Método de postura de catorce días

Alimentación durante la postura

Permítanme revelar lo que algunos galleros llaman «secretos» en la postura de gallos. Comencemos por hablar del alimento. Hay galleros que dicen que el secreto en la preparación adecuada de los gallos radica en su buena alimentación. Ciertamente que la buena alimentación desempeña un papel importantísimo, pero debe considerarse en relación con otros factores que se deben observar durante la postura. Con el debido respeto que se merecen los lectores, por favor consideren que lo que expongo aquí es sólo lo que yo hago personalmente.
Antes de comenzar los catorce días de postura, tenemos que seleccionar los candidatos. Si vamos a jugar en un derby de cinco gallos, multiplicamos este número por tres y seleccionamos quince gallos. Se presume que estos gallos fueron sometidos a un proceso de pre-postura y están en buenas condiciones físicas, con buena pechuga y sin gordura. Conviene que pesen unos 200 gramos más que el mejor peso de combate que les observamos durante las topas en la pre-postura. Es mejor reducirles el peso durante la postura, que tratar de aumentárselo. Recuerden que mi postura es de catorce días, y no de veintiuno o treinta días.

Ahora bien, ¿cuál es el peso de combate apropiado del gallo? Es simplemente el peso en el cual pelea de lo mejor durante las topas de la pre-postura. Hay que pesar los gallos antes de toparlos para calificarle su topa de acuerdo a nuestra preferencia. Puede ser que tope bien, excelente o mediocre durante cada topa. En al menos cinco topas, debemos reconocer su peso ideal de combate, que será el peso en el cual topa de lo mejor.

El primer día de postura, damos pan con leche para purgarlos. Se desparasitan interna y externamente, como de costumbre. Para prevenir infecciones, le inyectamos 1ml de combiótico en la pechuga a cada gallo.

En el alimento, trato de mantenerles un nivel del 16% de proteína del primero al décimo primer día. Para ello mezclo los siguientes ingredientes:

– 50% de maíz entero.
– 20% de avena colorada.
– 10% de cebada.
– 10% de comida para palomas de competencia.
– 10% de concentrado en pelotillas con 16% de proteína.

El maíz es una gran fuente de carbohidratos y algunas proteínas. Uso la avena colorada, en lugar de la blanca, porque es más fácil de digerir y tiene un contenido más alto de proteínas. Si no pueden conseguir la comida para palomas, pueden sustituirla por un 5% de garbanzos verdes y 5% de garbanzos amarillos. Todos los porcentajes indicados se deben mezclar por peso seco. Los granos se remojan en agua por lo menos nueve horas antes de usarlos. Inmediatamente después de dar el tiempo de comida, ponemos a remojar los granos que vamos a darles en el siguiente tiempo. Remojando los granos les aumentamos el contenido de humedad y estimulamos su germinación, lo cual aumenta su contenido de proteína. Las pelotillas de concentrado se mezclan con los granos remojados antes de darles la comida a los gallos. Esta es la comida básica a la cual le echamos la clara de un huevo cocido, picada bien fina, a razón de una clara cocida por cada cuatro o cinco gallos.

Además de la clara cocida de huevo se da tomate, lechuga y repollo bien picadito. Estos vegetales deben componer el 20% de cada porción y la comida básica el 80% restante. Luego, mezclamos por volumen en lugar de peso. Considerando una cucharada sopera como el 20%, mezclamos una cucharada sopera de los vegetales con cada cuatro cucharadas soperas de la comida básica para completar el 100%.

Esta es la mezcla que damos del primero al décimo primer día. También mantenemos un recipiente con piedrillas de grit al alcance de los gallos los primeros nueve días de postura. Esto les ayuda a triturar los granos en la molleja y les facilita la digestión. Las piedrillas de grit permanecen en la molleja promedio de unos cinco días. Por eso hay que retirarles los recipientes los últimos cinco días.

Hay que ser puntual con la comida de los gallos, dándoselas a la misma hora diariamente. Yo los desayuno a las 7:00 a.m. y los ceno a las 4:00 p.m., dando dos cucharadas soperas de la mezcla a cada gallo. Esto equivale a treinta o cuarenta gramos de comida por gallo, en cada tiempo.

