Carta abierta a la ciudad de LEÓN


Grabado de la ciudad de León

Masatepe, 12 de octubre de 1999

Aunque somos gallo indio, plumudo y media raza, no nos corrimos al ruido de los caites. Fue el indio el que nos hizo mantener en el punto. Y aunque no logramos lo mejor. Sí tratamos de hacer algo a la altura de LEÓN.

Fue imposible recoger en dos trabajos toda su historia, no porque se nos hayan olvidado los hechos y el quehacer del pueblo leonés, ni sus personajes populares como «Melisandro» o la «Loca Esmeralda». la Tula Cuecho, SUS cantinas famosas como El Sol de Media Noche o La Peña del Tigre, o su famoso prostíbulo como «La Rueda Chata», que nos recordó la dama Doña Yolanda Padilla, esposa del dariano Don José Jirón Terán, o sus miles de eminentes profesionales incubados en el criadero de León.

Pero encontramos con que 475 años después de la fundación de la ciudad por Don Francisco Hernández de Córdoba, «La Sombra de Pedrarias» está latente y en muchas cosas el tiempo se ha detenido y hoy, a 507 años del «encontronazo» cultural de los nicaragüenses con la España europea, la cuenta está como al principio: en saldo rojo.

El repaso de nuestra historia demuestra que los nicaragüenses hemos vivido una sarta de proyec­tos, tanto liberales como conservadores, somocistas, sandinistas y tecnócratas, fracasados u obli­gados a fracasar, que nos han llevado ahora, en este mes y este año, a ingresar de cabeza en el club de los miserables: el HIPC.

«Humano es errar, pero sólo los estúpidos perseveran en el error”, escribió Marcus Tullius Cecero, 106-43 a. de C.

Y nosotros, dos mil años después, seguimos errando ¿Será que nacimos estúpidos con la cruza hispana? O es que vivir errados será la historia de nuestra INDIOSINCRACIA? ¡Espero que NO!

Los conquistadores cumplieron al pie de la letra en Nicaragua con la expresión aquella de: «indio, culebra y zanate, manda la ley que se mate», y lo hicieron tan bien que en menos de 20 años exter­minaron a más de medio millón de nicaragüenses. Los «encomenderos» españoles acabaron con toda la vida, el oro, la plata. El tabaco, la papa y la madera.

¡Hoy, los nuevos CONQUISTADORES de las transnacionales mineras, ya tienen en su poder más de siete millones de manzanas de nuestras tierras para su explotación…! ¡con todas las de ley!, aproba­do por nuestros «Padres de la Patria». Mientras los pobres «paracaidistas» son expulsados con sus HIJOS y sus DESGRACIAS de las tierras de sus ancestros nicaragüenses, ahora en manos de extran­jeros o TRANSNACIONALES.

calle de San Juan, León. Grabado del siglo pasado (tomado del cuaderno número del instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica.
Calle de San Juan, León. Grabado del siglo pasado (tomado del cuaderno número del instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica.

Hemos tenido una historia negra, de martirologio, crímenes, violaciones, vendetas políticas. Destierros, desgobiernos, usurpados y forzosos, presidentes gringos y GRINDIOS, mercenarios y re­voluciones fracasadas.

Pero si como todo GALLO FINO, tenemos todavía un poquito de vida, saquemos la pelea del fondo y digamos no a la enajenación de la nación, sus tierras, minas, playas, pesca, entes autónomos e incluso la fuerza laboral, para que lo poco que nos queda sea para los hijos de los NICARAGÜEN­SES. ¡Y que otro gallo nos cante en un futuro inmediato! En el tercer milenio.

Ojalá no sigamos ERRANDO y nuestro gobierno y sus funcionarios actúen de forma patriótica, y no como empleados del Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial o las transnacionales ¿O será que estos indios-blancos están aliados ya con los nuevos CONQUISTADORES?

¿O es que los nicaragüenses seguiremos viviendo nuestra EDAD MEDIA en el tercer milenio?; ¡Ya no le echemos la culpa a nadie, los culpables somos nosotros, los leoneses y nicaragüenses que hemos apoyado por acción u omisión esta cadena de PROYECTOS FRACASADOS!

¡Hagamos algo nuevo! Porque lo viejo aquí y ahora, son todos los nuevos ricos. Lo nuevo seria que no hubiera más pobres, pues a nuestros «pobres» pobres en NICARAGUA nadie los quieren, mucho menos las transnacionales, peor los políticos y gobiernos aunque hablen y salgan a pedir en su nombre. Construyamos un país de oportunidades para los nicaragüenses de -trabajo, educación, salud, respeto y justicia para todos- y no de OPORTUNISTAS.

Eso sí los españoles nos dejaron muchos gallos y de casta. Y aunque no los heredaron a todo el mundo, menos a los indios, nos los dejaron, y se lo agradecemos, porque son finos y buenos GA­LLOS. Nuestra próxima Edición Especial estará dedicada a los 475 años de la ciudad de Granada, a sus fiestas y galleros: Esperamos no estén celosos por las dos de León y desaten otra guerra legi­timista por culpa de «Gente de Gallos». Cuidemos nuestra Nicaragua, que es gallina fina, como sólo hay una: NICARAGUA. Y podamos cantar en cualquier patio ¡Viva León Jodido!

Mano Tapia – Director