes. El turismo se ve bastante aquí con los restaurantes que han venido surgiendo en Ticuantepe.

“El Ticuantepe de hoy, no tiene nada que ver con el que yo encontré; por lo menos, imagínate, ahora ya tenemos agua, luz, ya están adoquinadas las calles, la carretera de La Concha, Ticuantepe-La Concha quedó buenísima, ha habido bastante progreso.

“Pero, Mario, también han surgido muchas pandillas, hay bastantes; eso de pandillas, de drogas, pero me imagino que por la desocupación es que hay la gente que se dedica a lo más fácil y a los vicios. Sin embargo, Ticuantepe, comparado con Managua, es un pueblo bastante sano; pero aquí abajo, lo que uno llama abajo, de la sexta calle para allá, pues hay sus pandillas. Y esto sale más a luz cuando hay fiestas al lado de la cancha, entonces es cuando se ven estos problemas; pero normalmente es un pueblo calmo; comparado a Managua, no hay tanta delincuencia.”

Chicho Mango

Francisco Ortiz Gutiérrez, tiene 75 años de vida y es todo un personaje de Ticuantepe; además de trabajar al campo, tiene como tarea recoger la limosna durante todas las misas del día en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, desde hace cinco años. Él nos ofrece su relato:

“Yo me llamo Francisco Ortiz Gutiérrez, conocido como Chico Mango, o como usted quiera ponerme. Vea, cuando mi mamá estaba viva, yo no venía a la iglesia católica; no venía, pero después que murió mi madre, que Dios me la tenga en su Santo Reino, yo me entregué aquí a la iglesia reponiéndola a ella.

Don Francisco Ortiz
Don Francisco Ortiz

“Mire, Ticuantepe, hace 60 años para acá eran unas cuatro casas, con costo había 30-40 casas en Ticuantepe; los Castillos, los Martínez, los Ramírez eran los que tenían riales; Orlando Escobar, Pablo Mayorga, los Torres Castillo, los Ruiz ya aparecen ente la gente pobre. Los Ruiz Torres, de ahí salieron los finqueros, estamos hablando del casco urbano. Toda la gente trabajaba en la agricultura en Ticuantepe, sembraban maíz, frijoles, arroz, tomate, cebolla. Yo fui un agricultor bastante inteligente, yo sembré de todo.

“Tuve propiedades, pero se las heredé a mis hijos; pero usted sabe, los hijos ya no son como uno, ya no, mentira es. Es que ya no les gusta el trabajo, les gusta andar manejando vehículos. Fíjese que yo los tuve en el San Pedro Claver, en el Salesiano de Masaya; vea, se bachilleraron, y en cuanto se bachilleraron, con las mujeres panzonas, ¡hacerse cargo de las mujeres panzonas! Y se olvidaron del trabajo. Antes los mantenía, ahora ya no; ahora las que me mantienen son mis hijas, las hijas son lindas, son buenas.”

La elección de Andrés Murillo en 1947

El ex presidente Enrique Bolaños Gayer, tiene también sus recuerdos de Ticuantepe, y nos lo cuenta:

“Yo sé que Ticuantepe es de Masaya; fue considerado siempre una comarca, un pueblo, del departamento de Masaya. Hay un cuento que yo oí, allá por el año 1947, que para que Andrés Murillo saliera electo, de no sé qué, porque en esos tiempos los alcaldes eran nombrados por el Presidente de la República, no era necesario que lo eligieran; entonces, los votos de Ticuantepe los sumaron a Managua para que saliera electo Andrés Murillo.


Ex Presidente Enrique Bolaños.

“Desde entonces, por asuntos de carretera, a la gente de Ticuantepe le salía más fácil ir a Managua, allá por el camino que va a salir a la parte trasera de la Iglesia de Santo Domingo de las Sierritas; ese camino que pasa por la UNICA y llega a la parte trasera de la iglesia de Santo Domingo de las Sierritas y llega directo a Ticuantepe; por allí íbamos a Managua.

“Quizás recordás a Alfonso Solórzano, casado con una Miranda, iba para Managua en su Jeep y a medio camino, casi al llegar a Managua, se encontró con un enemigo de él y le pegó cinco balazos, y lo lograron llevar vivo al Hospital General, y lo operó el doctor José Luis Argüello, y le salvó la vida. Llegó completito al hospital, le pusieron suero, etc., lo llevaron al quirófano y lo operaron, y ese era el camino para ir a Managua.