Durante el día, a eso de las dos o tres de la tarde, los gallos deben tener el buche vacío si están digiriendo bien. El proceso de digestión toma tan sólo seis o siete horas. Si alguno se embucha, sáquenlo de la postura. Me gustan los gallos con apetitos voraces y con buena digestión. Eso indica que tienen buen sistema digestivo. Los que dejan comida en sus tazas o no comen bien, dan indicación de que algo anda mal y no tienen cabida en la postura.
Con este sistema de alimentación, los gallos rebajaran los 200 gramos de peso extra con los que entraron a la postura. Hay que pesar los gallos diariamente antes de desayunarlos. Los gallos deben bajar de diez a veinte gramos de peso diario y llegar a su peso ideal de combate al décimo primer día o en los últimos tres días de postura. Si alguno rebaja cincuenta o más gramos de peso durante un período de veinticuatro horas, es porque está enfermo o no es capaz de aguantar el estrés de la postura y hay que devolverlo a pre-postura.
Los tres días antes de la pelea, los sometemos a la Técnica de Carbo–Loading.

Técnicamente de Carbo Loading

Los carbohidratos constituyen la mayor fuente de energía para los gallos en postura. Al igual que el atleta humano en preparación para una competencia, el gallo necesita almacenar la energía necesaria para su combate. La Técnica de Carbo-Loading, no es más que el proceso por el cual se le incrementan los carbohidratos en la dieta al gallo durante los últimos tres días de postura (punteo), para que cuente con la energía necesaria a la hora del combate.

El objetivo aquí es el de aumentarle la disponibilidad de energía metabolizable en el cuerpo. Esto se logra incrementando el contenido calórico de la comida que recibe los últimos tres días. Para ello le aumentamos gradualmente el contenido de carbohidratos a la comida básica, hasta que contenga del 75% al 80% de ellos. Lo hacemos gradualmente para no afectarles el sistema digestivo.

El duodécimo día de postura, la ración consistirá de una mezcla de la comida básica y maíz. A cada cien gramos de comida básica le mezclamos cien gramos de maíz.

El décimo tercer día mezclamos veinte gramos de maíz con cada cien gramos de comida básica y el décimo cuarto día treinta gramos de maíz con cada cien gramos de comida básica. Los gallos reciben igual cantidad de estas mezclas, o sea dos cucharadas soperas mañana y tarde. El maíz es un grano con un alto contenido de energía metabolizable y bajo en grasa. El cuerpo del gallo almacena esta energía metabolizable por dos días, antes de convertirla en grasa si no la expele.

En los últimos treinta días de postura, por lo general regulamos el remojo de los granos y procedemos a controlar la ingestión de agua del gallo.

Control de la humedad y el agua

El cuerpo del gallo está hecho de un 65% de agua. El agua le ayuda a mantener sus funciones corporales normales y a regular su temperatura.

En el proceso de digestión, el agua es imprescindible para disolver los granos y las pelotillas y con ello iniciar el proceso de fermentación. En el buche, el agua acentúa los efectos de los ácidos, proteínas y carbohidratos antes de pasarlos a la molleja para continuar con el proceso de digestión. El gallo no puede digerir ni fermentar su comida debidamente si no ingiere la cantidad adecuada de agua. Por esto, siempre hay que estar pendientes de su consumo de alimento y agua, especialmente durante la postura.

Los primeros once días de postura necesitan tener acceso libre al agua. Empezando con el duodécimo día, necesitamos tener un ojo clínico y mucho cuidado para asesorar la condición de cada gallo.

Mientras observamos los gallos durante la postura, necesitamos determinar la cantidad de agua que consume cada uno. Para esto hay que saber la capacidad que tiene cada bebedero lleno de agua al comienzo del día, y qué cantidad contiene antes de rellenárselo al inicio del día siguiente. La diferencia entre estas cantidades es el consumo de agua diario de cada gallo. Así, pues, para eso del décimo día de postura tendremos una buena idea de la cantidad de agua que requiere cada gallo diariamente.

