Agua caliente más agua caliente, da agua caliente

«Agua caliente más agua caliente, da agua caliente»

Carlos Mendieta Montefur
Presidente de Cuba 1930
Gustavo Sánchez Junior.

Heredero de las mejores razas de Cuba.

Texto y Fotos de
Mario Tapia

MIAMI, FLORIDA. “Mis gallos, aquí en el área de Miami, no los vendo, presto, ni regalo. En los gallos hay muchas envidia, hay galleros que hablan mal de otros, porque si los gallos salen buenos, son de ellos y si salen malos, son de Sánchez.

Pero el humano es así y si no fíjate hermano, que el hombre habla mal hasta de Jesucristo y nunca lo ha visto”.

Gustavo Sánchez, no solo heredó de su padre el mismo nombre, sino la pasión y amor por la cría y linaje de los gallos de pelea que su padre, mantuvo hasta su muerte, el 10 de Marzo de 1996 en la ciudad de Miami, producto  de un paro cardiaco a sus 80 años de edad.

Gustavo Sánchez (padre) uno de los más grandes criadores de gallos, de los últimos 40 años.
Gustavo Sánchez (padre) uno de los más grandes criadores de gallos, de los últimos 50 años.

Gustavo, fue el primero de su familia en salir de Cuba y llegó a Miami el 16 de Octubre de 1961, cuando apenas tenía 21 años de edad. Actualmente está empeñado en mantener la calidad y prestigio de sus gallos entre los mejores del Caribe y el mundo.

“Salí vía Habana – Mérida, Yucatán, luego volé a Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, hasta llegar a Costa Rica, recuerdo que había mal tiempo entre Nicaragua  y Costa Rica y el avión de La Nica tuvo dificultades, pero no pasó nada”, recuerda con nostalgia Gustavo. Un año después de llegar a Miami, Sánchez, comienza a criar gallos.

Aseguran colegas periodistas y galleros como John Román, que Gustavo Sánchez, como amante de los gallos de combate, planeó de la mejor manera, su salida de Cuba, después del triunfo de la Revolución Cubana. Cuando el Comandante Fidel Castro toma el poder, prohibió el deporte de los gallos, sin embargo no la crianza, pues, conocía el valor en el mercado internacional de los gallos del país, por su calidad. Fidel tomó los  mejores gallos para formar criaderos nacionales en Cuba, para su exportación al área de México Centroamérica y el Caribe, hasta hoy día.

Muchos  criadores y galleros se quedaron, otros emigraron, entre ellos: René Valle (hijo del criador Don Florentino Valle), Pedro Suarez, Mario León, Juan “Bache” Cancio y Don Gustavo Sánchez.

Estando Sánchez  en Cuba envió en 1964, sus mejores 12 gallinas a sus hijos  Gustavo y Luis Manuel. Aseguran que no fue fácil, pues igual que en España, en Cuba se había prohibido la salida de gallinas. Sin embargo, el que extendía los permisos de transportación en ese momento, era un amigo gallero de Sánchez, y por amistad, logró sacarlas de la isla.

La calidad de los gallos de Gustavo Sánchez, ha quedado demostrada con numerosos trofeos ganados en grandes torneos.
La calidad de los gallos de Gustavo Sánchez, ha quedado demostrada con numerosos trofeos ganados en grandes torneos.

Don Gustavo, nació en 1915 en Pinar del Rio y empezó a criar gallos en 1938 con un gallo Chin  Chin  Sierra y una gallina que le regaló Florentino Valle, padre de René Valle, gallina que era de la línea del Coronel Carlos Mendieta, a quien se considera el más grande criador de gallos de Cuba. Carlos Mendieta era físico de profesión, fue Presidente de su país en los años 30.

Muchos consideran a Mendieta el criador del gallo cubano, ni más ni menos el Sanford Hatch, norteamericano que dio origen al gallo Hatch. Otros aseguran que la mayoría de los criadores cubanos mejoraron sus razas con las crías de Mendieta.

“El gallo cubano de los años 30,40 y 50, fue el gallo campeón del mundo. Hoy es el gallo de Puerto Rico”, afirma el colaborador especial de “Gente de Gallos”, Lic. Severo Torruellas, “Hall de Fama” del deporte de los gallos de Puerto Rico.

En Nicaragua por ejemplo, el Comandante Walter Ferreti, trajo varias docenas de gallos de cuba en los años 80, sin embargo no lo supieron aprovechar, por desconocimiento, los que tuvieron acceso a ellos, sobre todo por el tipo de arma para la cual eran encastados. Además que en Nicaragua jugamos filo mexicano y no espuelas, como en el caribe.

Aseguran que en los años 40, los mejores gallos llegados a Puerto Rico arribaron de Cuba. En los años 60, miles de gallos  fueron traídos  de España, pero se dejó de importar, porque mucho de ellos eran muy lentos y otros se corrían. En los  últimos años los gallos  importados  de España en Puerto Rico son muy pocos. Algunos aseguran, como John Román, que fue el Sr. Tin Echeverría quien comenzó a importar gallos cubanos a Puerto Rico  en 1947.

Estando en España, quien escribe, a comienzo de esta década, hicimos contacto con algunos galleros aficionados españoles y ellos aseguraban que los mejores criaderos de gallos de casta estaban al sur de España, sobre todo en las Islas Canarias y no como se creía, que eran los gallos de Jerez  de La Frontera. Leyendo algunos artículos de periodistas galleros, se confirma lo anterior.