“Había tres caminos, ese era el más corto; de Nindirí cruzaba esta carretera, que no existía; estamos hablando de 1947 y esta la hicieron en 1958-1960, y cruzaba Ticuantepe a salir detrás de Las Sierritas, y doblabas a la derecha hasta el Gancho de Caminos. Desde esa elección (de Murillo) perdimos a Ticuantepe, pues por allí salía más fácil ir a Managua también, y como ganaron los votos, los sumaron allí, la gente comenzó a sentirse que era de Managua y a allí lo perdimos.

“Yo fui varias veces a Ticuantepe en esos años, por allí pasaba, tenía un amigo, Alejandro Espinoza, “Panza”; mis hijos le decían “Panza”. Ticuantepe era un pueblito pequeño, fue creciendo sobre todo, con el nexo con Managua. Digamos, yo, de la edad de 6, 7 años, todos los sábados por la mañana, iba con mi mamá a Nindirí; no había refrigeradora, no había nada, entonces en el día era comprar carne, los sábados en la mañana. Ella tenía una señora, y ella le llegaba a comprar.

“Nindirí estaba lleno de banderas blancas, y donde había una bandera blanca había destace, dejaban una bandera afuera. Yo notaba a Nindirí pequeño, lo veía diferente y no entendía qué era lo diferente. Más adelante, sí, lo entendí; no había ninguna calle pavimentada, era de arena y bastantes planas, son tierras francoarenosa.

“El límite entre la calle y tu predio era un cerco de alambre de púas, generalmente con piñuelas, con un portoncito de alambre de púas en el centro y en medio del solar el ranchito, la casita, rodeada de árboles; pero no salías a la acera, allí adentro en el centro, y andábamos todos los sábados a las seis de la mañana con mi mamá, y ella miraba raro eso, porque las casas en Masaya todas estaban pegadas a la acera y estas estaban adentro; no lo había notado, hasta después capté que eso era lo diferente que había.

“Ahora no, ahora en Nindirí ya está la acera, y si se pueden robar una cuarta de la acera se la roban, para salir más todavía. Pero esa diferencia que notaba (en Nindirí), así era Ticuantepe también.

“Allí nació y vivió Monseñor Leopoldo José Brenes, en Ticuantepe, él se dice Masaya, porque cuando él nació en Ticuantepe era de Masaya, y él dice nací en Masaya, era comarca del departamento de Masaya, pero después se lo cogió Managua.”

¿Quién era Andrés Murillo?

Este personaje mencionado por el ex presidete Bolaños, fue protagonista de muchos actos destacados en la vida nacional:

Fue cuñado del poeta Rubén Darío, según se ha dicho, a base de pistola, pues lo casó con su hermana Rosario Murillo, por la fuerza;

Fue ministro del Distrito Nacional, ente sustituto de la Alcaldía de Managua, por muchos años durante la dictadura de Somoza García;

En los años 40 y 50 tuvo acciones en contra de la oposición, y entre sus hazañas está el haber mandado a echar un tractor contra el edificio del diario La Prensa, cuando este se ubicaba en la Calle El Triunfo.

El dengue en Ticuantepe

La doctora Paula Cerna, es la joven directora del Silais de Ticuantepe, y de su ejercicio como tal, nos informa lo siguiente:
“Ticuantepe tiene 34 mil 960 habitantes. Para atender a la población tenemos la sede, que es el hospital y el puesto médico. Hay un personal de 82 trabajadores, entre ellos 13 médicos, incluyendo los administrativos. Además, un total de 15 enfermeras y auxiliares. Para prevenir las enfermedades tenemos unas jornadas y programación anual; una jornada de vacunación a nivel nacional y tres jornadas de abatización.

Dra. Paula Cerna.
Dra. Paula Cerna.

“Actualmente, tenemos reportado 12 casos de dengue; el año pasado, a mayo, no había casos. Por ese motivo se está haciendo la segunda jornada de abatización antes que entre el invierno. La mayor atención es para prevenir y atender las infecciones diarreicas en los niños y las enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión, que tienen el primer lugar en los pacientes de la tercera edad.”

