Santo Domingo de Guzmán no es su Patrón


El señor Domingo Pérez estampa un tremendo beso a la pequeña imagen de Santo Domingo. Pérez era miembro del comité tradicional de cargadores de Santo Domingo. (Foto del archivo del recordado Hugo Hernández Oviedo)

Texto de Mario Tapia

El Apóstol Santiago es el verdadero patrón de Managua desde antes de su nacimiento como Villa el 24 de marzo de 1819, en las postrimerías de la independencia de Centro América, cuando el Rey Fernando VII le concede al pueblo de Santiago de Managua dicho título, por supuesto antes de ser nombrada capital de Nicaragua el 5 de febrero de 1852.

Hay quienes afirman que dejó de celebrarse al Apóstol Santiago con el fervor que le caracterizaba a partir del terremoto de 1885 que destruyó la Iglesia del Apóstol Santiago, año en que fue presuntamente “encontrado” Santo Domingo de Guzmán, y más aceleradamente a partir del 31 de marzo de 1931.

La lucha política tras la separación del Estado – Iglesia, durante el Gobierno Revolucionario del General José Santos Zelaya López, durante sus 17 años de gobierno a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, fue determinante para que hoy la diminuta imagen de Santo Domingo de Guzmán de las Sierritas de Managua, sea el gallo de las fiestas patronales de la Capital y la más celebrada. En esa época, la fiesta a Santo Domingo se celebraba el cuatro de agosto, pero ahora la Iglesia Católica la trasladó al ocho del mismo mes.

Por otro lado, los jerarcas de la Iglesia Católica todavía no se deciden a declarar a Santo Domingo de Guzmán como el patrono de Managua, nombrado de hecho por la población y la tradición popular desde los últimos 70 años.

Hace 117 Apareció la Imagen de Santo Domingo de Guzmán.

Como fue común en los años de la conquista española, una de las formas de penetrar la evangelización y transculturización entre los aborígenes nicaragüenses, fue la de hacer aparecer imágenes de todo tipo, tamaño y color. Uno de los últimos aparecidos fue, precisamente Santo Domingo de Guzmán en 1885, cuando los aborígenes celebraban sus festividades alrededor de la deidad creadora de todas las cosas QUETZALCÓATL, el primer patrón precolombino de los managuas.


Foto tomada de internet

Santo Español.

Un 24 de junio de 1170 nació Santo Domingo de Guzmán en el pueblo de Caleruega, España. Desde los siete años comenzó su vida religiosa bajo la tutela de su tío y sacerdote Gumiel de Izán. Su padre, Don Félix Guzmán, fue gobernador de Caleruega y su madre fue la Beata Juanita de Aza. Los dos eran muy devotos e influyeron mucho en la vida de sus otros dos hijos, Antonio y Manés quienes también se dedicaron a la vida religiosa.

Santo Domingo de Guzmán fue canonizado por el Papa Gregorio IX un tres de junio de 1234, y el Cardenal Ugolino afirmó ese día que estaba tan seguro de su santidad como la de San Pedro y San Pablo.

La beatificación de Juanita de Aza fue producto de la solicitud del Rey Español Fernando VII, confirmándose en 1828 su pedido, siendo Aza una de las pocas madres de Santo alguno con tal grado. A los 14 años de edad, Santo Domingo se marchó a la ciudad de Palencia donde estudia Artes Liberales, Humanidades Superiores, Filosofía y Teología, convirtiéndose en un destacado profesor de la Universidad donde estudio.

Mingo: Gran Predicador

Tras su ordenación sacerdotal, se desempeñó durante varios años como canónigo en la Catedral de Osma, y en 1207, durante una visita al Sur de Francia observa la proliferación de las sextas religiosas, lo que lo motiva a iniciar una larga jornada de predicación del Evangelio de la Santa Biblia con gran fuerza, sabiduría y humildad.

En 1216 la Orden de los Predicadores mediante el Decreto Cristiano del 22 de Diciembre del mismo año emitido por el Papa Honorio III. Ya establecido en Roma, Santo Domingo fundó varios conventos en Segovia, España, otro en Madrid que aún lleva su nombre, y otros en varios países europeos, lo que lo convirtió en uno de los hombres más destacados de la Edad Media del Cristianismo.

Fundador del Rosario.

Santo Domingo de Guzmán fue un devoto de la Virgen María a quien dedicó el Santo Rosario conocido hasta hoy.

Su primer Milagro.

