El colera aviar

El cólera aviar es una enfermedad contagiosa de los pollos, pavos y otras aves. La provoca una bacteria llamada PASTEURELLA MULTOCIDA. En forma aguda, el cólera ataca todo el cuerpo, afecta a gran cantidad de aves y la mortandad es elevada.

En su forma sobre aguda, provoca la muerte súbita de aves de apariencia sana y es tan rápida cuando toma forma, que el avicultor puede no notar aves enfermas y tener como única evidencia la mortandad.

El cólera aviar adopta también la forma crónica en que la enfermedad se localiza, provocando inflamación en la cara y barbillones suelen ponerse de un color rojo vinoso y caliente al tacto. En las aves, la cabeza toma una coloración que va del azul oscuro al purpura y el aspecto en general es ojeroso y macilento.

En los pavos machos se les pone el moco inflamado. El cólera aviar no se presenta por lo general en pollos jóvenes, pero suelen aparecer temprano en los pavos.

Transmisión

Los desechos físicos de las aves portadoras de la infección, contaminan el suelo, alimento y agua, infectando así a pollos y pavos sanos. La enfermedad se propaga cuando las aves sanas picotean cadáveres de aves que padecían de cólera. Los insectos y aves silvestres también transmiten la enfermedad. El brote se presenta normalmente de 4 a 9 días después de contraída la infección.

Síntomas

En la forma aguda, gran partes de las aves de lote se tornan indiferentes al mismo tiempo, negándose a comer o beber, perdiendo peso rápidamente. Pueden presentar diarreas y una marcada caída de la producción de huevos.

Aparte del oscurecimiento de la cabeza, las articulaciones de los dedos y patas se inflaman, pueden presentar parálisis de las patas. Las aves afectadas durante periodos prolongados, tienen dificultad para respirar. La enfermedad se propaga lentamente. Los síntomas de las formas sobreaguda y crónicas del cólera aviar ya han sido descritos en el primer párrafo.

Lesiones 

La forma sobreaguda del cólera provoca muy pocas y casi ninguna lesión en las necropsias de aves afectadas por formas menos agudas, se notan indicios de la enfermedad tales como: hemorragias puntiformes sobre corazón, hígado, pre ventrículo, molleja e intestino. Con frecuencia aparecen vetas claras sumadas a las pequeñas hemorragias y puntos necronicos grisáceos en el hígado (este último es el órgano de “diagnostico”). En los lotes de postura afectados, se ve a través de toda la cavidad del cuerpo un material gaseoso, proveniente de la yema rota de aspecto similar al de una yema de huevo cocido. Esta lesión comúnmente va acompañada de olor fétido. La neumonía es un hallazgo típico en pavos. Se aconseja recurrir al laboratorio para obtener un diagnóstico exacto.

Prevención, control y tratamiento

La prevención del cólera es una cuestión de sanidad y resistencia. Cambiar los campos de cría, eliminando terrenos con desagües deficientes. Usar equipos sanitarios en comedores y bebederos. Deshacerse pronto de los cadáveres. Limpiar y desinfectar las instalaciones, el equipo y poner bastidores con alambre tejido para mantener alejadas a las aves silvestres.

El uso de germex o bio-salsbury, ayuda a evitar la propagación de la enfermedad a través del agua. Muchos criadores vacunan con bacterina para prevenir el cólera.

La PABAC Salsbury, Pasteurella Avicida Bacterina, estimula la resistencia al organismo de la enfermedad. En general, los pollos adquieren el grado óptimo de inmunidad si se los inyecta a las 12 semanas de edad, revacunando 4 a 5 semanas después.

En pavos y aves se debe usar la bacterina a las 8-12 semanas de edad, repitiéndose 4 a 5 semanas después. Si ocurre un brote de cólera aviar se aconseja tratar con Sulquin Salsbury, medicación que se hace en el agua para reducir la mortalidad inmediata. Este tratamiento puede repetirse si fuera necesario.

Articulo publicado en agosto de 1999.