Ticuantepe todavía es un pueblo sano

Comisionada Adela Boudier Landaverde, es la Jefe Policial de Ticuantepe, y de sus funciones institucionales ella nos informa:

“Tenemos en Ticuantepe, aproximadamente, una población estimada en 51 mil 451 habitantes. El delito más constante es el robo con fuerza y el hurto. Las agresiones contra la mujer, se registran pero en menor cantidad. Ticuantepe tiene 11 comunidades, seis comarcas, tiene tres barrios dentro del casco urbano, porque cuando ya hablamos de las comarcas es la parte rural.

“Los delitos afectan más a las zonas residenciales y algunas comarcas como Los Ríos, El Edén, allí son más o menos. La población tiene una buena opinión de la seguridad ciudadana, independientemente de que estemos hablando que se da este tipo de delitos, que se dan comúnmente, porque la gente se va durante varios días, y dejan las viviendas solas. Entonces, eso hace que algunos delincuentes actúen, y los dueños no pueden determinar la fecha ni la hora en que ocurrió el delito, porque como se van por días a sus gestiones personales, no se dan cuenta cuándo se les metieron.

“La Policía de Ticuantepe llega hasta el 13; o sea, del 13 hasta el kilometro 18; entonces, no abarcamos toda la Carretera Masaya-Managua, porque después hay otro tramo que le toca al Distrito V. Los delincuentes en muchos casos son de la zona, y en otros hemos sido incursionados por delincuentes de otra zona del sector de Managua.

“A pesar del crecimiento poblacional, es un municipio bastante calmo; es bastante calmo Ticuantepe, y no existen problemas sociales como en Managua; la ciudadanía es amigable. A grosso modo, puedo explicar lo que pasa en las 24 horas que tengo que pasar aquí.”

Los problemas medioambientales

José Modesto Ruiz Pérez, es concejal del PLC en el municipio de Ticuantepe; tiene 42 años, y 31 años de haber llegado al pueblo; de su experiencia, nos cuenta:

“Aquí vine de 11 años. Es la primera vez que soy concejal y ya tenemos cuatro sesiones con esta. Los problemas de Ticuantepe en sí, son ahorita los que corresponde a la parte ambiental; mucho despale ha habido en el municipio de Ticuantepe; tenemos problemas, porque somos parte de un municipio que damos abastecimiento de agua a Managua, y este es el municipio que más agua envía a la capital.

Modesto Ruiz
Modesto Ruiz

“Somos 32 mil habitantes, y existe el problema de desempleo, claro que sí. Tenemos también mucho consumo de alcohol y droga en la juventud. Por otra parte, tenemos mucha pobreza en algunas comunidades como Las Dispersas, pegada a El Crucero. Me gustaría que Ticuantepe fuera un municipio más emprendedor, más bello de lo que es, con un profundo cuido del medioambiente; sembrar más árboles en todos los lugares, y que se mire Ticuantepe como es, un municipio verde.”

La mayoría de las cooperativas ya no existen

Toño Serrano Arriola, nació en Potosí, Rivas, hace 65 años, sin embargo llegó a vivir a Ticuantepe hace 35 años, y de todo ese tiempo aquí, recuerda:

“Esta hacienda se llamaba “Las Enramadas”, era de dos mil manzanas, de José Somoza Rodríguez, y solo sembraban plátanos y había ganado. Aquí cortaban diario de 30 a 40 mil plátanos. De ahí vino la Reforma Agraria de la Revolución, y la entregó a los trabajadores, a quienes nombraron socios; total, que el que manejaba la hacienda, un hijo de la Ameriquita Algaba, a quien le decían “El Choris”, era el que administraba esto. Venían los plátanos diarios y se llevaban los sacos de riales, total que la cooperativa no duró ni un año, fue repartida a todos los trabajadores; creo que alcanzaron 8 manzanas por miembro.

Antonio Serrano.
Antonio Serrano.

“Además de Las Enramadas, dieron en Reforma Agraria otra llamada Palestina; esa era de Mundo Rostrán. Otra que repartieron fue al lado de Buenos Aires, que era una hacienda de plátanos de un Bermúdez, y creo que también se la repartieron. Hoy no existen más que algunas pequeñas cooperativas; las demás se desbarataron, aquí ahora cada miembro ha vendido su parcela, y hoy andan de CPF. Las vendieron y se comieron los riales, ahora son contados los que quedaron con sus parcelitas.

“Estas tierras son buenísimas, aquí lo que le sembrés te da, como decía “Cielito Lindo” (Manuel Madriz), la tierra es tan santa que frijoles le echás frijoles te devuelve. Pero qué va a devolver (si no le echan nada, le decía yo. Aquí las tierras son bárbaras. Aquí hoy lo que más se siembra es la piña, granos básicos, pero la piña son el fuerte de aquí, nada más.”