Durante el duodécimo día de postura hay que fijarse cuanta agua beben, si están comiendo la cantidad de comida indicada, y como reaccionan al Carbo–Loading. Si los gallos tienen la humedad interna adecuada, deben comerse la misma cantidad de comida que han estado recibiendo desde el comienzo de la postura. También hay que notarles la consistencia del excremento. Si está aguado (muy liquido), seco o húmedo.

Las heces húmedas son las que no se desbaratan al caer al piso cuando las defeca el gallo y las que, al pisarlas levemente, se nos pegan en su totalidad a la suela del zapato. Esta es la consistencia que deben tener las heces cuando el gallo tiene la humedad interna correcta.

Si el gallo se esfuerza para defecar, es indicación de que está muy seco, y seco no va a cortar. Si sucede lo opuesto y defeca heces aguadas (con mucho líquido), entonces tiene mucha humedad interna y peleará flojo.

También hay que notar el clima. Si está nublado, soleado, tibio, con lluvia o caliente. En los meses calientes del verano, los gallos beberán más agua para recuperar la humedad interna del cuerpo y regular su temperatura corporal. El gallo con fiebre tomará más a menudo que un gallo que tiene su temperatura normal. Consiguientemente, las excreciones del gallo afiebrado serán aguadas, con bastante líquido.

El viento también seca los gallos. Aunque el gallo tenga una temperatura corporal correcta, el viento le ocasiona la pérdida de humedad a través de la piel y las plumas.

En temporada de lluvias, las infecciones que afiebran los gallos como la Enfermedad Crónica Respiratoria (CRD) y la Coriza abundan. Aunque no presenten síntomas clínicos, se podrá notar que estos gallos beben agua a menudo, y hay que sacarlos de la postura. La temperatura normal del gallo oscila entre los 38.5o y 39.5o grados Celsius.

Finalmente, tenemos que notar cómo se siente cada gallo en nuestras manos. Esto es algo que se aprende sólo con experiencia, manejando gallos debidamente preparados.

Hay gallos que se sienten con buen cuerpo, pesados y con los músculos duros. Otros se sienten flacos, livianos y con los músculos relajados, mientras que otros se sienten flacos, pesados y con los músculos duros.

Lo que buscamos son gallos con buen cuerpo, pero livianos y de músculos relajados. Si tienen los músculos duros (tensos) puede ser que estén entumidos y es indicación de fatiga muscular, lo cual nos perderá la pelea.

Si los gallos han sido puestos correctamente, beberán menos agua durante sus últimos días de postura.

Punteo

El punteo es el proceso que empleamos para poner al gallo en su peso ideal de combate y con su mayor fuerza el día de la pelea. En esta condición, el gallo debe tener la pluma sedosa, la cara colorada, los ojos vibrantes y llenos de vida, debe notar todo movimiento y estar calmo, con su temperatura corporal normal, y excretando líquido. El gallo pierde unos treinta gramos de peso más o menos durante el punteo.

Es de importancia saber a qué hora se pelea. El gallo digiere su porción normal de alimento en un tiempo de seis a ocho horas después de ingerirla y se toma otras cuatro a seis horas para absorber los nutrientes. Si pelea, digamos, a las 6 p.m., a eso del medio día debe de haber comido la mitad de su porción de alimento de punteo para poder estar vacío y en punta a las 6 p.m.

Durante el punteo es mejor darles menos que más cantidad de comida. Antes de darles de comer, siéntanles el buche para cerciorarse que lo tienen vacío. Si les sienten comida hay que recórtales un poco más la ultima porción. El hecho de que tengan el buche vacío, no quiere decir que todavía no tengan comida en la molleja y los intestinos. Por eso hay que darles menos comida.

