Texto y Fotos de Mario Tapia (*)
Miembro de la Academia de Geografía y Historia de Nicaragua
“Un mes después nacía yo en un pueblecito, o más bien aldea, de la provincia, o como allá se dice, departamento, de la Nueva Segovia, llamado antaño Chocoyos y hoy Metapa”.
Rubén Darío
(Autobiografía)
Asimismo, aseveró: “El matrimonio de Manuel García –diré mejor de Manuel Darío- y Rosa Sarmiento, fue un matrimonio de conveniencia, hecho por la familia. Así no es de extrañar que a los ocho meses más o menos de esa unión forzada y sin afecto, viniese la separación”.
Rubén Darío también afirmó en su autobiografía:
“En la catedral de León, de Nicaragua, en la América Central, se encuentra la fe de bautismo de Félix Rubén, hijo legitimo de Manuel García y Rosa Sarmiento. En realidad, mi nombre debía ser Félix Rubén García Sarmiento. ¿Cómo llegó a usarse en mi familia el apellido Darío? Según lo que algunos ancianos de aquella ciudad de mi infancia me han referido, un mi tatarabuelo tenía por nombre Darío. En la pequeña población conocíale todo el mundo por don Darío; a sus hijos e hijas por los Daríos, las Daríos. Fue así desapareciendo el primer apellido, a punto de que mi bisabuela paterna firmaba ya Rita Darío; y ello convertido en patronímico llegó a adquirir valor legal, pues mi padre, que era comerciante, realizó todos sus negocios ya con el nombre de Manuel Darío; y en la catedral a que me he referido, en los cuadros donados por mi tía doña Rita Darío de Alvarado, se ve escrito su nombre de tal manera.
La iglesia de San Pedro, de Ciudad Darío, en los años 1940.
Mi primer recuerdo –debo haber sido a la sazón muy niño, pues se me cargaba a horcajadas, en los cuadriles, como se usa por aquellas tierras— es el de un país montañoso: un villorrio llamado San Marcos de Colón, en tierras de Honduras, por la frontera nicaragüense; una señora delgada, de vivos y brillantes ojos negros –¿negros?… no lo puedo afirmar seguramente… mas así los veo ahora en mi vago y como ensoñado recuerdo–, blanca, de tupidos cabellos oscuros, alerta risueña, bella. Esa era mi madre. La acompañaba una criada india, y le enviaba de su quintalegumbres y frutas, un viejo compadre gordo, que era nombrado “el compadre Guillén”. La casa era primitiva, pobre, sin ladrillos, en pleno campo. Un día yo me perdí. Se me buscó por todas partes; hasta el compadre Guillén montó en su mula. Se me encontró, por fin, lejos de la casa, tras unos matorrales, debajo de las ubres de una vaca, entre mucho ganado que mascaba el jugo del coyol, fruto mucilaginoso y pegajoso que da una palmera y del cual se saca aceite en molinos de piedra como los de España”.
Morel de Santa Cruz llega a Metapa
En el informe de la visita Apostólica, Topográfica, Histórica y Estadística de todos los pueblos de Nicaragua y Costa Rica, hecha por el Ilustrísimo señor don Pedro Agustín Morel de Santa Cruz, Obispo de la Diócesis en 1751 y elevada al conocimiento de S. M. Católica Fernando VI el 8 de septiembre de 1752, se lee textualmente lo siguiente:
“Día siete (de Abril de 1751), caminadas seis leguas de piedra, subidas y bajadas, estacioné en un hato donde confirmé ocho personas. Al siguiente, vencidas otras ocho igualmente trabajosas, hice alto en otra hacienda: el nueve (de Abril de 1751) en fin entré a Metapa. Este es un pueblo de españoles, ladinos e indios: los primeros tienen juez a prevención nombrado por los Alcaldes de León a cuya jurisdicción pertenece: los segundos, un Alcalde mulato; y los terceros otro, indio, con su Alguacil Mayor, dos Regidores y Fiscal. El patrón y titular es San Pedro; la iglesia de tres naves y sacristía de adobe y teja, sin torre: hay cinco altares que necesitan de alguna decencia, como la iglesia de reparo. Las casas se reducen a ciento veinte, la una de teja y el resto de paja, sembradas en un llano sucio de hierba y árboles. El clima es templado y saludable, el cielo alegre y las aguas suaves y provechosas: dos compañías con sus capitanes respectivos oficiales, cuatrocientos quince hombres y muy pocas armas. Trescientas cuarenta y nueve personas de confesión y comunión. La iglesia es administrada por un clérigo, cuya renta consiste en las primicias y ovenciones que importarán novecientos pesos: los indios no le contribuyen ración, sino el servicio de cuatro personas: pagan el tributo anual de sesenta y cuatro pesos seis reales.
Ocho días me mantuve en este pueblo y prediqué diez y seis sermones; el último con la procesión en que irían más de dos mil seiscientas treinta y una. Hubo también muchas confesiones, comuniones y demostraciones sensibles de penitencia. Prediqué en este lugar con más eficacia lo mismos que en los antecedentes sobre exhortar a los vecinos fabricasen sus casas en ellos, presenté desde el púlpito y en conversaciones privadas las conveniencias espirituales y temporales, que de éstas diligencias les resultaría: y al reparo de sus párrocos volvería indispensablemente a vigilarlos: mis persuasiones fueron más apreciables para los vecinos de este pueblo. Instantáneamente bajo de las líneas que les di, delinearon la plaza y sacaron las cuatro calles con nombres de San Pedro, San Pablo, San Andrés y Santiago: quedaron en fin muy fervorizados en su establecimiento: yo no he cesado de promoverlo a los demás pueblos por donde he transitado, y ellos muy gustosos han prometido su ejecución. El territorio de este curato tiene catorce leguas de longitud y diez de latitud: en ellas hay cincuenta y nueve haciendas de ganado mayor, sesenta y seis trapiches de labrar azúcar y gran número de chacras.»
Hasta aquí el relato del Obispo sobre Metapa.
Ciudad Darío actual
La hoy Ciudad Darío, fue elevada a la categoría de ciudad el 24 de febrero de 1920, mediante el Decreto Nº 46, aprobado por el Senado y la Cámara de Diputados de la República de Nicaragua, y publicado en La Gaceta, Diario Oficial Nº. 120 del 26 de mayo de 1920. Este Decreto ordenaba lo siguiente:
“Artículo Nº. 1. La ciudad de Metapa se llamará en lo sucesivo Ciudad Darío”.
El Decreto fue firmado por el Presidente Conservador Emiliano Chamorro Vargas, el 25 de febrero de 1920.
De Metapa a Ciudad Darío
Es conocido por la historia oral de sus pobladores, que el primer nombre del villorrio de Metapa, fue “Los Chocoyos”. La historia oral relata también que en el año 1627, algunos frailes comenzaron a construir en el antiguo Valle de Metlatlpan, la iglesia de San Pedro.
Según Fray Juan Ramón Morraz Olivares, cura de la parroquia de San Pedro de Ciudad Darío, “Parece que la iglesia comenzó a construirse, en 1675 ó 1680, pero no hay un documento que lo certifique, es la memoria oral de la gente, pero que nosotros tengamos un papel así como que lo afirme, no, no lo tenemos”.
¿Que significa metlatlpan?
Según el doctor Jaime Íncer Barquero en su Toponimias indígenas en el Capítulos Los mexicanos que METAPA tiene: «Tres interpretaciones: metl-apan, en el río de los magüeyes (M); metlat-pan, donde hay metates, y metl-atl-pan, donde el río cambia de curso.”
Cuenta la historia oral que contiguo a un caserío indígena, en un poblado o reducción mercedaria de indios Caribes, llamado por el color de las ramas verdes de sus techos “Los Chocoyos”, se asentaron sus primeros pobladores. El lugar fue llamado más tarde Valle de Metapa, luego Metapa, hoy Ciudad Darío.
Se afirma que en el año 1856, en el villorrio de Metapa pernoctó “La Junta Patriótica”, la que proporcionó techo y alimentación a los ejércitos en lucha contra los filibusteros del norteamericano de William Walker. El caserío de Metapa era paso obligatorio de los viajeros del norte y del este hacía Tipitapa y Managua.
Metapa ya era villa en 1778
En su libro “LA POBLACIÓN DE NICARAGUA 1748-1867”, de Mercedes Mauleón Isla, afirma que: “En 1778, la tabla de provincias y partidos del reino de Guatemala contabilizaba para la provincia de Nicaragua tres ciudades (León, Granada, Segovia), cinco villas (El Realejo, Estelí, Villa Nueva, Villa de Nicaragua y METAPA) y 49 pueblos… En 1820 el censo registra cuatro ciudades: León, Granada, ciudad Vieja y Sébaco. Las Villas han llegado a 10: El Sauce, Villa Nueva de Navia, Managua, Masaya, Tipitapa, Acoyapa, Villa de Nicaragua, Guanacaste, Santa Cruz y el Realejo”. En esta relación no figura Estelí como villa.
En 1867 (año cuando nació Rubén Darío) la relación de Sonnenstern, señala “Diez ciudades (Rivas, Granada, Managua, León, Chinandega, El Viejo, Ocotal, Ciudad Antigua, Matagalpa y Acoyapa); 20 villas (San Jorge, Belén, Altagracia, Nandaime, Jinotepe, Niquinohomo, Masatepe, Nindirí, Tipitapa, El Sauce, Santa Rosa, La Paz, Chichigalpa, El Realejo, Estelí, Condega, Somoto, Jinotega, Metapa y Juigalpa), 56 pueblos y 430 valles.”
Lo anterior, indica que METAPA alcanzó el grado de villa en 1778, nivel de importancia política mayor y primero que Sébaco, Matagalpa y muchísimos otros pueblos del país. Metapa, en 1867, tenía bajo su jurisdicción una población de 5,000 habitantes y era parte de las 20 villas más pobladas existentes en Nicaragua.
¿Dónde queda Ciudad Darío?
Hoy, Ciudad Darío es uno de los trece municipios que forman el departamento de Matagalpa. Tiene una extensión de 806 km2. Está a 90 kilómetros de Managua y 420 metros sobre el nivel del mar. Su población se estima en más de 60 mil habitantes. Ciudad Darío está ubicada entre los 12º 43´ de latitud Norte y 86º 07´ de longitud Oeste. El municipio limita al Norte con San Isidro y Sébaco, al Sur con Teustepe, Tipitapa y San Francisco Libre, al Este con Terrabona y San José de los Remates y al Oeste con el municipio de El Jicaral. Ciudad Darío tiene un clima de sabana tropical y su temperatura varía entre los 28º y 25º C.