El cultivo de la piña se ha intensificado en Ticuantepe, provocando la fácil erosión hídrica y eólica en este municipio.

Tres mil córdobas por la cosecha de un árbol de aguacate

Francisco Aburto, hoy trabaja y hace producir sus dos manzanas y media que les compró a unos cooperados en Ticuantepe; él nos cuenta lo siguiente:

“Esta propiedad de “Las Enramadas” era una belleza, pero la cooperativa vino, la arruinó por completo toditita. Porque todo fue en regalo que le hicieron, y las cooperativas empezaron a destruirla, a venderla toditita; todos, ni un solo cooperado existe en estas tierras. Aquí, yo compré en 5 mil córdobas una manzana, y la otra que tengo allá que es manzana y media la compré en 7 mil córdobas también a otro cooperado. Esta se la compré a Víctor Manuel Ortiz Alfaro, y de aquella el dueño se llamaba Julio García.

“Los Somoza aquí tenían 4 mil manzanas que hasta los ríos llegaba esta propiedad, pega con El Crucero, exactamente; es una propiedad bellísima tiene como 5 mil manzanas más o menos. Hoy, esa propiedad ya no existe, toditito el mundo la compró en tucos.

“Hay mucha gente extranjera aquí, de Estados Unidos, salvadoreños, guatemaltecos, costarricenses. Imagínese que hay personas españolas, españoles hay aquí bastantes; se han venido, usted sabe que a la gente le gusta el ambiente del campo. También han depredado toda la madera, aquí había una arborización buenísima.

“Entonces mi familia vino y optamos por conservar estos palos, y comer de ellos. Solamente hoy, me dieron tres mil córdobas por la cosecha de ese de aguacate.”

Parroquia pertenecía a Nindirí

El Padre Rafael O´Farril Bermúdez, tiene 42 años y 17 de ser sacerdote, y ocho meses de estar como párroco de Ticuantepe; de su misión sacerdotal, él nos cuenta:

“La parroquia pertenecía a Nindirí; esta era lo que llamamos en la Iglesia Católica, una capilla; estamos hablando de los años 72-73, cuando comenzó como parroquia en Ticuantepe; tengo entendido que ya se llamaba, desde que era capilla, Sagrado Corazón de Jesús, que es el patrono de todo el municipio. Entonces, ya con la elección de la parroquia nos independizamos de Nindirí, y la parroquia asumió todo el municipio que hoy en la actualidad; tenemos 18 iglesias, más el templo central, más tres lugares que no tienen capilla aún, uno de ellos el que señalaba anteriormente, El Edén.


La imagen del Sagrado Corazón de Jesús, de la parroquia de Ticuantepe, fiesta que venera su comunidad.

“A esos lugares tratamos de darles atención durante toda la semana; hay varias de ellas que no logramos ir ni jueves ni sábado ni domingo; por eso, no atiendo los días de semana por la tarde, porque ando visitando por la tarde esas capillas que son las más rurales, porque con la gente del campo uno solo puede hablar por la tarde, ya que ellos por la mañanita trabajan en el campo, y es después de la dos de la tarde que ellos están allí; ya pueden compartir, nos pueden escuchar. Uno celebra la Eucaristía, hace vida de Iglesia con ellos.


Parroquia de Sagrado Corazón de Jesús, de Ticuantepe.

“El obispo Brenes ha tenido fuerza en Ticuantepe, cada quien quiere a su nuevo Obispo, viene a marcar su naturaleza; entonces, monseñor ha marcado su naturaleza, él es un hombre muy del pueblo, es un hombre muy sencillo, es un hombre que por las limitaciones que tiene cada ser humano, por necesidades humanas que tienen las personas, tendrá que recurrir a su agenda, pero de parte de él, quien lo busca lo encuentra.”

Rafael O Farril Bermúdez
Rafael O Farril Bermúdez

“Yo lo he catalogado a Ticuantepe como un municipio pobre y sí es pobre; lo tienen como un municipio de progreso, pero sí es pobre. Y por último, pues deseo que las comunidades se vayan fortaleciendo más en la parte humana, que no sea únicamente la naturaleza de la sencillez, de la pobreza la que nos una, sino especialmente el amor de Dios, eso ante todo”, afirma el padre O´Farril Bermúdez.”