En cuanto a la humedad, unos treinta minutos después de llegar a la gallera hay que ofrecerles de tres a cinco sorbos de agua. Esto les incitara a defecar. La humedad interna del gallo se determina observando la consistencia de sus heces. El gallo en punteo defeca heces con cuatro tipos de consistencia: la primera al recibir su última comida por la mañana es la húmeda y firme. Después viene la que he denominado defecación cecal, que ocurre cuando expulsa la fibra y otros desechos del alimento que no son absorbidos por el cuerpo y le dan un color café inconfundible con consistencia pegajosa y hedionda. Esto es indicación de que los intestinos del gallo se están vaciando. Luego, se observarán heces verdosas y húmedas con espuma blanca, que gradualmente van disminuyendo en tamaño. Una vez que el gallo se vacía del buche hasta los intestinos, empezará a defecar algo similar a un líquido mucoso blanco como de dos pulgadas de diámetro que, a medida que transcurre el tiempo de punteo, va disminuyendo en tamaño hasta llegar al tamaño de una moneda de veinticinco centavos, que es cuando podemos afirmar que el gallo está en punta.

Hay que tener cuidado y no pasarlos de este punto sin jugarlos, porque una vez que les entra el hambre se nos bajan. Esta condición ocurre cuando usan toda la energía de los nutrientes que digieren. La punta no se puede mantener, por eso es esencial saber a que hora juegan para calcular la hora en que debe dárseles la última comida. Lo que queremos lograr con el punteo es vaciar al gallo sin ponerlo hambriento. Para retrasar el punteo se puede dar unos cuantos granos de maíz o una pequeña cantidad de la comida que usamos para el punteo. Para acelerar el proceso de punteo hay que darles menos comida.

Ejercicios – El método de rotación

Hay mil maneras de ejercitar gallos y diferentes pastores emplean diferentes estilos y procesos. En mis años de gallero e aprendido de grandes jugadores de por estos lados con quienes he tenido la suerte de hacer amistades. El haber conocido a gente como James Pope y Buddy Mann me ha servido de mucho en mi búsqueda de conocimientos para desarrollar el sistema más apropiado de entrenamiento para mis gallos.

Para James Pope, las topas son la mejor forma de entrenar el gallo, en cambio, para Bobby Mann, lo mejor es una combinación de ejercicios naturales y trabajo de mesa. De estos dos métodos y mi experiencia personal, les voy a exponer lo que sé sobre entrenamiento durante el cuido.

Desde mi primera experiencia topando gallos, he notado que cada vez que un gallo pelea abre el pico buscando aire con mucho esfuerzo, especialmente durante los meses de verano. También lo hace cuando tiene mucha humedad en el cuerpo. Por eso, la meta del pastor debe ser la de desarrollar un método para acostumbrar al gallo a un tren de acción rápido para que no busque aire con desesperación durante el combate.

Para comenzar, les quiero aclarar que el entrenamiento de un gallo de pelea comienza desde el día que sale del huevo. La buena nutrición y cuidados apropiados durante el crecimiento son la columna vertebral del cuido. No se puede hacer mucho en veintiún días de postura más que mantenerlo alerta, aumentar su fuerza y ponerle los músculos en tono. La fuerza con la que patean la heredan de sus padres y la musculatura la desarrollan durante su crecimiento y el pre cuido.

La postura ayuda a lograr flexibilidad, fuerza y poner los músculos en forma. También ayuda a que el sistema cardiovascular se acostumbre al aumento de adrenalina que viene con el ejercicio. Ninguna cantidad de ejercicios pueden mejorarle la capacidad respiratoria, la circulación cardiovascular y la capacidad a un gallo enfermo, así es que debemos cuidarlos apropiadamente durante su crecimiento y desarrollo.

Durante la postura hay que mantener los gallos alertas, porque esto es lo que se busca durante el combate. La agilidad, los buenos reflejos y el pensar rápido son propiedades buenas en los gallos, aunque las peleas sólo duren unos pocos segundos. Por lo tanto, debemos evitar a toda costa que se aburran.

Otro objetivo durante la postura es ponerle en buen tono en los músculos. Esto es diferente a desarrollarle los
músculos, ya que esto último se logra durante su desarrollo y pre cuido, mientras que el entonamiento de los músculos se hace con el ejercicio.