Dice la historia que en 1218, estando en el Convento de San Sixto en compañía de tres Cardenales, la abadesa y muchas religiosas, llegó un mensajero con la triste noticia de la muerte de un joven de nombre Napoleón, sobrino de un Cardenal de apellido Stephen, tras caerse de un caballo.

Santo Domingo ofició una misa de cuerpo presente, ya ante la mirada atónita de los cardenales, las monjas y la abadesa, exclamó: “Napoleón, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo te mando que te levantes”.

Cuenta la historia que Napoleón resucito y que todas sus heridas sanaron. En Managua y toda Nicaragua, se le atribuyen a Santo Domingo centenares de milagros.

“Quien domina sus pasiones: es amo del mundo”

Un seis de agosto de 1221 murió Santo Domingo de Guzmán a la edad de 51 años, producto de una disentería, dejando tras de sí uno de los más grandes ejemplos de humildad y ayuda a los pobres. Historiadores afirman que murió en la cama del hermano Moneta, pues no tenía cama propia y con un traje del mismo hermano, pues por su promesa de humildad no tenía segundo traje. El beato Jordán de Sajonia escribió: “Lo único que podía turbar la serenidad de su alma era el sufrimiento ajeno.

El rostro de un hombre revela si es feliz o no. El rostro amable y transfigurado de gozo de Santo Domingo, revelaba la paz de su alma.


La gráfica tomada la noche del 31 de Julio del 1969 capta a los participantes de una demostración artística en ocasión de la coronación de la «India Bonita» y «El Coloquio» en las Sierritas de Santo Domingo. Se puede apreciar entre ellos al recordado Hugo Hernández Oviedo, Doña Irene López y su conjunto Folclórico, los Hermanos Palacios y su marimba y miembros del trío «Los caciques» (Foto del archivo del recordado Hugo Hernández Oviedo)

La aparición de “Minguito” en las sierras.

Cuenta la historia que en 1885 en las sierras de Managua, mientras el campesino Vicente Aburto labraba la tierra en una finca del Sr. Inocente García Lara, encontró en la cavidad de un árbol de madero negro la pequeña estatuilla de Santo Domingo de Guzmán, cuando cortaba madera para hacer carbón.

Como en ese entonces en las Sierras no existía ni iglesia ni ermita, Vicente, su esposa Cirila y un grupo de campesinos y dueños de fincas de la comunidad se encaminaron a la capital para contar semejante hallazgo y acontecimiento. Tras conversar con el cura de la iglesia de la Virgen de Candelaria, la pequeña imagen quedó ahí, pero según la leyenda la pequeña imagen volvió a aparecer en el mismo lugar, y nuevamente ante Vicente. Este año se cumplen 117 años de su aparición.

Ante tal acontecimiento, el sacerdote de la Iglesia de Candelaria recomendó trasladaran la imagen a Las Sierras y le construyeran una ermita. Algunos historiadores afirman que eran los managuas los que iban cada mes de agosto a Las Sierras cargados de comidas, y en sus carretas adornadas con flores y papelillos de distintos colores, y otros iban a caballo a pagar las promesas por los milagros recibidos. Otros afirman que fue a partir de la destrucción de Managua con el terremoto del 31 de marzo 1931, no solo se acabó la celebración de las fiestas al Apóstol Santiago, sino que también se implementó la traída el primero y la dejada el diez de agosto, la imagen de minguito a la ciudad de Managua.

Hoy, la fiesta en honor a Santo Domingo es posiblemente la más grande pero también la más pagana de Nicaragua. Los borrachos, homosexuales y delincuentes son parte del inventario de su procesión, lo que cada año distorsiona la fe religiosa, veneración de minguito. La roza del Camino no tiene el mismo sabor de antaño producto que la urbanización y pavimentación del camino tradicional. Los sembradíos de Sandía y otras frutas no existen y lo que ha proliferado es la venta de cervezas y licor a lo largo de toda la ruta de su antiguo recorrido, que deja para el día siguiente toneladas de basura, botellas, lesionados, heridos y afectados por la delincuencia. Este año la cifra de afectados es desconocida, pero la Cruz Roja Nicaragüense reportó haber atendido a 45 personas entre ellos 12 casos de quemaduras y cuatro heridos con armas corta punzantes.

Santiago un Santo Militar y Politizado.

El Apóstol Santiago fue uno de los santos que encabezó la lucha contra los Moros en España, a tal punto que en algunas partes es conocido como “SANTIAGO MATAMOROS” pero no por tener ese apellido sino por exterminar y expulsar a los Árabes de la península ibérica.