El primer niño inscrito en el libro de registro bautismal de Ticuantepe, correspondió al nombre Inocente, hijo de don Isabel López y de doña Rosa Flores. Fue su padrino Juan Francisco Álvarez, y nació el 19 de julio de 1929, según autentica el párroco Francisco Robles.

Por otra parte, el padre O´Farril Bermúdez observa tres tipos de Ticuantepe: el primero, sus habitantes, el casco urbano y antiguos fundadores del pueblo; el segundo Ticuantepe, formado por los habitantes de los nuevos barrios y urbanizaciones; y el tercero, el Ticuantepe silencioso, de las grandes quintas, repartos de alquiler y condominios.”

Sus retos y problemas

El actual municipio de Ticuantepe tiene una población de 34,691 habitantes, distribuidos en sus veinte comunidades, que son: Reparto Juan Ramón Padilla, Medardo Andino, Santa Rosa, Manuel Landez, Díritas, Denis Larios, Leonel Reynosa, Gaspar García Laviana, Valentín Barrios, Eduardo Contreras, Pablo Calero, Comunidad Sandino, Humberto Ruiz, Benjamín Zeledón, La Borgoña, La Francia, El Edén, Los Ríos, San José y Las Carpas. Esta población, está distribuida entre la zona urbana, el 37%, y el 63% en la zona rural.
El municipio tiene 20 escuelas, incluido un instituto, con una cantidad de jóvenes en edad escolar de 6.419 estudiantes. En infraestructura religiosa existen una iglesia parroquial y 16 ermitas católicas. Por otra parte, existen 33 templos protestantes y la sede central de los Testigos de Jehová.

El municipio cuenta con la presencia de todas las instituciones del Estado. Hay un juzgado desde hace 28 años. Sección Policial. No existen instituciones bancarias, ni cines. Pero sí existe una gran cantidad de bares y restaurantes.

Los problemas medioambientales: Un reto

El municipio de Ticuantepe, en los últimos 40 años, con la llegada de los “terremoteados”, la migración de campesinos por la guerra al pueblo y la nueva oleada de residentes de los nuevos repartos, condominios y residenciales, ha planteado grandes retos a las autoridades municipales.

Ticuantepe está a 720 metros sobre el nivel del mar y ubicado sobre el manto acuífero más grande de Centro América. El mayor tesoro Nicaragua y Ticuantepe, es su reserva de agua el cual emana 30 millones de galones diarios solo para atender la demanda de Managua.

Contaminación inminente

El municipio no cuenta con servicio de aguas negras y tanto las antiguas casas del casco urbano, los nuevos repartos, residenciales y condominios están contaminando el manto acuífero, pues todos tienen sumideros o pozos sépticos que están infectando silenciosamente el mayor reservorio de agua de Centro América que está en Ticuantepe, de donde se abastece todo Managua.
A lo anterior habría que sumarle el desorden de gran cantidad de residenciales, condominios y repartos construidos en Ticuantepe sin ningua prevención y estudios medios ambientales a lo que el Ministro de la Construcción y Transporte ha llamado “ratoneras” expuestas a los desastres medio ambientales.

FUENTES:– Monografía de Masaya y Managua de Julián N. Guerrero; Ticuantepe y su Historia, de Jilma Romero Arrechavala, Luis A. Lobato Blanco y Virgilio Espinoza G.; Caracterización Municipal de Ticuantepe; Memorias de Pío Bolaños; don Alfonso Valle y el mexicano Rafael Urtecho. NOTA: Hicimos todo lo posible por conseguir información de los proyectos y retos de la Alcaldía de Ticuantepe y fue imposible poder conseguir información y mucho menos poder hablar con la nueva Alcaldesa Ligia Ramírez.

Foto de portada: Una panorámica del Volcán Masaya desde el Restaurante y Mirador “La Vista del Ángel”, en Ticuantepe. Este municipio, a pesar del despale y la construcción desordenada, tiene todavía una gran riqueza de biodiversidad. Un ejemplo, es la Reserva Silvestre Privada Montibelli de 220 manzanas, además de las reservas de El “Chocoyero y El Brujo”. Las autoridades municipales y nacionales tienen un gran reto por conservarla y mejorarla, sobre todo, porque en el municipio existe la reserva acuífera más grande del país.

Articulo publicado en la edición Mayo – Junio 2013