Sus fiestas
Fray Juan Ramón Morraz Olivares, es el cura de la parroquia de San Pedro, de Ciudad Darío, desde hace cuatro años. Él nació en el municipio de Terrabona y tiene 69 años de edad, 30 de ellos de ser sacerdote. En las siguientes líneas conoceremos de su experiencia narrada por él mismo:
La imagen de San Pedro, de la iglesia de Ciudad Darío.
“Las Fiestas Patronales de Ciudad Darío, la que aquí se celebran, son de San Pedro Apóstol, el 29 de junio; la tradición popular ha ido menguando en estas actividades patronales. Nos damos a la tarea de recopilar, de invitar, de estar invitando a la gente a que participe en estas fiestas, pero muy poco les llama la atención. La actividad religiosa desde la fe, desde una identidad muy cristiana, no se da. ¿Por qué? A la gente de este pueblo le llama mucho la atención las fiestas, la alegría, las comilonas, el sonido, el ruido, todas esas cosas más que una procesión donde hay que ir rezando, ir cantando; eso, como que no motiva a las personas. Yo he visto en este tiempo que una de las tradiciones populares que se perdió fue la fiesta de San José, que era muy fuerte hace muchos años, pero fue perdiendo fuerza a través del tiempo. Hoy, es como muy pequeño, un pequeño grupo se reúne para festejar a San José. Tiene resonancia, se habla mucho de una religiosidad popular, pero de esta manera como que no se ve un fervor, no se ve como una participación masiva, no hay. Se ha perdido eso.
Hoy, en Darío, hay otros entretenimientos, y la fe no es entretenimiento; hay otras cosas que entretiene a la gente, se queda entretenida en otras cosas y no para participar en algo religioso. Y, además, la gente ha cambiado su fe, ha ido disminuyendo la intensidad de la fe del pueblo de Ciudad Darío; ya Dios no es como nos lo enseñaron en nuestro tiempo, es algo cercano, respetuoso, había que estar siempre en esa actitud muy aplomada, muy serena, muy educada, muy responsable, y ahora ya no existe eso.
En las fiestas de la Purísima Concepción, en este pueblo se da una tradición que no sé cuántos años tendrá, pero cada barrio va haciendo la novena a la Purísima, y cuando termina su novena hoy, mañana la otra, y así va. Por ejemplo, este año comenzó el 14 de noviembre en un barrio, el otro comienza el 15, el otro comienza el 16, y son 16 barrios.
De tal manera que el primero que comenzó el 14 termina el 22; el 22 de noviembre llevamos la Purísima al barrio, se hace la fiesta, se regala comida, café, se reza la Palabra, y luego ya viene la Virgen. Y así se va haciendo, el 14 comienza la Novena y el 22 comienza la presencia de la imagen de la Virgen María.
Fray Juan Ramón Morraz.
Muy poca presencia tiene la iglesia en varios municipios nuevos de Matagalpa, muy poca fuerza tiene, pero hay. Ha habido un gran descuido, porque hasta ahora, recientemente, creo que en menos de diez años se han hecho parroquias, y van como atendiendo a los sectores. Antes desde la Catedral se atendía a muchas iglesias de las parroquias, ir para allá era una tarea muy difícil. Aquí en Ciudad Darío, el Padre Sancti le dio un mantenimiento bastante fuerte a la iglesia desde 1954; de ahí para acá tuvo siempre mantenida con algunos detalles de la iglesia, pero lo que nosotros hemos estado haciendo hoy día, es otra tarea de mantenimiento más fuerte de nuestra Iglesia Parroquial de San Pedro, de Ciudad Darío. En el municipio hay en total cuatro parroquias y ocho sacerdotes. De la parroquia de San Pedro salieron tres hijas y quedó la madre. Esta iglesia es la madre, una hija que se llama Santa Lucía, que está arriba por la gasolinera, otra hija que se llama Sagrado Corazón de Jesús, en Calabaza, y otra que se llama La Veracruz, allá en Veracruz, yendo sobre la carretera a Esquipulas.
El natalicio y la muerte de Rubén Darío se celebra como fiesta local
Hoy se celebra el natalicio de Rubén Darío, hay como una tradición de hacer una misa en honor a Rubén Darío, pero ahí no llegan más que una 40, 50 personas. Y en ese natalicio, hacen una presentación cultural, traen una banda de Managua, la Camerata Bach y se reúnen unas 50, 80 personas. La gente aquí, no sé si es falta de cultura, pero no son atractivas esas cosas de seriedad, de mucha calidad cultural.” Antiguamente las fiestas patronales de la ciudad eran en honor a San Pedro, San Pablo, el Apóstol Santiago y San Andrés.
La educación en Ciudad Darío
Las autoridades policiales estiman que el municipio de Ciudad Darío tiene más de 70 mil habitantes y de ellos, según fuentes del Ministerio de Educación, 12,600 son estudiantes en todas las modalidades educativas que son atendidos por 560 maestros, en 102 escuelas dispersas en todo el municipio.
Ana Cristina Flores Castillo.
Según Ana Cristina Flores Castillo, delegada desde hace siete años del Ministerio de Educación, sucede lo siguiente, respecto a las escuelas:
“Tenemos una cobertura total a la atención escolar en el Municipio. Están divididas en 13 núcleos educativos rurales, y dos centros grandes, únicos que son centros grandes en la zona urbana, el Instituto Nacional Darío, y el Centro Escolar Rubén Darío. Son los dos centros más emblemáticos de este municipio, donde la población es muy grande y atiende a un amplio sector de la población, como servicio de educación pública.
El nivel educativo, podría decirle, es muy buena, puesto que hemos estado trabajando todo este tiempo en la calidad y calidez de la educación; es decir, como Delegación Municipal estamos siempre trabajando en el cambio de actitudes de los docentes, porque estamos claros de que los 16 años de gobiernos neoliberales dejaron muy marcados a los maestros, en el sentido de las clases muy mecánicas, en cuanto a la participación activa del estudiante, en el sentido de que los niños tienen que aprender haciendo. Entonces, estamos insistiendo siempre en darle seguimiento y acompañamiento a las escuelas, con las visitas a los núcleos educativos rurales que están dispersos en el municipio; también dándoles seguimiento a los directores, cuántas visitas hacen cada mes; evaluando el trabajo que hacen nuestros directores a los núcleos educativos rurales, que son trece.
El Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, tanto a nivel nacional como a nivel local, ha estado preocupados por la educación; en este sentido, tenemos cubierta toda la población estudiantil de Ciudad Darío. Es más, tenemos escuelas con ocho o nueve niños, y el Ministerio de Educación no ha cerrado esas escuelas. Por ejemplo, está la Escuela de Cerro Grande que es una escuela muy bonita, pero cuya población ha emigrado, y también las pocas mujeres que han quedado no quieren seguir teniendo niños; entonces, por eso la poca cantidad de estudiantes que tenemos allí.
En el Llano de Tamalapa, también tenemos la Escuela El Nancital que queda en Las Pozas, donde hay 9 niños. Tenemos otra escuela que se llama Escuela de Talpetate, donde allí la población, la gente de la comunidad ha emigrado por conflictos entre familias. Sus habitantes han inmigrado por pleitos y enemistades entre familias, y allí tenemos solo ocho niños. Digamos que es una comunidad muy insegura para la población.
Este año abrimos la Escuela de Europa, esa fue cerrada en el 2009 por falta de niños, pero ahora tenemos catorce niños; se abrió este año, dando respuesta a los niños que tienen que caminar cuatro y cinco kilómetros para llegar a la Escuela Los Calpules, en la Comarca La Quesera. Tenemos cinco institutos: el Franciscano Rubén Darío que era de los Padres Franciscanos, que antes era privado. Hoy el gobierno, tiene como prioridad la educación, tenemos cinco Centros de Secundaria Regular: el Instituto Carlos Santi, ubicado en El Cacao; el Instituto Público Las Calabazas, que está ubicado en Las Calabazas; el Instituto Nacional Darío, ubicado aquí en Ciudad Darío, donde tenemos tres Centros de Secundaria públicos; los maestros han sido capacitados en la actualización de los contenidos, en la Metodología, en la aplicación de estrategias. Tenemos un mínimo de deserción de alumnos de Secundaria, más bien se da deserción en la Primaria.
Tenemos un tipo de Secundaria que es la Secundaria en el Campo, que se inició el año pasado, y que es un Proyecto grande que da atención a los niños de los diez a los 16 años de la Zona Rural; estos niños, anteriormente, no tenían acceso a la educación. Hay 425 niños en la Secundaria en el Campo y en este sentido los niños están ubicados en grupos de 10 a 14 años y de 14 a 16 años. Están dotados de textos nuevos, y de personal capacitado, como licenciados en matemáticas, lengua literatura e inglés. Este año, en total, van a egresar 700 bachilleres en todo el municipio de Ciudad Darío.
El 99% de los profesores son nacidos aquí en Darío. Otros maestros son de San Isidro, donde también tenemos un núcleo educativo rural; ellos viajan al Ner Las Pozas que queda por la Planta Carlos Fonseca, por Sébaco, por San Isidro.
¿Cuál es el aporte de Rubén a Ciudad Darío?
Para mí, el principal aporte que ha dejado Rubén Darío es despertar en los daríanos el nacionalismo, el amor al terruño en todos sus poemas, el amor a su Patria, el amor a su tierra. Todos los meses hacemos una actividad en la Casa-Museo, donde cada uno de los Centros de Estudio despliega su conocimiento sobre Rubén; por ejemplo, el viernes pasado tuvimos la participación de la Academia Cristiana con su Revista Dariana. Cada mes un Centro de Estudio se prepara para el concurso de Poesía, de Canto, Dibujando a Darío, preparando ensayos sobre Darío, haciendo sociodramas sobre Darío. Se están haciendo exposiciones sobre la obra dariana para que todos los estudiantes conozcan de Rubén Darío, porque nos acercamos a un centenario de su nacimiento, y estamos preparando a los chavalos para que lean la historia de Rubén Darío, sean lectores de Rubén Darío y podamos celebrar en grande a Rubén Darío.”
¿Cómo recuerdan al pueblo?
El Comandante Edén Atanasio Pastora Gómez, no necesita presentación en Nicaragua, ni en muchas partes del mundo. Nació en Darío, un 22 de enero, de 1937. Es el ciudadano y personaje nacido en el municipio, después de Rubén Darío, más destacado y conocido de su pueblo. Sus hazañas militares son parte de la historia de Nicaragua. Edén nos cuenta los recuerdos de su pueblo de la siguiente manera:
Comandante Edén Pastora.