En Nicaragua, y más especialmente en ciudades como Imabite – León y Managua, en donde la resistencia y lucha por dominar a los aborígenes nicaragüenses fue brutal se les antepuso el nombre de Santiago. Sólo en Managua existían 10 mil flecheros aborígenes al momento de la llegada de los españoles.


Un promesante de Santo Domingo de Guzmán. (Foto tomada de Internet)

Zelaya y el Apóstol Santiago.

El General José Santos Zelaya López era nacido en Managua, había sido alcalde de la ciudad en 1886. El 11 de julio de 1893 en la ciudad de León se inició la Revolución Liberal en contra de los 30 años de gobierno confesionario y conservador. Las tropas marcharon hacia Managua y se enfrentaron en cruenta lucha en la Cuesta del Plomo con las tropas del General Zavala, en donde se realizó la última batalla el 23 de julio de 1893, ganándola el General José Santos Zelaya López.

Historiadores afirman y aseguran que Zelaya aprovecha la proximidad de las fiestas en honor al Apóstol Santiago, patrono de los managuas, para realizar su entrada triunfal como vencedor al frente de las tropas liberales el mismo día, 25 de julio, para proyectarse políticamente. Desde entonces, la Calle Real es conocida como Calle del Triunfo. La marcha de Zelaya terminó frente a la Parroquia del Apóstol Santiago, donde más tarde se levantó la, ahora en ruinas, Catedral de Managua.

Cabe destacar que todos los políticos han hecho de las fiestas de Santo Domingo, desde la caída de Zelaya, un peldaño para proyectarse y hacer carrera política, cobijando muchas veces sus verdaderas ambiciones e intereses. Este año el mayordomo de las fiestas fue el Ministro de Transporte e Infraestructura Pedro Solórzano y en Las Sierritas don Domingo Membreño.

Para los Managuas no importa que Santo Domingo no sea el patrón. Para ellos lo es y lo celebran como cada cual quiere.

Doña Juana Francisca Villalta.

Para los managuas no importa que la Iglesia Católica no haya nombrado patrón a Santo Domingo de Guzmán, ya que ellos lo veneran y celebran a como quieren. Un ejemplo es Doña Juana Francisca Villalta, quien a sus 99 años de vida le ha dedicado 78 a bailar la “Vaquita”, tradición que le ha valido el sobrenombre de “Chica Vaca”. Ella heredó de su madre dicha tradición desde que murió en 1934.

Lisímaco Chávez.

No he averiguado en el diccionario si existe la palabra TOROLOCO, sin embargo, Lisímaco Chávez debe ser el primero y no un miembro de número de la Real Academia Española Nicaragüense quien le ha dado sonido o valor a la misma. Chávez afirma que tiene 60 años de celebrar con toda las de ley a Santo Domingo. Fue montador de toros, cargador y en una ocasión se “robó” la imagen de Santo Domingo en 1961, tras una prohibición Política de la Guardia Nacional Somocista para que la ciudadanía capitalina participará en dicha celebración. Ahora desde el terremoto celebra en su casa de habitación en San Judas su propia veneración en honor a la imagen.

El Cacique Mayor.

“Estoy enfermo de la presión y el corazón, sin embargo, voy a morir en mi ley: bailando a Santo Domingo”, afirma don Oscar Ruiz Rivera, “El Cacique Mayor”, quien tiene más de 30 años con su devoción.

Bayardo Ortiz.

“Este barco es historia, data desde 1920 cuando a Santo Domingo lo cargaban en una canoita. Once años después, el decorador, Policarpo , y el pintor, Pompilio Cajina, ambos devotos de Santo Domingo decidieron armarlo con carreta y dos yunta de bueyes para simular un barco de verdad, en aquel entonces ellos lo forraban con manta. Más tarde, Alemán y Cajina lo construyeron de madera”, afirma don Bayardo Ortiz, Folclorista nicaragüense, y quien lo construyó durante 17 años hasta quedar a cargo de la Alcaldía de Managua. Hoy en día el barco e imagen de Santo Domingo es el único que navega sobre ruedas y avanza sobre el pavimento y no le ha importado que no lo hayan nombrado oficialmente patrón de los Managuas. Ellos lo quieren así.

Fuentes: Alcaldía Municipal, “La estrella de Nicaragua” del 1 de octubre de 2000, que dirige Don Nicolás López Maltez, Archivo Personal de Hugo Hernández Oviedo y Archivo de la Revista “Gente de Gallos”.

Articulo publicado en la edición de Agosto del 2002