Texto y Fotos de Mario Tapia
Después de leer los excelentes artículos que nuestros amigos galleros escribieron con todo cariño para la afición nicaragüense y los galleros del mundo, en esta Edición Especial sobre el manejo y cuido del gallo, queremos agregar algo sobre el AURA, el gallo y otras cosas.
Muchos gallos comen mejor que los hijos
Hay gallos en los cuatro puntos cardinales del país. El año pasado, de los Estados Unidos entraron miles de gallos sin contar con la cantidad de gallos provenientes del Caribe. América del Sur y España. Hay que resaltar que ahora los gallos, en su mayoría, están en manos de gente humilde, y en hogares pobres, en donde muchas veces come mejor el gallo que los hijos o la familia.
Muchos de estos hogares llegan al fin de semana esperanzados en ganar sus gallos para llevar el sustento a sus hijos y a sus gallos. Yo conozco muchos. Tener y criar gallos siempre ha sido caro, pero más ahora por el empobrecimiento general en que nos encontramos, pues ya no somos “el granero de Centroamérica”.
El que vive con gallos
Lo anterior nos indica también que los que más se preocupan por entrenar, y preparar sus gallos, son los galleros y cuidadores que viven de los gallos, en su mayoría gente humilde y pobre.
En Nicaragua existen centenares de personas y familias que viven de sus gallos y de la preparación de los mismos. Hay quienes les cuidan a dos y tres criadores distintos, como don Pablo Herrera, de Somoto; Trinidad Cruz “Pata de Chicle” y su hermano Roberto Cruz, “Colón”, de Managua, tantos otros más que están diseminados por todo Nicaragua.
No es lo mismo
No es lo mismo tener un cuidador, por muy bien pagado que sea, que cuidar uno de sus propios gallos. Si usted quiere llevar o meter un cuidador a su casa, y cuartel de gallos, debe estar convencido de que el entrenador, (cuidador o pastor) antes de todo, es honrado, que le guardará fidelidad y respeto. Debe asegurarse de que él ama a los gallos, que los estima y les quiere. Que sepa el manejo y conozca la psicología del gallo.
Usted debe asegurarse de que no les golpee a los gallos, y sobre todo, que después de jugar cure bien sus heridas. Si usted tiene un cuidador que cumple con eso, usted se sacó la lotería, si no, despídalo. Es así.
Los gallos de arma larga (o pulgada) se crían y juegan en Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. En Perú y Las Filipinas también se juega gallo de arma aún más larga. En Las Filipinas se usa la “filipina” y en Perú «La Hoja de Olivo”. En la gráfica, el gallero mexicano Vicente Cisneros (izquierda) y Bayardo Conrado (Charía).
El cuido comienza con los buenos padres
Si el gallo tiene o tuvo buenos padres, si es buen gallo, si comió bien, si fue sano toda su vida, si fue bien entrenado, si lleva una navaja con filo y bien puesta, su gallo tiene muchísimas probabilidades de lograr la victoria. A menos que el gallo contrario sea mejor y lo supere; aunque son pocos los galleros que reconocen las virtudes del gallo adversario.
La energía positiva
Estoy convencido de que lo mejor para un gallo a la hora del combate, es que lo suelte el gallero que lo maneja o entrenó al gallo. ¿Por qué? Porque el gallo está acostumbrado al calor y al AURA del gallero que lo alimenta, toca, estima y lo entrena. El gallo sabe quién le da de beber y se siente protegido por el gallero y su AURA e irradiamos energía positiva o muchas veces negativa.
Según el Diccionario General Ilustrado de la Lengua Española el aura es: “Atmósfera inmaterial que rodea a ciertos seres”. Nosotros creemos que, al gallo, como ave mágica, también tiene su AURA.
Hay que querer al gallo
El veterano preparador de gallos, Miguel Vega afirma que: “El éxito de un buen cuidador es tener admiración, cariño y amor al animal, aprende de él, y saber del respaldo que tenemos en el gallo y la capacidad del gallo. Los triunfos que cosecha el cuidador son el fruto de la buena calidad del gallo. En Nicaragua, estamos jugando unos gallos que no existen en otras partes del mundo, gallos que juegan a línea y media, dos líneas y dos líneas y media de navaja de filo. Por lo tanto, tenés que trabajar como cuidador más fino, castando mejor, preparando mejor y seleccionado a cada instante lo mejor. Para mí lo más recomendable es que el cuidador suelte al gallo”.