“Hace 70 años yo jugaba en esas calles llenas de talpetate, Darío era un villorrio, una aldea de apenas tres calles, cuatro avenidas, donde había tres mil habitantes. Ahora Darío es una ciudad con barrios donde uno se pierde, y de 35 a 40 mil habitantes. Entonces Darío era una familia, todos éramos familia, todos nos conocíamos, todos vivíamos los sufrimientos de todos. Esas familias eran: los Valle, los Pastora, los Chavarría, los Torres, etcétera. Allí fue donde el llanto, el espanto, el horror que viví en mi casa, yo tenía ocho años, cuando asesinaron a mi padre; cuando el general Camilo González, le robó unas propiedades y lo mandó a matar.
Ese llanto, ese espanto, ese dolor lo vi también en la casa del peluquero Marcos Rodríguez, y lo vi en la casa de Martilico cuando al motorista lo asesinaron, y lo vi en las casas de todos los mártires de la Mina La India, de Darío, que los fueron a botar a la Cuesta El Coyol, cuando esta Cuesta era una montaña. Y allí es donde me identifiqué con el pueblo, y sentí el sufrimiento del pueblo como propio, porque el sufrimiento que vi en mi casa lo vi en muchos hogares de Darío.
Era un villorrio, vivíamos en una comunidad, todo era alegre, rezábamos a Jesucristo, le teníamos miedo a Dios, íbamos todos los domingos a misa, pasábamos la Semana Santa en el hogar, nadie podía hacer un hueco en la tierra, nadie podía andar a caballo, nadie podía encender una fogata en la cocina.
¡Eran tiempos sanos, eran tiempos felices, eran tiempos divinos! Definitivamente, yo soy hijo de un campesino, Pánfilo Pastora, y de una artesana, Elsi Gómez, de Granada, de una mentalidad liberal, porque mi madre se educó en Louisiana, New Orleans, en un colegio de monjas londinenses.
Entonces mi madre tenía una mentalidad liberal; mi padre ultraconservador; era de aquellos que no quería educar a sus hijos, porque si le damos educación a los hijos se rebelan después contra los padres, no hay quien va a sembrar el frijol, nadie va a cultivar la tierra. Esa era la mentalidad conservadora de mi padre.
Allí en Darío tomé conciencia de pueblo, y allí en Darío supe que habían ricos y pobres; y allí en Darío, mientras iba a la finca de mi padre, me di cuenta que los perros de los ricos en las ciudades vivían mejor que nuestros campesinos, y eso no podía ser por justicia, por sentimiento humano, por cristianismo o por revolución.
Eran una porción de viejos, estaba Juan Valle, Félix Pedro Pastora, mi abuelo, Urbina, Vicente Pérez, etc. etc. Estos viejos hablaban de los viejos de la Villa que una vez había nacido Rubén Darío, y yo oía hablar a los viejos de Rubén Darío, y oía hablar de esos viejos cuando Rubén salió de Darío. Y esos viejos hablaban de una familia francesa, descendientes del Conde de Montecristo, el de la novela. Allí llegó este Conde, Chasel Praslin, que son los Praslin, que son unos muchachotes hermosotes; ahora son de Matagalpa, eran de Darío, y se fueron a Matagalpa, pero el francés llegó a Darío huyendo, a esconderse. Unas muchachotas hermosas, enrazadas desde luego. Y hablaban también de un príncipe hindú que llegó con su séquito, de apellido Artola. Estaba lleno de leyendas. Darío era la puerta de Las Segovia; los que hicieron Ocotal, Ciudad Antigua, primero pasaron haciendo Darío, y conocimos la Sacristía hecha por los conquistadores y conocimos la Ermita, donde estaban enterrados frailes que llegaron en el 1600, y allí estaban las tumbas, las fechas en que murieron.
La arquitectura de la Sacristía de mi pueblo era preciosa, echa por los españoles. Llegó un Padre italiano y le quitó todo lo colonial, todo lo español y convirtió la Sacristía con su caracol y con todas sus bellezas arquitectónicas españolas del tiempo de la Conquista y de la Colonia, la convirtió en una que parece una sepultura grande; le quitó el campanario del frente de la iglesia, el frontis y le puso una torre italiana al lado. Cambió toda la arquitectura colonial.
Recuerdo que era una Plaza fría, húmeda, con una neblina que cuando entraba a la Plaza, cuando iba por el centro de la Plaza, no se veía. Ahora es un parque, no se sabe de neblina; en los alrededores de Darío era montaña llena de pastes, de esos que solo se ven en las montañas de Matagalpa. ¡Recuerdo todas esas cosas bellas de mi pueblo!
Y también recuerdo la ceguera nocturna; en la medida que se va poniendo el Sol, eso se empezó a ver en Totumbla, se descubrió esa ceguera nocturna que cuando el Sol se pone la gente no ve ni con focos, ni con nada. Y se debe a una avitaminosis, la falta de una vitamina, principalmente en Totumbla fue que se dio ese brote y en todo Matagalpa. Darío era un pueblo pobre, porque sus tierras son pobres y tierras pobres producen pueblos pobres. Darío está en esa cresta de esa montaña que el subsuelo es una roca de granito, a tal extremo que muy poco se sienten los temblores. En Darío no hay temblores.
El pueblo de Darío vivía dedicado a la agricultura, sembraba maíz, frijoles, trigo millón que le decimos nosotros; vivía de la ganadería, y antes vivían de las cabras. Rubén lo dijo: un Villorrio donde solo cabras se dan. Cuando yo crecía había una escuelita de primaria y un médico, Juan Valle, después emigró y el pueblo quedó sin médico y estuvo mucho tiempo sin médico hasta después que llegó un médico Carballo, el papá de los Carballo, que acaba de morir uno de ellos.
Yo recuerdo cuando tenía diez años, que Carballo llegó con estos hijos que eran niños, que después fueron figuras de la música nicaragüense, el folklor nicaragüense, la cultura nicaragüense, el doctor Carballo con sus hijos Isaac, y no recuerdo el nombre del otro hermano Carballo.
Se pasaba mucha calamidad, las mujeres parturientas eran asistidas por matronas, cómo les dicen, parteras. A mí, por ejemplo, me asistió Mama Agatona, una partera. A mi mamá, cuando yo nací, pasó dos días y dos noches luchando mi madre por dar a luz a Edén, que pesé once libras, ¡una monstruosidad! Éramos cinco varones y una mujer; ahorita solo quedamos la mujer y yo.
Había mucha pureza en el pueblo, mucha inocencia. Definitivamente, veíamos la luna llena y pensábamos cómo se llegaba a la Luna. En las tardes de luna, las noches de lunas contábamos los cuentos del Tío Coyote, del Tío Conejo, La Mocuana, La Carreta Nagua. Todas esas diversiones, eran las novelas que nosotros veíamos.
¿Qué piensa Edén de Rubén Darío?
Pues ese es uno de mis orgullos, y acostumbro decir que nací a 100 metros donde nació Rubén, y cuando me sale algo rimado comento: de Rubén algo se me ha pegado, y me siento orgulloso de la Gloria que nació allí… De Rubén se conoce mucho su literatura, de lo que se conoce muy poco de Rubén es de su formación ideológica que era un liberal revolucionario, iconoclasta, volteriano, antiimperialista. Esa inmensidad de Rubén como revolucionario liberal, yo creo que se conoce poco en Nicaragua.
¿Qué le recomiendas a los jóvenes, Edén?
Que razonen el por qué la Oda a Roosevelt, que razonen el por qué de esos versos y esa prosas de Rubén; nacionalista, anti-imperialista. Que Rubén no solo era el poeta, no solo era el Maestro que hizo una Escuela, el Modernismo, sino que también era el político, era el diplomático, pero como político o como pensador, como ideólogo hay que hacer más énfasis en el liberalismo revolucionario de Rubén Darío.”
José Víctor Téllez Téllez, nació en Darío, tiene 88 años, fueron sus padres don Ramón Téllez y doña Estanislaa Téllez y tiene cinco hijos. Don José nos cuenta sus recuerdos del pueblo de su niñez:
“Yo recuerdo Darío desde la edad diez años, yo poco salía, porque gran parte de mi infancia la pasé en una casa que está frente al Parque Rubén Darío.
“Frente al parque usted talvez puede haber observado que todavía hay casas de esa época, casas hermosas con más de 40, 60 varas; una media para allá, media para acá; como la casa de don Juan Rivas, la casa de don Vicente Pérez, la casa de don Cristóbal Pastora, la casa de don Julio Rayo, la casa de la familia Valle, la casa de don Bartolo Rojas, la casa de don Cleofás Artola, la casa de don Félix Pedro Pastora, de don Pánfilo Pastora, de don Alberto Sandino. Esas eran las familias más conocidas aquí en Darío, la casa donde vivo que era de mi papá y mi mamá. Y también era una casa hermosa, con construcciones hermosas de madera fuerte”.
Don José Víctor Téllez Téllez, continúa relatando: “El dueño del terreno y casa donde Rubén Darío nació, en el antiguo Metapa, era don Matilde Antonio Torres y tenía ahí una venta de abarrotes, según la memoria oral de los longevos habitantes del pueblo…
José Víctor Téllez Téllez.
“El pueblo Darío tuvo luz eléctrica por los años de 1932, y funcionó hasta como por los años 40 y pico, con un motor que tenía muchas fallas, había que traer un mecánico a cada rato para que lo compusiera. Pasó el tiempo y hubo de nuevo luz eléctrica en 1947, con otro motor; lo puso el general o coronel, llamado Camilo González, no sé si pertenecía al Estado Mayor de la Guardia Nacional. Ese motor daba luz eléctrica solo por las noches, encendían la luz a las seis de la tarde y la apagaban a las 11 de la noche…”
Era un pueblo muy religioso
“Recuerdo muchas cosas de Darío, sobre todo, las festividades de la Iglesia Católica. Las Semanas Santas eran muy buenas, las fiestas de Navidad se celebraban desde el 21 de diciembre al 26 de diciembre. Ahora dejaron de conmemorar a los santos; antes celebraban San Andrés, San Pedro, al Apóstol Santiago y San Pablo; todas esas devociones ahora han desaparecido, ya la gente no pierde el tiempo para guardarla como antes que la guardaban, se celebran las mismas festividades, pero no con el mismo fervor como se hacían en aquella época.
Ahora se celebra el natalicio de Rubén Darío, desde que se conmemoraron los 100 años de su nacimiento en 1967; digamos que el primer centenario de Darío estuvo muy bien hecha esa conmemoración, creo que hubo invitados extranjeros especiales que estuvieron durante una semana. Las calles se arreglaron, se empapelillaron o como decimos, se embanderillaron, hubo mucha música, hubo concursos de declamación y poesía, hubo musas y desfiles.