Hay numerosos puntos de vista diferentes sobre los ejercicios apropiados para el gallo. Los galleros viejos se adhieren al método manual o de mesa que requiere mucho manoseo para ejercitar los gallos con vuelos hacia la mesa, manipulación del gallo por la cola, maromas de lado, volteretas de espalda, etcétera. Los demás, seguimos un método de rotación natural con menos interferencia del pastor.

El método de rotación simplemente significa transferir los gallos de la calza en el tipi al voladero y también a los rascaderos chicos o área de descanso, luego a los rascaderos redondos en el pasto y de nuevo a los tipis, etcétera.

Para estos métodos necesitamos voladeros de doce pies de largo por cuatro pies de ancho y doce pies de alto (personalmente pienso que un voladero de ocho o nueve pies de alto es suficiente). Entre más amplio está el voladero es mejor. El voladero debe tener el palo de dormir ajustable de cuatro, seis y ocho pies de altura. El piso debe ser una combinación de estiércol de caballo, arena de río, y tierra para jardín. La revoltura debe estar floja no apretada para que al aterrizar el gallo no se le formen cayos por lo duro de la tierra. De paso, le ocasiona al gallo antojársele el revolcarse más seguido.

El rascadero es una caja de madera de más o menos un metro cúbico, lo suficiente amplio para que el gallo aletee sin lastimarse las plumas de las alas. El piso debe ser de madera con paja en el fondo, esto es para que el animal rasque.

Los tipis con sus calzas deben ser el área de descanso y donde duermen los animales, y el lugar donde el gallo recibe el sereno (rocío de la mañana para los románticos), y sus baños de sol mañaneros. Acomoda los tipis hacia el este o adonde los rayos de la mañana iluminan temprano.

Por ultimo, los cajones de descanso de unos dos pies cúbicos. Estos son los cajones que usamos para descansar los gallos entre cambios de un lugar a otro, como quien dice, el lugar para tomarse una buena siesta.

Esta rotación se efectúa de un lugar a otro después de estar un tiempo específico en cada lugar. Cuando cambien sus gallos de un lugar a otro, laven la cara y patas del animal usando una botella de spray con un poco de vetrx combinado con agua (un poquito nomás de vetrx). Esto abre los pulmones del gallo y le facilita respirar. En el rascadero podemos poner un poquito de semillas de avena para alentar al gallo a mantenerse activo. El primer día pon un poco de paja y deja al gallo rascar por unos cinco minutos, el segundo día aumenta la cantidad de paja y deja el gallo unos diez minutos en el rascadero. Haz esto por siete días, aumentando la cantidad de material para rascar y el tiempo en el rascadero hasta llegar a unos teinta minutos y unas seis pulgadas de paja. Al llegar al octavo día, comienza a disminuir la cantidad de ejercicio por cinco minutos diarios y quita un poco de material para rascar asta llegar a cinco minutos el día doce.

Existen muchos materiales que se pueden usar como piso de los rascaderos. Yo uso hojas de plátano para el tiempo de verano cuando se requiere poco trabajo. En el invierno uso hojas de maíz deshebradas y hojas de la planta de la caña de azúcar cuando se requiere que el gallo tenga ejercicios más pesados. La paja la clasifico como el material usado entre los dos materiales, nosotros debemos decidir cuando es el punto intermedio.

Debemos poner al gallo a hacer el ejercicio cuando el está hambriento, o no se llega a los resultados deseados Yo pongo mis gallos en el rascadero desde las cuatro de la mañana, que es cuando el gallo comienza a ponerse hambriento. Después de rascar levantamos al gallo y le lavamos patas y cabeza, luego lo ponemos en una calza para que tome algo de sol y sereno.

Por las siete de la mañana los gallos toman su desayuno.

A las nueve de la mañana levanto los gallos de las calzas y se van a los voladeros sin olvidar lavar su cara y patas.

A las doce del medio día pongo los gallos en las jaulas de descanso. Esto sólo debe durar unas dos horas para que el gallo no se adormile.

A las dos de la tarde, levantamos dos de los gallos y les ponemos en posición de abrir en el anillo y les permito que se encuentren unas dos veces. Es bueno detenerlos de la cola mientras los ponemos en forma de abrir.

Después van de regreso a las calzas mientras que llega la hora de la cena.