Todas las Islas del Caribe tienen la afición a los gallos de combate, como influencia de los españoles que colonizaron Puerto Rico, Dominicana, Martinica, San Martín, pero especialmente Cuba. A esta isla llegaron cantidad de gallos de España, los cuales fueron cruzados con gallos nativos, desarrollando un tipo de gallo único en el mundo, de gran rapidez, fortaleza y habilidad para herir.

En Nicaragua, durante las dos últimas décadas, trajeron gallos directamente de España, el Ing. Luis Pastor Robleto y el fallecido Dr. Armando Jarquín, con buenos resultados especialmente con arma de un cuarto en filo para  arriba. Hoy muchos gallos nicaragüenses tienen sangre de estas crías.

“Conocí al Coronel Carlos Mendieta Montefur, cuando era niño y lo visitábamos cada 15 días. Los gallos y perros eran su vida, vivía en Bauta, provincia de La Habana y tenía entre 500 y 600 gallos, el murió en Cuba. Otros grandes criadores cubanos como el Dr. Constatino Sayas era de Oriente y Florentino Valle de Pinar del Rio”, recuerda Gustavo Sánchez Jr.

“Mire amigo, los cubanos tenemos cosas buenas y cosas malas, pero de gallos sabemos mucho. Pero eso ganar gallos en Miami es difícil, pues los galleros saben seleccionar y preparan muy bien sus gallos” y agrega, no en balde el más grande criador de gallos de Cuba, el Coronel Carlos Mendieta Montefur decía “Agua caliente más agua caliente, da agua caliente”, expresa Gustavo. O sea, en buen nicaragüense; hijo de tigre sale rayado.

Los genetistas señalan que en las aves de combate, cada animal pone el 50% en sus hijos. Para Gustavo, la gallina pone el 70% “De otra cosa que estoy seguro es que la gallina, es quien determina el sexo de sus pollos”, asegura el Dr. José Wong – Valle, especialista genética graduado en los Estados Unidos y con un Master.

Nuestro director Mario Tapia y Gustavo Sánchez, en su criadero en Miami.
Nuestro director Mario Tapia y Gustavo Sánchez, en su criadero en Miami en 1999.

Entrar al criadero de 10 acres de Gustavo Sánchez en Miami, realmente es hermoso, los gallos son criados de la mejor manera posible y en él se encuentran los mejores gallos herederos de las líneas y castas como: El Candela, Trifino, Emperador, Florecita, Los Ciclones y por supuesto de El Chocolate.

“Tuvimos gallos de Mendieta desde 1954. Los gallos canelos traídos de Cuba en 1963 y 1964, del Coronel, son los que mejores hijos le dieron a mi padre, su fama fue reconocida en: Dominicana, Colombia, México, Venezuela, Puerto Rico, Trinidad Tobago y otras partes”, afirma Gustavo.

Con 38 años viviendo en Miami, con su madre Doña María Luisa, sus hermanos María y Luis y su esposa. Gustavo continúa criando gallos de los más finos de Miami y el Caribe. En su finca desarrolla y cría entre 100 y 120 gallos al año. Cuatro décadas después, en la ciudad de Herradura en Pinar del Rio, Cuba sólo quedan dos primas de los Sánchez.

Muchos de sus gallos juegan en el caribe y Centroamérica, especialmente en Trinidad y Tobago. En Nicaragua, varios galleros han casteado gallos de Sánchez entre ellos: Francisco  y Pastor Midence. “Los gallos de Sánchez  son para castear”, asegura Boanerges “Pepe” Matus y últimamente, ha traído gallos de su cuartel, el joven Darwin García.

Gustavo Sánchez, con Darwin García uno de los últimos en obtener gallos en su criadero de Miami.
Gustavo Sánchez, con Darwin García uno de los últimos en obtener gallos en su criadero de Miami.

La fama la da el gallo, no el dueño

“Todo  mundo en los gallos cree que tiene lo mejor. Pero para mí, el gallo es el que tiene que hacer la propaganda y no el criador. Pero te afirmo una cosa hermano, que aquí en Miami, muchos galleros tienen sangre de los Sánchez. Este año hice un experimento casteando gallo Assil, pero no voy a continuar, porque no le gusta a mis clientes galleros, mejor sigo casteando lo mejor de lo nuestro”, dice Gustavo.

Sobre el precio de sus gallos dice “Lo pongo yo. Por  esos trato de tener lo mejor y hacerlo todo, desde criarlos, limpiarlos, cuidarlos hasta venderlos”.

En cuanto a la suerte, sostiene que “Influye siempre en la vida, pero en los gallos, la casta determina en la mayoría de las veces, el castador debe tener control absoluto sobre el origen y pedigrís de sus animales y lo malo, tiene que eliminarlo.  No existe suerte sin casta”.

“Creo que la raza de los gallos cubanos y la pasión por los gallos, va a sobrevivir”, afirma Sánchez, por otra parte asegura, “Aunque yo tengo una mujer maravillosa, la primera pelea que debe ganar un gallero, es, con la mujer que tiene”.

“La raza de los gallos de los Sánchez, se va a morir, porque a ninguno de mis hijos le gustan los gallos. A lo mejor a los nietos les va a gustar, pero creo, que ya no voy a tener fuerzas  para enseñarles el arte de castear” afirma con tristeza.

Muchas cosas han influido en los buenos resultados de los gallos de Gustavo Sánchez, a lo largo de su vida; uno, debe ser lo estrecho de criar en 10 acres tantos gallos, obligándolo a una constante depuración; segundo, la pasión por los gallos y el linaje obtenido a lo largo de tantos años y por último, seleccionar gallos con el cerebro y no con el corazón, como muchos galleros lo hacemos.

Articulo publicado en agosto de 1999.