“Yo no puedo extenderme sobre él, pero sí lo considero como un genio maravilloso, orgullo para nosotros, los darieños. Así es que Rubén tuvo la sinceridad de decir nací en Metapa, también se llamaba Chocoyo. Necesitamos hacer de Darío un pueblo que sea un corredor turístico. Usted ve aquí, casas lujosas que no ve en Managua, pero para engrandecer al pueblo no ve nada”.
En Dario se acabaron las mulas
“En Darío se acabaron las mulas en esta calle. Yo era chavalo, y Darío era productor de ganado, recuerdo que me sentaba en la puerta y me gustaba ver las partidas de ganado; a veces tenían 40 metros de largo, usted ya ve que estas calles son anchas, casi abarcaban las calles, y lo que me gustaba era ver el paterío de los animales. Ese ganado era arreado de estos lugares y lo llevaban hasta Managua. Por allá pasaban los arreadores de ganado de la época, y había compradores fuertes de ganado.”
Las siete plagas en Darío
Pedro Navarrete Blandón, tiene 79 años, nació en San Rafael del Norte, tiene ocho hijos y llegó de doce años a Darío procedente de La Corneta, municipio de Matagalpa. Navarrete nos cuenta sobre su vida en Darío:
“Llegué de doce años a Darío, porque aquí estaban todos mis abuelos. Llegue en una camioneta que traficaba de Matagalpa a Managua y pasaba por Darío entre las 9 y 10, de la mañana y yo salía de La Corneta al Guayacán, a piecito, descalzo, porque yo me puse zapatos hasta que los pude ganar en Darío. Aquí me los vine a poner a Darío mis primeros zapatos a los 22 años; un señor de nombre Teotín González, me los vendió en 14 córdobas al fiado”.
Pedro Navarrete Blandón.
Había las siete plagas
“Llegué a Darío cuando habían siete plagas: abundaban piojos, sarna, carate, niguas, jelepates, pulgas y la Caranga. ¡Y yo descalzo, amigo! La mayoría de la población tuvo las siete plagas. Había gente que por las noches echaba agua caliente en el filo de las tijeras para matar las Caranga y los Jelepates para poder dormir, sino no dormías. La gente aquí tenía niguas hasta en las manos se le pegaban a uno; las pulgas brincaban de este alto, ese era una barbaridad; mi mamita, para poder dormir, agarraba un jarro de barro, lo ponía a hervir, eso se hacía temprano en la noche para poderse acostar uno si no, no podía dormir, no ese llamaba Jelepates, un animalito así, chatito, amarillito, se metía debajo; las camas que habían aquí era de esa madera rolliza, y le decían tatascame; así ponían las camitas y allí se metían los jodidos animales, y como eran con bejucos que las amarraban, en esos concavitos se metían los jodidos animales. Entonces eran cruce por cruce, eran los nudos del bejuco para matar ese animal y si no lo matabas, por lo menos lo corrías, o quedaba baboso, así dormíamos un poco; pero era una barbaridad de ese animal, y la caranga era más mala. Todo eso, en tiempos de Somoza, se mató con el DDT. ¡Maldito animalito! Esa caranga era difícil verla, había que tener mucho ojo porque era chiquita, en el centro blanquito y la otra punta negra y el otro culito negro, y corría rápido no la podías agarrar. Caranga le decía la gente. Las mulas, las carretas, los caballos que abundaban en Darío, se acabaron.
Desde la edad de doce años trabajé en Darío fabricando y vendiendo tejas y ladrillo cuarterón, bien hechos. Aquí puse la fábrica, a la orilla del río. De eso viví toda la vida sí. Hasta la edad de 18 años anduve cortando café en todas esas montañas, en todas esas haciendas, pero cuando ya me casé vine a trabajar a hacer ladrillos ajenos. Ya casado me dijo mi suegro: “Ve, si vos sabes hacer el ladrillo, sabés hacer el horno, conocés el temple de la quemada, ¿por qué no hacés por sí solo? ¿Y adónde, con qué?, le preguntaba. Yo te voy a ayudar, me decía. Vendí una chancha, pero así… la chancha, en 140 pesos; los solares valían 50, 60 pesos en Darío, por todos lados había solares. Te voy a comprar dos solares, entonces se los compró a Pancho Rojas, y yo hice la ladrillería. Allí comencé otra vida, ya no volví a verle cara a nadie.
Cuando llegue a Darío no había calles para nada, no había luz, no había agua, no había nada. Las familias viejas aquí eran: Cristóbal Pastora, Pancho Rojas, Amada Chavarría, el Bato Aragón, Licho Aragón, Pedro Valdivia, Torrez, Jesús Valdivia Avilés, este hombre era inteligentísimo, fue el primero que trajo ventas aquí, metió rokonolas grandes; el que tenía eso esa era una alegría terrible allí; la gente bailando, bebiendo, comiendo, porque solo él tenía eso. Allí había de todo, nacatamales a 30 centavos, ¡riquísimos!, que no los volvió a hacer nadie aquí, eso no los volvimos a comer. El primer liniero que conocí fue don Manuel Vallejo, en una mula montaba andaba regando ropa en las afueras por todos lados, no fue el primero, ya habían varios; ese Vallejo era de la quesera de Benigno Torrez y ya tiene como 50 años de muerto.”
En los años 60 ya no habia celebración de fiestas patronales
Martha Alfaro Orozco, cumple 82 años en este mes de diciembre y se casó en 1955 con doctor Juan Rivas, un personaje de la ciudad. Ella también nos relata sus recuerdos de su llegada a Darío:
“Conocí a mi esposo Juan Rivas, cuando era estudiante de medicina de la Universidad, era de aquí de Darío, estaba en cuarto año y era profesor, daba clases en León, y después lo trasladaron a Managua. Cuando llegué a Ciudad Darío era un pueblito chiquitito. Entre la gente más conocida estaba el “Chele” Torrez, Pedro Valdivia, que los conocí de largo, pues soy de muy poca para andar haciendo relación.
Martha Alfaro Orozco.
La casa de Rubén yo la conocí así como está, cuando vine era de adobe, pelada, no tenía buen cuidado, ahora la tienen bien atendida, pero es la misma casa. Había sus casas buenas en el pueblo, pero la mayoría eran casas humildes. Ahora hay mansiones, pero eso hace de pocos años para acá. Me gustaría que Darío fuese un pueblo con gente más activa, que no haya tanto egoísmo, que no haya tanta bulla política, tanto problema de… este pueblo debiera ser el más bonito de Nicaragua, porque aquí nació Rubén Darío, debería ser el pueblo más especial.
Aquí había hasta segundo grado cuando yo vine aquí, en 1954 o 1955, por ahí. Aquí, el parque no existía, la ciudad llegaba después de la iglesia católica cuatro cuadras más, era un pueblo bien chiquito. La iglesia tenía todavía sus líneas coloniales y no tenía esa locura que le están haciendo adelante. La torre la hizo el Padre Carlos Santi, sacerdote italiano que hizo mucho por el desarrollo del pueblo, él es un personaje de Ciudad Darío. Cuando el Padre Carlos vino, comenzó a evolucionar el pueblo, se fundó el Colegio San Antonio, después se hizo el Instituto Rubén Darío; el padre fue el que trajo el progreso aquí. Yo nunca vi fiestas patronales en Darío. Aunque nunca asisto a las procesiones, no les pongo interés, creo en Dios nada más.”
Piden mayor apoyo para Ciudad Darío
Róger Urbina Padilla, “El Chocoyano”, tiene 69 años, es un personaje con 50 años dedicados a la música y compositor del pueblo de Ciudad Darío. Nació en el Barrio Edén, frente al parque de Ciudad Darío. Él nos cuenta recuerdos de su niñez en el pueblo:
“No se me olvida ni las calles, en la mente las tengo; aquel poco de palos frutales alrededor, aquel poco de burros, chanchos, gallinas que la gente tenía, la gente era sana, nadie se robaba un chancho, nadie se robaba una gallina, y allí andaban, y los burros se ocupaban para halar agua aquí en el pueblo.
Róger Urbina Padilla.
Las calles empedradas, aquellas calles que costaba que pasara uno; gente que caminaba a caballo y a pie. Recuerdo sus comidas que había antes. Sus familias destacas, por ejemplo, la familia Valle, Pastora, Artola, más que todo esas eran las familias más pudientes; siempre ha existido eso en la humanidad que el que tiene dinero es quien tienen buenas casas, tienen las ventas y son los que abastecen al pueblo de todos los víveres.
Los Treminio no vivían aquí en Darío, eran de afuera, ya últimamente fue que se vinieron, y se han extendido porque es familia grande; ellos son originarios de Casas Viejas. Ellos vinieron a hacer capital en Ciudad Darío, y realmente el que tiene el dinero es el que tiene el mando. Los linieros, se han extendido por toda Nicaragua. Alrededor de dos mil y picos de personas son dueños, y unas 8, 10 mil personas trabajan en línea.
Te digo, Mario, que la casa de Rubén Darío no es esa, ¿por qué? Porque la casa de Rubén Darío, era donde están las astas de las banderas, allí estaba la casa, que era de lo que le llamaban de palenque, palenque que es donde nació Rubén Darío, aunque eso no le quita mérito a nadie, porque a veces no decimos la verdad; han venido escritores que no son de aquí, y se llevan datos errados.
Dicen que la casa donde nació Rubén Darío es de adobe y yo sé que no es de adobe, esa casa es de talquezal; las casas de adobe fueron diez, las que están alrededor de la Plaza, las que tienen 250 años. Y la casa donde supuestamente nació Rubén Darío, esa que está ahorita, tiene 110 años, la hizo un señor que se llamaba Pablo “Chele”, Pablo Torres. Mi papá lo conoció, y por eso, nosotros afirmamos esos datos de que esa es la casa, (no son ciertos). Está bien, porque allí quedó en su terreno, pero la casa donde nació Rubén era más adentro; que la ocupan para eso está bien, pero directamente no es así. Todo mundo lo sabe aquí en Darío, los viejos.
Ninguno de los gobiernos le han dado el impulso que se le debe dar al pueblo donde nació Rubén Darío; a veces le dan más importancia a León, porque es donde se crió y murió. Pero Ciudad Darío necesita un apoyo más fuerte para desarrollarlo mejor. Insto a las autoridades nacionales que apoyen más a Ciudad Darío.”