Si no queres a los gallos ni te metas a cuidarlos
Para Alonso Reyes Quezada, “El Pollo”, posiblemente uno de los más destacados cuidadores de gallos de navaja larga de Nicaragua en los años 60 y 70, afirma: “Si no tenés amor y no querés a los gallos, ni te metás a cuidarlos. Para que el gallo responda en el cuido hay que darle amor y cariño, que el gallo se sienta seguro y estimado. Lo mejor es aquel que el cuidador suelte el gallo”. Por las manos de Reyes Quezada, viejo gallero masatepino, han pasado miles de gallos en su larga vida de cuidador de gallos, tanto criollos como importados.
El gallo debe comer de todo
“Ve, Mario –me dijo un día doña Aura Mercado Gutiérrez de Casco–, a vos, que te gustan los gallos, sabés qué les daba de comer mi papá a sus gallos de pelea (don Teófilo Mercado, abuelo de Sergio Ramírez Mercado): gusanos. Recuerdo que compraba un mondongo cada cuanto día, lo guindaba de un árbol en el centro de la finca y lo dejaba podrirse, a los pocos días, el gusano estaba cayendo al suelo y los pollos comiendo: veras qué gallos más fuertes eran”.
Un buen soltador del gallo es vital. En la gráfica, Hildebrando “Checho” Blandino, de Jinotepe, y Sergio Ramos Castillo “El Zurdo”, de Estelí, pican sus gallos.
El gallo debe comer lo que le guste
Don Héctor Barquero Gutiérrez, gallero masatepino, señala: “Yo he preparado al gallo con el método de 15 días del yanqui mister Ereal Rolling, y siempre me ha dado resultado. Antes de todo, el gallo debe tener raza, debe estar desparasitado, despiojado y en su segunda pluma; o sea, debe ser un gallo adulto.
El gallo debe comer bien a la misma hora, y lo que a él le guste, si no quiere de una comida hay que darle de otra. El gallo de navaja larga hay que jugarlo hasta que tiene el pecho como la rabadilla de un conejo, redonda. El éxito del cuidador es poner en punto al gallo con una gran viveza y briosidad; que no se quede viendo el reloj a la hora de soltarlo y que el gallo sea capaz de matar a su adversario en el primer encontronazo, pues la mayoría de las peleas de navaja larga se definen en los primeros instantes.
“En Nicaragua hubo buenos cuidadores de gallos en el pasado, pero muy pocos; recuerdo a Armando Salguera, Manuel “El Gallito”, ambos granadinos y Manuel “Malillo” Castillo, de Managua. Yo ahora no juego mis gallos porque no puedo ni agacharme, pero yo creo que el gallo debe jugarlo el que lo cuida, pues el gallo como que sabe quién lo quiere”.
No haga locura con su gallo
No una vez en mi vida de gallero, me han dicho o he oído decir: voy tanto a tu gallo, pero si lo juego yo, y que lo arme zutano o perencejo. Muchos galleros por la imperiosa necesidad de completar el dinero de la apuesta, le dan a jugar o armar a cualquier desconocido su gallo, más no saben que lo que están exponiendo a una casi segura derrota. De nada sirve haber cuidado tanto tiempo un gallo para cometer semejante locura a última hora. El apostador tiene más seguro su dinero cuando juega el gallo el cuidador del mismo.
Una locura más
Otra locura que cometen los galleros es que después de cuidar un gallo por largos meses o años, no aprenden a ennavajar sus gallos ¿Quién podrá defender su gallo y su dinero? Por supuesto, el dueño del gallo. Esto quiere decir que lo más recomendable para cualquier gallero es que aprenda a ennavajar sus gallos o que alguien de suma fidelidad le armen un gallo. Hay ennavajadores que por ignorancia o unos centavos más pueden armar mal un gallo.
Otra más
Otra locura que cometen muchos galleros, es que además de dar a armar un gallo a un desconocido, no son capaces de comprar una buena navaja y ponen una lata vieja en la pata del gallo. ¿Cómo es posible que un gallero que va arriesgando 100, 200, 300, 500 o mil dólares a la pata de un gallo, no pueda comprar una navaja de calidad? Muchos gallos he visto perder porque la navaja que está usando el gallo durante la pelea estaba despuntada o quebrada, y es hasta que el juez llama a prueba es que se dan cuenta que la misma estaba dañada, y ya su gallo está moribundo o muerto.
Los gallazos
Tengo en mi poder varias cartas de amigos que se han retirado y otros que quieren retirarse de los gallos, por los “gallazos” promovidos presuntamente por algunos enemigos de nuestro deporte. Me han contado y escrito que hay galleros que están echando sus gallos, incluso como perdedores y apuestan en su contra. Eso no es de gallero, sino de delincuentes.