15 años resguardando su casa y dando a conocer a Rubén Darío
Hirasema Ruiz, nació en Ciudad Darío y vive en Las Calabazas, tiene 40 años de vida y de ellos 15 trabajando como guía en la casa museo de Rubén Darío. Ella nos cuenta acerca de sus actividades:
“El mayor orgullo y recompensa es que seguimos haciéndole homenaje al poeta, porque a través de mi trabajo he aprendido mucho sobre él, sobre su obra, su labor periodística, como un Rubén Darío diplomático; he conocido a Rubén Darío en diferentes etapas de su vida, y eso me ha enriquecido mucho y puedo trasmitírselo a los visitantes, a los estudiantes, a todo aquel que quiera conocer el lugar humilde donde nació Rubén Darío.
Hiracema Ruiz.
“Viene todo tipo de personas: niño, jóvenes, adultos, profesionales, gente dela tercera edad. Rubén Darío es un personaje que da identidad nacional, todos los nicaragüenses quieren conocer de él más. Los que más nos visitan son los estudiantes de primaria y secundaria, también universitarios. Y nos visitan más los turistas franceses, españoles y norteamericanos. Y también los centroamericanos. Todo aquel que viene a Nicaragua (pasa por aquí), porque es un lugar de tránsito de Norte a Sur o de Sur a Norte, aprovecha el momento y entra a Ciudad Darío a conocer la casa.
“Rubén Darío, nos enseñó a ser humildes, (el hecho de) que haya mencionado en su autobiografía que nació en Metapa, que se hizo grande a través de él, que se transformó totalmente, porque después de la muerte del poeta, el pueblo se elevó a ciudad por él su nombre, es el legado que siempre lo vamos a identificar y es algo que nadie nos va a quitar. Ciudad Darío es un homenaje al hecho histórico de que nació el Poeta en este lugar.
“Desde 1940, por Decreto del Gobierno, Ciudad Darío fue declarada Patrimonio de la Nación, pero antes de eso el museo, la casa donde nació Rubén Darío, ya era cuidada. Aquí habitaba gente; dicen que funcionó como una pequeña escuelita, y desde 1940 que se declaró como Patrimonio, el Gobierno central empezó a darle protección, la conservación y la administración asimismo, del sitio. El mejor legado que nos dejó Rubén Darío, es saber que: «Si pequeña es la Patria uno grande la sueña, y uno grande la hace.»
Juzgado por colapsar
Leonora Francisca Mendoza Osejo, nació en León, es abogada desde 1992 y tres años de ser la Juez Local de Ciudad Darío. Su hija, María Alejandra Méndez, actualmente es la Musa Dariana de Ciudad Darío. Ella nos cuenta sobre la situación judicial del municipio, de la siguiente manera:
Leonora Mendoza Osejo.
“Lo que más tenemos en el Municipio son las lesiones imprudentes, accidentes de tránsito, bastantes usurpaciones, bastantes lesiones. En el Distrito Especializado de Violencia, instruimos bastantes lesiones, incumplimiento de alimentos, el cual se ha aumentado ¡Uf, cantidad! De las audiencias que hacemos, unas 6, 7, 8, los martes y los jueves; son 16 en la semana, de esas 16 podríamos decir que 8 son de violencia.
“En cuanto a eso, hay un alto porcentaje producto del machismo, pero el otro porcentaje es de las personas que desconocen la Ley. Entonces se vuelven como más tercos, y determinan que mejor los metan presos. En ese sentido, el trabajo de los facilitadores de Justicia ha sido excelente. Tenemos una facilitadora aquí en el Juzgado, que nos atiende todas las faltas, previo a que entren al Juzgado; tenemos muy buena relación con el Jefe de la Policía, y hemos acordado que todas las faltas antes que se introduzcan en el Juzgado, tienen que ser pasadas por un facilitador judicial. Y el facilitador judicial que tenemos nos resuelve nueve de los diez casos que entran en la Policía. A veces las personas llegan al facilitador judicial por problemas de tierras.
“A veces son problemas en cuanto a deslinde, en cuanto a usurpaciones, herencias. Después de que se otorga una Declaratoria de Heredero a fulano y a zutano, queda otro montón molesto, entonces vienen lesiones, vienen las amenazas y a veces entre familias, entonces pasan con la Ley Especial. Digamos que a veces son asuntos familiares, por usurpación, pero que la gente invada tierra no. Los problemas sociales empiezan pequeñitos en cuanto al irrespeto y terminan con lesiones; empiezan las mujeres, mucho se da el caso, empiezan las esposas y terminan los esposos. Se da muchas injurias, muchas calumnias. El problema social viene a ser una afectación común en la sociedad. Los casos mayores pasan al Juzgado del Distrito de Matagalpa. Sin embargo, este juzgado, sinceramente, está por colapsar.
“Le voy a decir: solamente en casos nuevos que están entrando, tenemos hasta el día de hoy, 210. Esos 210 casos, los tenemos que atender solo en este mes. En Ciudad Darío había un juzgado de Distrito desde 1941, y dejó de serlo cuando entró en vigencia el Código de Menores, más o menos en el 2005. A Matagalpa pasan los femicidios, demandas alimenticias, violencia psicológica, violencia física y lesiones. Las económicas son cuando el hombre le quitó toditos los enseres de la casa a la mujer, o son los hombres que sacaron a las mujeres de sus casas. Entonces, estamos hablando de 16 casos solo en el mes de agosto, de los 23 que se instruyeron en ese mes.
“Actualmente tenemos 210, menos los siete casos que están entrando hoy, serían 217, más los 320 que tenemos pendientes de años anteriores; tenemos 500 y resto en Penal; 87 en nuevos casos de familia, y estamos cerrando casi alrededor de 70 por pensiones de alimentos con la Ley vieja, los que al último día de diciembre que trabajemos tenemos que tenerlos limpios.
“Me gustaría que Ciudad Darío fuera más unido, que las autoridades trabajáramos más en conjunto, a veces uno trabaja por un lado y la otra por otro lado; si nos uniéramos a trabajar todos en conjunto sería bueno.”
Los linieros contribuyen a combatir el desempleo
María Lesbia Treminio Chavarría, es la Alcaldesa, es profesora y tiene 65 años de vida. Ella expresa que los principales retos de la ciudad son:
María Lesbia Treminio Chavarría.
“El principal reto es desarrollar la cultura y el conocimiento de la obra de Rubén Darío, porque aquí hay un semillero, que sabe de oratoria, poesía, música, danza, todo, todo. Pero no tenemos un lugar donde converjan esos jóvenes para que el día de mañana la cultura se propague y la tomen como propia. Es una de las preocupaciones fundamentales; además de la educación, el desarrollo turístico, porque es indispensable, porque si no hay cultura no puede haber desarrollo turístico. Entonces, debemos enlazar la cultura con el desarrollo turístico, que deben ir de la mano.
“Ciudad Darío tiene una población mayor a los 50 mil habitantes, hay 23 comarcas y 153 comunidades rurales. Hoy recuerdo vagamente la primera escuela del pueblo, pero sí recuerdo bien que había maestros como don Maximiliano Carcache, esos sí nunca se me olvidan, don Pedro Joaquín Mejía, Angélica Leiva, todos esos nombres yo los recuerdo muy bien, quienes eran profesores de esa época.
“Las primeras familias españolas vinieron a una comunidad que se llama Casas Viejas, y Casas Viejas, ustedes saben, se conectaba con León. Vinieron a Darío la familia Torres, la familia Treminio, la familia Matamoros que en esa época eran de De la Torre, pero en el lenguaje corriente, son Torres. Los Matamoros, y los Rivas, los Pastora, los Valle, los Pérez, los Ruiz también; la mayoría de los Ruiz se caracteriza por ser gente blanca, ojos verdes, y se casan entre ellos mismos. Las primeras familias que fundaron Darío, fueron esas, los Castellón, también los Rivas.
“Hay desempleo en el municipio. La actividad económica de Ciudad Darío se está centrando más en los linieros, porque usted sabe que estamos en el corredor seco, no hay producción y la gente se ha dedicado más a ese comercio de traslado que se va en la mañana y vienen en la noche. Darío en el día se ve desolado, porque todo mundo sale, esa actividad ha llegado ya a trascender las fronteras, porque ya ha llegado a Costa Rica, Panamá, Honduras. Linieros registrados hay muy pocos como contribuyentes, pero sabemos que hay empresarios que ya no son de la ciudad, también son empresarios del campo; en el campo tienen gente que maneja líneas, vehículos y rutas especiales.
“Ellos aportan dando empleo, pero a la municipalidad no aportan económicamente; pero ya hemos visto que la gente ha empezado a recuperarse como familia, como individuo, porque antes Darío solo era el centro histórico. Ahora, si se va al centro, se va a ver casas bellísimas, casas con vehículos y gente viviendo bien. Entonces, para los empresarios ha sido algo bueno, pero las entradas al municipio son mínimas. Ser liniero es la única oportunidad de empleo. La gente, como ve la sequía, entonces está emigrando a Managua, a España se ha ido mucha gente; a Estados Unidos ahorita un poco menos. “Esperamos conseguir nuestras metas de desarrollo con trabajo y coordinando a la gente, haciéndola participar, que sea protagonista, no dándoles y dándoles; debe haber una responsabilidad compartida, que compartamos las tareas para mejorar el futuro y progreso de Ciudad Darío.”
Sus retos y problemas
Harvey Úbeda Rodríguez, es profesor y Concejal del Frente Sandinista del Municipio de Ciudad Darío. Él nos cuenta de los retos y los problemas que tienen en el municipio:
“Uno de los retos es, como casi en todo Nicaragua, el problema de desempleo; la gente, para conseguir empleo, tiene que emigrar todos los días a los diferentes puntos del país. Yo digo que Darío es uno de los pueblos más emprendedores de Nicaragua, aquí uno de los principales empleos, son las líneas, aquí hay muchos empresarios linieros que ya existían desde los años 70 algunas personas que andaban vendiendo ropa en un caballito, y visitaban las comunidades; luego se fueron para Tipitapa, y para las otras comunidades aledañas, haciendo el mismo trabajo que hacían los árabes, “los turcos”, como les decíamos.
“Pero ya en los años 80, un grupo de jóvenes que eran ya trabajadores pioneros en eso, fueron a vender otras cosas y así se han ido perfeccionando. Un grupo, por ejemplo, comenzó vendiendo espejos, juegos de cama baratos, y cosas para el hogar. Ahora ya han progresado y diversificado tanto que ya venden cosas baratas para el hogar, pero también ya ofrecen la línea blanca, electrodomésticos, refrigeradoras, lavadoras, televisores de todo tamaño, equipos de sonido, muebles. Todo lo que usted necesita.
“Unos linieros van a pie con su bolso, pero entre la mayoría, una gran cantidad ya hay empresarios que compran hasta 20 camionetas y se las dan a los linieros para que lleven esa mercadería a ofrecerla, a regarla a los diferentes puntos del país, imagínese.
¿Qué cosa es un liniero?
“Un liniero es una personas que visita a sus clientes casa a casa, y le ofrece un producto, con una prima barata, y luego le cobra semanalmente; entonces lo que hace ese liniero en el día, si visita a diez clientes, esa es una línea, y si trabaja toda la semana, puede trabajar hasta diez líneas. Ese es un liniero”.
¿De qué más vive la gente?
“Aquí hay empresarios grandes del arroz, gente que ahora tiene cultivo en el llano de Sébaco como en el llano de Malacatoya; ganadería en todo el municipio, en esas laderas del corredor seco, pero hay unos lugares donde todavía se cultiva el frijol, el maíz, el sorgo añero, y entonces la gente trabaja en la agricultura. También hay zonas como La China, Apompuá y el llano del Sébaco donde siembran arroz y hortalizas, y una zona muy privilegiada que está al oriente del municipio, donde está San Juanillo, El Confort, La Esperanza, La Flor, El Jícaro, donde se cultiva hortalizas, plátanos, maracuyá, cebolla, chiltoma, tomate, pipián, ayote, papaya, todo eso se cultiva y abastece en buena cantidad al Mercado de Mayoreo”.
¿Hay pobreza en Darío, en el municipio?
“Sí claro, hay pobreza, pero también hay fuentes de empleo; un liniero gana muy bien, lógicamente es una personas que trabaja, arriesga la vida, porque meterse a cualquier barrio de Managua va arriesgando la vida, va con dinero, va con mercadería. Y los empresarios de las líneas son los dueños de esas casas que usted ve; los dueños de las arroceras, los comerciantes tienen esas casas muy bonitas”.
¿Cuántos linieros existen?
“Empresarios grandes por lo menos hay unos 30. Se puede decir que hay millonarios en Darío”.
Un problema: las pandillas
“El problema de las pandillas. Hay pandillas en el barrio Revolución, en el barrio San José o Blandón, en el Santa Clara, y cuando se encuentran han cometido asesinatos entre ellos. Aquí el problema es el desempleo, porque a pesar de las líneas, a pesar de los esfuerzos de mucha gente que da trabajo, pero es poco, porque la población es grande. Darío tiene 60,000 habitantes y eso es bastante. Después del Mitch hubo una gran migración del campo a la ciudad, y la llegada de esa gente afectó bastante la cuestión social.
“Estamos implementado la construcción de caminos, ahora ya tenemos caminos de penetración a comunidades que jamás los habían tenido, como Totumblita, Dos Quebradas, Los Encuentros; allá en la zona del Cacao; entonces ya la gente tiene un medio de transporte diferente, no es lo mismo ir a pie en un camino malo que salir en un vehículo, ¿verdad? Ya hay acceso a Trujillo, eso es importante, y algo importante también es la venida de un empresario cubano que está implementando la siembra de tabaco entre Calabaza y Puertas Viejas, en el llano de Calabaza, y esperamos que dé trabajo, porque ahorita solo tiene trabajo de agricultura, pero dice que tiene proyectada la fábrica de los puros. Viene una Maquila al pueblo para ayudarle a la población a que tenga empleo. Darío es un municipio de 812 kilómetros cuadrados, uno de los más grandes de Matagalpa, demasiado grande, y pocas empresas digamos, para recaudar Impuestos; entonces aquí dependemos de las transferencias del gobierno del presidente Daniel Ortega.
“Mientras que aquí recaudamos 8 millones de córdobas, por ejemplo, Sébaco recauda 30 millones, siendo un pueblo pequeñito, porque el comercio y las inversiones de Sébaco son grandes, mientras que así son pocos, ese es el problema, entonces con poco tenemos que hacer mucho. No tenemos ningún banco. En los años 80 tuvimos el Banco Nacional de Desarrollo, pero los bancos están concentrados en la ciudad de Sébaco y no quieren incrementar sus costos, y prefieren estar en Sébaco para captar la clientela de la zona de Sébaco, San Isidro, Terrabona y Darío. Tenemos 36 millones de transferencia del gobierno central y tenemos, Imagínese usted, las demandas y necesidades y tenemos que dar respuesta a tantas cosas que hacer en el municipio, donde naciera Rubén Darío renovador de nuestra lengua, de la prosa y la poesía. Un orgullo no solo nacional sino mundial. Me sueño y me gustaría verla a Ciudad Darío con universidades, con estadios para que la juventud se recree con el beisbol, con el futbol. Me gustaría verlo con sus aguas negras, con el río limpio, me gustaría ver a los barrios en paz, disfrutando de la vida, y me gustaría ver a la juventud trabajando y estudiando. Tengo fe que lo lograremos.”
Fuerte actividad dilectiva en el casco urbano
El Capitán Ramón García, es el II Jefe de la Policía Nacional de Ciudad Darío, tiene 49 años y 32 de servicio en la institución. Él nos relata lo siguiente:
“Darío tiene una población que anda cerca de los 70,000 habitantes. Hablemos del casco urbano y de zonas rurales. En el casco urbano a veces lo que se vive es bastantes problemas de convivencia, de asedio, de faltas penales talvez, porque el Código lo establece. En el área rural el delito mayor está el abigeo, pero también tenemos el problema de accidentes de tránsito que son bastantes, porque es una Carretera Panamericana y se provocan muchos accidentes.
Capitán Ramón García.
“El delito de asalto no es muy común que en el territorio; pero como en todos lados, es parte de la actividad delincuencial, son muchos barrios y hay una gran población que se está moviendo, mucha gente flotante, que pasa, que entra y sale, y es la que incide más en los hechos delictivos; entonces aprovechan esa circunstancia para cometer sus delitos que sí afectan la tranquilidad de la comunidad.
“La violencia intrafamiliar existe; tal vez en estadística no se registre tanto, porque muchos casos están sin denunciarse, pero sí, por la misma experiencia, se sabe que sí existe el delito de violencia contra la mujer. De acuerdo a la Ley que los delitos que percibe las Ley Nº 779.
“Nosotros hacemos los esfuerzos por dar una mejor respuesta a nuestro pueblo, de acuerdo a nuestras posibilidades. El municipio de Darío es grande, y nosotros tenemos diez oficiales para atender a casi 70 mil habitantes. El recurso humano es mínimo para poder hacer una mejor cobertura, una mejor respuesta a nuestro pueblo; pero sí trabajamos y hacemos grandes esfuerzos para dar lo mejor, pero necesitamos mayor capacidad de recursos; es una cuestión que no está nada que es solo en Darío, sino que esto es a nivel de muchos municipios o departamentos. La Policía Voluntaria ha sido una fortaleza para el municipio.
“Otro delito es el abigeo, en la zona sobre la Carretera Panamericana, en lo que es la orilla buscando lo que es Puertas Viejas, zonas para adentro. Se dan problemas entre jóvenes, entre barrios. El consumo de drogas es una cuestión bastante complicada y sí, existe en muchos lugares aquí; pero se está trabajando en eso, se ejecutan planes y se le da seguimiento a toda la información que conozcamos.
“Hay problemas de tomas de tierras, pero son mínimos en Darío, aunque no pudiéramos decir que no existen; pueden existir litigios, peleas por una propiedad, porque existen dos dueños. Yo digo que es mía, él dice que es de él, entonces vamos a dirimirlo en los juzgados.”
Sus personajes
Metapa, hoy Ciudad Darío, es uno de los pueblos más antiguos de Nicaragua, y su desarrollo ha tenido hijos que de una u otra manera le han dado ritmo, color y sabor al pueblo el primero por supuesto es Rubén y después, el sacerdote Carlos Santi; el Comandante Edén Pastora Gómez; el pintor Juan Rivas Alfaro; el profesor Ramón Rivas; la profesora María de Jesús Mejía; Cleofás Artola; don Cástulo Matus; Arturo Matus, quien estuvo de Comandante en La Pólvora, en Granada; Shutzell Praslin; los beisbolistas Porfirio Altamirano, Sandy Moreno y Francisco Rayo; el músico don Timoteo Balmaceda; don Alfonso Zamora; Osman Carcache; don Joaquín Mejía y don Juan Valle.
Tierras de las calabazas: buenas para el tabaco
El ingeniero Marcos Rodríguez, dirige la producción y cultivo de la nueva empresa “Tabacalera Santiago”, asentada en el Valle de Las Calabazas, Municipio de Ciudad Darío. Estas tierras, desde que tengo uso de razón, eran potreros de pobre pasto y vivieron abandonadas llenas de zarzales y espinas. Hoy, después de estudios de suelos, es una empresa pujante y con grandes proyecciones de inversión. De eso nos habla el ingeniero Rodríguez, en la siguiente entrevista:
Marcos Rodríguez muestra el tabaco producido en el valle de Las Calabazas.
“Tengo 20 años trabajando en tabaco y 10 de ellos para la empresa “Tabacalera Santiago”. En la parte económica no le sabría decir, pero sí, de la fuente de empleo; ahorita tenemos 200 trabajadores, porque el tabaco está saliendo. Pero la visión de la empresa es dar empleo aquí en la zona, porque hay desempleo, somos una nueva fuente de empleo.
En la primera etapa se sembraron 5 manzanas, para ver cómo se comportaba el tabaco, tanto en campo como en el secado y nos dio buen resultado; y se amplió a 50 manzanas. Ahora vamos en una primera etapa con 100 manzanas, hay otra etapa a futuro de otras 100 y posiblemente otra tercera etapa de 100 más. Estamos sembrando una semilla que se trajo de Estelí, habano criollo.
“En la primera cosecha del primer ensayo se sacaron 40 quintales por manzana. Aquí, en Las Calabazas, se está experimentando algo nuevo; en la manzana de tabaco le estamos sacando 5, 6 cosechas, ahorita vamos por la sexta cosecha, lo que casi no se hace. Las tierras responden bien.
“Claro, es normal que vaya bajando, las dos primeras nos dieron 30 quintales, han ido bajando a un promedio de 26 quintales por cosecha.
A futuro, la empresa tiene pensado construir un hotel turístico, más que todo, para los clientes y compradores extranjeros; hay muchos clientes que vienen a Nicaragua a comprar tabaco y ellos preguntan siempre dónde y cómo se siembra el tabaco, cómo es la semilla del tabaco, cómo se seca. Entonces, esa es la idea, un hotel donde usted pueda, como huésped, ir a dar un tour a la finca y ver las etapas del tabaco, lo que estamos haciendo aquí.
Una panorámica de la “Tabacalera Santiago”, en Las Calabazas, la cual está creando nuevos empleos.