Un buen juez
Ahora que la nueva Ley General de Turismo entre en vigencia, y que obligatoriamente tendrá que reglamentarse los Coliseos, galleras y peleas de gallos en Nicaragua, debe ser una buena oportunidad para que los amigos que les gusta el trabajo de impartir justicia se organicen, y a su vez, mejoren su capacidad y conocimientos en el mismo.
En los Estados Unidos, México, República Dominicana, Puerto Rico y otras partes de América del Sur, existen asociaciones de impartidores de justicia, los cuales reciben una credencial autorizada por los organismos correspondientes que los respalda para realizar su trabajo y tener un salario digno, de acuerdo a la calidad del torneo y el nivel de la gallera.
En Nicaragua hay que impulsar lo anterior para evitar suspicacias e incidentes que se presten a malas interpretaciones, y así mejorar la calidad del espectáculo. Lo anterior evitaría que cualquier desconocedor de las reglas gallísticas tome una campana en cualquier gallera.
Debe haber repesaje en el redondel
En los años 60 del siglo pasado, se introdujo la pesa en los gallos de pelea, y fue el leonés don Arturo Lacayo, quien comenzó con esa sana medida. Hoy creemos debe comenzar a implementarse el repesaje dentro del redondel. Toda gallera debe tener una balanza dentro del redondel para evitar el cambio de gallos y la desconfianza y suspicacia de los “amigos” apostadores.
Ojalá podamos
Ojalá muy pronto podamos tener en las grandes jugadas laboratorios veterinarios para evitar lo que es vox populi, de que hay algunos “gallaceros” están usando sustancias prohibidas en las peleas de gallos, para alzarse con la victoria.
«Le recomiendo que juegue en equipo», me dijo un día el gallero mexicano don Douglas Tavira. En la gráfica, Douglas Tavira, nuestro director Mario Tapia, Neri Molina, Rogelio Molina y un amigo gallero mexicano del equipo de Douglas Tavira.
Después de esta edición
Estamos seguros de que después de esta edición, muchos viejos y nuevos galleros aprenderán algo y mejorarán sus técnicas en el cuido y preparación del gallo de combate. También estoy seguro de que muchos seguirán creyendo en tabúes y creencias milenarias para la preparación de sus gallos, en los efectos de la luna, los colores y las cábalas.
Finalmente, me pregunto ¿qué dirían y que harían mi abuelo Máximo Tapia Centeno, mis tíos Félix Manuel, Alfredo y Lorenzo “El Arisco” Gutiérrez Tapia, Francisco Tapia Tapia, Humberto Tapia Moncada, el General José María Moncada Tapia, don Emilio Gutiérrez, Camilo Gutiérrez Sánchez, Sinforiano Gutiérrez Barquero y todos sus hijos Carlos, Paco, Pablito, Toño y todos los viejos galleros masatepinos como: Ezequiel Sánchez, don Edmundo Sánchez, don Matías Martínez, Trinidad Gutiérrez Sánchez, Manuel “Chile” Gutiérrez Flores, don Félix Gutiérrez Gutiérrez, Félix y Tomás Gutiérrez Barquero, don Alberto Sánchez Brenes, Alberto “Palemón” Brenes Boniche, don Teófilo y Eleazar Mercado, Carlos “Pollo” Reyes, don Chico y Pedro Barquero y toda su descendencia, don Manuel Méndez y su hijo José, Dámaso Barquero, Juan “Llorón” Gutiérrez, Victorino Rosales, Toñín Medrano, Adolfo Cabezas, don Juan y José Mercado, Roberto, Ronaldo y Rigo Arévalo, Carlos Ortiz, con una revista llena de artículos de consejos, técnicas, manejo y entrenamiento de gallos? Lo más seguro es que estarían poniendo en práctica lo que desconocían.
Estoy seguro de que el único que seguiría implementando sus viejas técnicas y criado su gran variedad de gallos sería Moisés Boniche, quien afirmaba que tenías gallos corre y vuelve, de medio vuelo, de vuelo entero, el vómito de perro y el quiebra pelo. De lo que estamos bien seguros, es que todos estos viejos galleros masatepinos con todos estos métodos y consejos serían los más ganadores de Nicaragua, porque al final de cuentas, si el gallo es un atleta y el deporte de los gallos es un arte y no un juego de azar, debe ser preparado como un atleta para hacerlo un seguro triunfador.
Articulo de la Revista Cultural Gente de Gallos, Enero-Febrero 2016