“No le sabría decir si de Cinco Estrellas, pero sí un hotel con todas las comodidades. De inicio se tienen planeado 20 habitaciones, posiblemente algunas cabañas reservadas, pero de inicio son 20 habitaciones. La empresa desea tener un impacto económico en la población, ayudando a mermar el desempleo. Aquí hay mucho desempleo, y todos los días viene gente a buscar empleo; le puede preguntar al muchacho del registro, todos los días viene la gente a buscar trabajo. Ahorita, toda nuestra gente es de Las Calabazas, y de un lugar que le dicen La Vuelta, aquí para el lado de Las Playitas; ese es el 80% de los trabajadores, otros vienen de Darío. El 80% de nuestros trabajadores son mujeres, el sistema riego es lo que atrae mano de obra masculina, porque la necesitamos para los riegos, pero como aquí el goteo es 100% solo necesitamos unos pocos. Por ejemplo, tenemos para 50 manzanas a 6 personas que son las que nos riegan. Las mujeres son más disciplinadas.”
Se mueren los pinares de totumbla
Jerónimo Rayo Ruiz, nació en la montaña de pinares de Totumbla, comarca de Ciudad Darío, hace 62 años, y sigue viviendo ahí. Los pinares de Totumbla son los árboles de pinos más al sur de Nicaragua. Jerónimo Rayo Ruiz, nos cuenta de sus recuerdos al respecto:
Jerónimo Rayo Ruiz.
“Esa montaña de pinares era una belleza, platicaba mi papá; ahora son pinitos, en ese tiempo eran palos gruesos, pero de repente comenzaron a ponerse amarillos, y de ahí, con el tiempo, se desgajaron toditos. No tuvo presencia MARENA para combatir la plaga del Gorgojo, no había ni motosierras, nadie le ponía mente al problema; de ahí la gente traviesa, les pegó fuego como solución. Nació una nueva generación de pinos, que es esa que usted ve. Una reforestación natural, yo les digo a los de MARENA, que el gorgojo ataca al árbol más el pichón. Yo aquí tengo 200 manzanas y de pino unas 70.
“Hay de dos variedades de pino aquí, amigo, uno de ellos es el Ocarpa. Esta variedad; donde es hondo y no entra mucho viento se desarrolla bastante grande; donde hay viento y peñascaloso tiene mucha rama y se cría chaparro.
“Me contaba mi papá y la gente que vivió en esta zona, que estos pinares se quemaron hace unos 100 años; se necesita atención de MARENA. La gente que vino a trabajar un palo, ya se decía que era despale. Aquí vino el Ejército, vino la Policía, vinieron técnicos a verificar que era plaga de verdad la que había; hasta que ya miraron, MARENA pensó que había que ver si se detenía. La plaga está terminando, yo creo que va a terminar; yo tengo como 30 manzanas que las saneé. Yo me iba con el hacha, el veneno y mis muchachos a trozar, a ver si se detenía, pero fue imposible, y allí está, está atacando. Eso quiere un saneamiento. Los pinares de los otros dueños terminaron, algunas manchitas quedaban; los únicos que tienen, son: don Carlos Tellería y Vicente Balmaceda. Los demás pinares se terminaron.”
Una musa dariana
Bertha Adelma Valle Otero, es una joven profesional que tiene 31 años y nació en Juigalpa, un 14 de enero de 1984, de padre dariano y madre chontaleña, vivió en el exilio desde niña hasta los seis años y medio, hasta cuando sus padres regresaron a Nicaragua y se establecieron en Ciudad Darío, en 1991, hace 24 años. Fue electa Musa Dariana en el año 2000. Hoy, ella rememora y nos cuenta de su experiencia y de su llegada a Darío:
“Cuando llegamos a Darío yo tenía 7 años y era un pueblo semi-rural, tenía pocas calles adoquinadas, y el centro de la ciudad era lo más relevantes, la Parroquia San Pedro, el Parque Central y los dos colegios que estaban administrados por la comunidad de Padres Franciscanos, y las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.
Bertha Adelma Valle Otero.
“A pesar de que el pueblo era tan pequeño, realmente había muchísimas actividades en las cuales podíamos participar, y que eran sanas. Cuando me refiero a lo sano es que era extraño ver, por ejemplo, A grupos de jóvenes en riesgo, en pandillas y mucho menos hablar de drogas o del alcohol, que también era poca. Entonces, ese pueblo con esa ingenuidad me encantaba.
“Otra cosa es, por supuesto, las festividades alrededor de Rubén Darío, y Rubén Darío como una figura cultural, donde nuestra misión era quién se aprendía y conocía más de Rubén Darío, y quienes participaban de todas las actividades culturales en la celebración de Rubén Darío. De hecho, todas las direcciones son: de la Casa Cuna tantas cuadras adonde sea, ¿verdad?
“Por ejemplo, mi casa era de la Casa Cuna Rubén Darío dos cuadras al norte, allí me podían encontrar. Otra de las cosas que yo extraño de Darío, por ejemplo, en mi infancia era la posibilidad de jugar con los chavalos del barrio en las calles, y cuando los chavalos se reunían a jugar, que éramos como 20, 30, de la cuadra; que, además de eso, todos éramos casi familia, porque vivíamos cerca de tres cuadras, y cuando los chavalos se tomaban las calles la gente respetaba eso. Digamos que eran promotores de nuestros juegos, sanos, no había riesgos, no había peligro, y claro, como no había tantos vehículos también, entonces se facilitaba todo.
“Otra de las cosas que también para mí marcaron mi infancia en Ciudad Darío, fue el tema de una visión de comunidad solidaria; si había una promoción, participáramos en actividades de voluntariado, había organizaciones también que nos orientaron.
“Por ejemplo, yo pertenecí a la que se llamaba Sol, Semilla de Enseñanza. Era una organización norteamericana que hizo un Centro donde los niños podían llegar luego de la escuela a hacer actividades extracurriculares, entonces leíamos cuentos, recibíamos clases de música, y con ello se construían también escuelas en las comunidades rurales, las que había alrededor del casco urbano. Eso pues, esas actividades, es lo que creo que ahora no hay tanto y hace falta un montón.
“Mis papás viven en Darío, entonces al menos una vez al mes trato de ir, a veces pasa un poquito más, pero siempre hay una relación con Ciudad Darío. Lo único que ahora voy más de visita adonde mis papás, y no tengo mucho involucramiento con la comunidad, precisamente, porque los espacios de participación, siento yo, que no son tantos.
“Yo creo que la gente de Darío es una gente amable, y hay un esfuerzo por un crecimiento cultural; o sea al menos mi generación, por ejemplo, trataba de hacer cosas alrededor de Rubén Darío, tratar de informarse, de culturizarse, de participar en actividades culturales.
“Había muchos valores, por ejemplo, el dariano da mucho valor a las actividades de carácter artístico. El tema de la Musa Dariana es muy relevante, es un prestigio ser Musa Dariana, y el pueblo dariano reconoce la connotación que hay alrededor de esta celebración. Son personas que tratan, a pesar de las limitaciones, de ser cultas. Esa es mi percepción.
Por ejemplo, el tema de la promoción turística ha sido fácil, precisamente, por esa actitud de la gente dariana de recibir y acoger a la gente que llega”.
¿Y qué sintió Bertha Valle, cuando fue electa musa dariana?
“Yo me sentí la Musa de Rubén Darío. Fíjese que fue linda esa experiencia, porque, claro, uno crece. Imagínese, desde los siete años, vos crecés con los concursos de la Musa Dariana y eso era como el reconocimiento máximo que cualquier joven podía tener en el pueblo; entonces cuando yo participé, era como la culminación de eso que yo había venido viendo desde hace muchos años y, sobre todo, lo más especial para mí, era que no importaba si eras bonita o no eras bonita, verdad, según los estándares de belleza.
Lo que importaba era, precisamente, ser una joven que pudiera transmitir los valores y la relevancia que tiene el Príncipe de las Letras Castellanas.
“Hubo toda una preparación alrededor de qué tanto conocés de Rubén en términos literarios, en términos de su vida y en términos de poder transmitir a otros ese valor que para la ciudad tiene; ser la Cuna del Gran Poeta. Y fue lindo pues, y fue un acontecimiento que definitivamente marcó mi vida, en el sentido que es una referencia hasta la fecha en mi currículo.
“Yo creo que era un poco de todo, en realidad, como le digo no es que la belleza sea lo más importante, pero sí había en el concurso, como en todo concurso, un desempeño que tenía que ver de la parte de la belleza, de la parte de la pasarela, porque igual, hacés tu modelaje, y todo, pero también hubo un momento de entrevistas con los Jurados y tenías que recitar también, porque es parte elemental para exponer el valor de Rubén Darío.
“Yo recuerdo que para decidirme, por ejemplo, qué poema iba a declamar, porque era de los máximos puntajes, encontré un poema un tanto trágico de Rubén que se llama A Margarita de Gautier, y en realidad, creo yo que eso también sumó mucho al puntaje a mi favor, porque fue un poema que no era muy conocido, y claro con una connotación también, pues, trágica. No quiere decir que por lo trágico iba a ganar, pero la manera cómo se declamó, creo que favoreció bastante para esa elección.
“En términos prácticos, así como bien racionales, yo creo que gracias a Rubén Darío, Metapa se convirtió en una Ciudad relevante, al punto pues, que heredamos también su nombre. Entonces, yo creo que realmente la figura de Rubén Darío fue una gran bendición para la ciudad, y es por eso que Ciudad Darío se convierte en una referencia, tanto a nivel nacional como internacional. Lo otro, por ejemplo es, cómo la figura de Rubén se ha impregnado en cada una de las actividades de la ciudad, todo gira alrededor de esa figura, y ha obligado a la ciudad a representar con dignidad, con relevancia lo que Rubén Darío significa.
El Valle de Sanjuanillo, comarca de Ciudad Darío, es un jardín que produce de todo, después que el Huracán Mitch arrastró y enriqueció con tierra orgánica sus pedregosos terrenos.
“Me refiero, por ejemplo, a diferencia de otros colegios, los niños y adolescentes de Ciudad Darío, crecen impregnados de la relevancia de la Literatura, y Rubén Darío también nos hace acercarnos a otros poemas, a otros poetas, y escritores nicaragüenses. O sea, hay un valor por el tema de la Literatura, precisamente por Rubén Darío.
“Y, finalmente, yo creo que el tema económico también, o sea, la figura de Rubén Darío sigue impactando económicamente a la ciudad, después de 100 años de su muerte. Entonces, creo que eso es maravilloso y grandioso, que él aun a 100 años después siga dando retornos a la ciudad.”
El legado de Rubén Darío
La conferencista española y dariana Rocío Oviedo Pérez de Tudela, quien expusiera en el Encuentro Internacional “Rubén Darío en el Centenario de su muerte”, realizado del 1 al 4 de diciembre en Nicaragua, “Rubén Darío como editor de Mundial y Elegancias”, nos expresó sus puntos de vista sobre su legado de la siguiente forma:
“El legado de Rubén Darío es, fundamentalmente, esa renovación que él hace del lenguaje, él juega con el lenguaje en muchas ocasiones; introduce, por ejemplo, anglicismos, galicismos, introduce también otros términos del portugués o del italiano; eso ya es una renovación del lenguaje. Es decir, inventa el chicano antes de que se invente, hay una gran renovación.
“Por otro lado, desde el punto de vista del pensamiento, es un hombre, como he dicho, que tiende a la unidad; fundamentalmente, lo que él persigue es el unir todos los conceptos, es integrar todos los conceptos en su vida, igual que intenta unir las generaciones como lo hace con el Modernismo.
Rocío Oviedo.
“Igual que intenta desde el Simbolismo unir el Lenguaje, el símbolo, en realidad, es una unidad, dos métodos distintos se juntan y se convierten en uno solo. Con ese concepto de unidad que tiene el símbolo, que lo coge desde el lenguaje, lo amplía después a toda su vida a la puesta en política, a la cuestión amorosa que, desgraciadamente, no logra el símbolo amoroso de la unidad, porque siempre, bueno, se muere, o no es su alma gemela, o está a la distancia, o no es lo que él pensaba. Siempre tiene ese inconveniente, pero también la genialidad de poderlo superar en cuanto al tema amoroso.
“Y desde el punto de vista de lo que es la literatura, es un hombre que aglutinó a su alrededor a un montón de escritores. En las cartas del archivo Rubén Darío se advierte, a pesar de las polémicas que suscita, por todo el tema de los Estados Unidos, las repulsas que hace a la Bombona, a su actitud, porque, bueno, él piensa que con la Salutación al Águila, se ha puesto de acuerdo con el país que para ellos es invasor en realidad, y sin embargo, él siempre perdona, siempre olvida. A pesar de su enfermedad, a pesar de poder encontrarse mal, es un hombre fundamentalmente bueno, también en sus relaciones que trata de conseguir esa unidad.
CUANDO EL REY DE ESPAÑA SE DIGNO A RECIBIR A RUBÉN DARÍO.- El 2 de junio de 1908, S. M. el Rey, se dignó recibir en audiencia particular al Sr. Rubén Darío, quien, previamente anunciado por el Primer Introductor de Embajadores Excmo. Sr. Conde de Pie de Concha, tuvo la honra de poner en manos de S. M. el Rey las Cartas en que el Presidente de la Republica de Nicaragua le acredita en calidad de Representante de dicha República en esta Corte. Rubén, pasó a las habitaciones de S. M. la Reina Doña Victoria Eugenia y de S. M. la Reina Doña María Cristina. Esta nota salió en la portada de la Gaceta de Madrid, el 4 de junio 1908.
“Por eso, creo que el mejor legado que nos deja, y por eso lo he dicho, es la unidad. La unidad borra las diferencias, o permite aceptar al otro, que es muy importante; entonces, eso facilita la convivencia a todos los niveles, y somos seres humanos, tenemos que convivir.”
Muchos españoles lo rechazaron y otros lo admiraron
Sentí tener mucha ignorancia de la obra de Rubén Darío, después de escuchar quince ponencias inéditas y cinco conferencias magistrales de estudiosos y expertos sobre la obra del genio, la que fue organizada para conmemorar los 100 años de su muerte, por la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua y la Asamblea Nacional de Nicaragua. Cien años que se cumplen el 6 de febrero del 2016.
Carta de Rubén Darío al poeta español Miguel de Unamuno.
Nacido por casualidad en un pueblo humilde de Metapa, iluminó con su pluma y casta de gallo fino el firmamento de Nicaragua y del mundo de las letras de habla hispana. Viajó sin recursos y cruzó las fronteras de América y Europa, donde absorbió conocimientos y cultura universal y con su genio ayudarse a revolucionar el habla hispana dándole otro sabor, ritmo y armonía, que lo hizo merecedor del título de “Príncipe de las Letras Castellanas”.
Vivió de su trabajo periodístico. Pero lograrlo no fue fácil, pues su vida fue trágica, estuvo llena de estrechez económica, fracasados amores, falsos apoyos y, sobre todo, de la envidia de muchos intelectuales de su generación que lo atacaron con criterio racista, como Miguel de Unamuno. Después de haberse expresado despectivamente de Rubén Darío, aclaró los términos en que lo había dicho:
«Con esta lengua que el Demonio nos ha dado a los hombres de letras, dije una vez delante de un compañero de pluma, que a Rubén se le veían las plumas -las del indio- debajo del sombrero; y el que me lo oyó, ni corto ni perezoso, esparció la especie, que llegó a oídos de Darío.»
El DECRETO 3467/1963 de 28 de noviembre, sobre creación del Patronato del Seminario-Archivo RUBÉN DARÍO: “La necesidad de institucionalizar el honor y el recuerdo que debe España al gran poeta nicaragüense Rubén Darío, que elevó a alturas inmarcesibles la lengua castellana en versos por los que habla el espíritu común de los pueblos hispánicos, aconseja la creación de un Patronato en el que se integren las actividades y medios de investigación rubendariana, manteniendo y ampliando la obra actualmente realizada y procurando su instalación adecuada, su entronque con el ámbito universitario y su más extensa proyección en los sectores culturales y sociales de España y América”. Así lo expresa el DECRETO firmado por el dictador Francisco Franco y el Ministro de Educación Nacional, Manuel Lora Tamayo. Fue publicado el 17 de diciembre de 1963.
A eso, Rubén había respondido en una carta, con fecha 5 de septiembre de 1907, dirigida a Miguel de Unamuno, desde París, diciendo:
«Mi querido amigo: Ante todo, para una alusión. Es con una pluma que me quito debajo del sombrero con la que le escribo. Y lo primero que hago es quejarme de no haber recibido su último libro. Podría haber diferencias mentales entre usted y yo, pero jamás se dirá que no reconozco en usted –sobre todo después de haberle leído en estos últimos tiempos- a una de las fuerzas mentales que existen hoy, no en España, sino en el mundo.»
Rubén Darío con su sombrero.
Y finaliza con estos dos párrafos:
«La independencia y la severidad de su modo de ser, le anuncian para la justicia. Sobrio y aislado en su felicidad familiar, debe comprender a los que no tienen tales ventajas…
«Usted es un espíritu director. Sus preocupaciones sobre los asuntos eternos y definitivos le obligan a la justicia y a la bondad. Sea, pues, justo y bueno»…
Los periodistas y periódicos lo ignoraban queriendo minimizar su grandeza. En su última visita a Madrid, la prensa española quiso ignorar a Rubén Darío, a lo que su amigo y poeta español Juan Ramón Jiménez, le rinde un saludo en homenaje en una carta publicada en Helios, diciendo:
“Rubén Darío ha estado en Madrid. Es lamentable el silencio de la prensa. Los periodistas -que todo lo saben- han debido saber o adivinar que Rubén Darío estaba en Madrid. Cuando vienen y se van tantos príncipes ignorantes y tantas princesas sin ritmo, los que leen periódicos tienen buen pasto real. Cuando viene un poeta, un gran poeta… ¿es que se callan de emoción? Claro está que a Rubén Darío no le quita el sueño la prensa de Madrid. Todo su mérito lo lleva dentro de su mismo corazón.
“La gente sigue ignorando quién es Rubén Darío. Rubén Darío es el poeta más grande que hoy tiene España. Grande en todos los sentidos. Desde Zorrilla nadie ha cantado de esta manera. Y aún el mismo Zorilla abusaba de las notas gordas. Este maestro moderno es genial, es grande, es íntimo, es musical, es exquisito, es atormentado, es diamantino.
“Tiene rosas de la primavera de Hugo, violetas de Bécquer, flautas de Verlaine, y su corazón español. Vosotros no sabéis, imbéciles, cómo canta este poeta. En la sombra de una de estas noches, ha sonado en Madrid su voz, y su voz decía palabras nuevas, versos divinos sobrenaturales, versos de auroras y mujeres, cosas sutiles y fragantes. Pero en su voz, es su voz la que sabe cantar sus canciones; su boca tiene la nota con cada palabra ha nacido, el matiz de cada medio tono, esa dulzura de las flores, esa lenta sonoridad, esa elegancia…El maestro ha estado entre nosotros.”
Así escribió el gran poeta español Juan Ramón Jiménez, su definición de la calidad poética de Rubén Darío, y su crítica a la vez por haber sido ignorado por la prensa madrileña.
A cien años de su paso a la inmortalidad, los nicaragüenses estamos en permanente deuda con el genio. Debemos apropiarnos de su obra, para conocerla y promoverla. Es Rubén Darío, junto al General Augusto C. Sandino, un forjador de nuestra Identidad Nacional. Vale la pena señalar que hoy con la nueva reforma constitucional, su nombre se rescató y dignifica en el Preámbulo de la Constitución Política de Nicaragua.
“NUESTRO GRAN DUELO”, así tituló LA GACETA, Diario Oficial de Nicaragua, la muerte de Rubén Darío en su portada del lunes 7 de febrero de 1916. El Editorial fue escrito y firmado por Arturo Elizondo.
“El gran legado de Rubén Darío, es toda su obra, de la cual apenas se conoce el 40% de ella”, nos dice el doctor Jorge Eduardo Arellano, Secretario de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua.
Estoy seguro que la mejor manera de enaltecer a Rubén Darío, a un siglo de partida, es conocer mejor su obra, apropiarnos de ella y trabajar para promoverla entre las nuevas generaciones.
FUENTES: Informe de la Visita Apostólica, Topográfica, Histórica y Estadística de todos los pueblos de Nicaragua y Costa Rica, hecha por el ilustrísimo señor don Pedro Agustín Morel de Santa Cruz, Obispo de la Diócesis en 1751; La Población de Nicaragua (1748-1867) de Mercedes Mauleón Isla, M. M. B.; Caracterización del Municipio de Ciudad Darío; Tierras Solares, de Rubén Darío; Autobiografía de Rubén Darío; Gaceta de Madrid y Gaceta de Nicaragua. Agradecimiento a los amigos Harvey Úbeda y Álvaro Montes, por todo su apoyo.
(*) Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío
(Este articulo fue publicado en Diciembre del 2015 en la edición 105 de Gente de Gallos. A los 100 años de la muerte del poeta Rubén Darío.).