Galleros de Ticuantepe

Texto y fotos de Mario Tapia

En mi vida de periodista y de gallero he hablado con centenares de galleros de toda Nicaragua y de muchas partes del mundo, sin embargo, muy pocas veces me he encontrado con una mujer amante de los gallos como doña Bertilda Yolanda Mendoza Martínez. Ella, a sus 85 años, tiene una memoria muy lúcida y me habla con tanta pasión de sus gallos como de sus memorias galleras. Doña Bertilda Yolanda tiene presente los nombres, formas y recuerdos de los galleros de Ticuantepe.

Hoy, en Ticuantepe, existen algunos galleros, en su mayoría humildes campesinos y obreros, cuyas familias también lo son, como las familias de Bismark Villalobos, Antonio Serrano y Henry Aburto. Sin embargo, ninguno de los nuevos galleros de Ticuantepe ha tenido hasta hoy la estatura del recordado criador y gallero Trino Villalobos y otros que le antecedieron. Y nadie los recuerda mejor que doña Bertilda Yolanda Mendoza. La siguiente es una entrevista con esta anciana dama gallera:

Cuénteme, ¿cómo eran antes los gallos en Ticuantepe, doña Bertilda?

Los gallos en Ticuantepe eran bien cuidados para jugarlos; los mejores galleros venían a jugar sus gallos a Ticuantepe, de Zambrano, Masaya, Nindirí, El Salto; de aquí, eran Gregorio Martínez, Armando Martínez, Carlos Guillén, Carlos Corrales, Ramón Corrales, Orlando Escobar, Celestino Aguirre, Gregorio Arias, César Ramírez y Pablo Martínez.

Doña Bertilda Mendoza Martínez
Doña Bertilda Mendoza Martínez (de pie), es un verdadero archivo oral de la historia de Ticuantepe. Ella también, en su juventud, fue amante de los gallos. En la gráfica, con su esposo el también gallero don Miguel Ángel González Hernández.

¿Y dónde quedaba la gallera?

De la iglesia media abajo, en la casa de Celestino Aguirre, o sea, la casa que era de doña Eligia de Aguirre; había un jardín que se llamaba La Violeta, allí era la gallera.

¿Quiénes eran los dueños de la gallera?

Un señor que vivía en la casa de la abuelita de Monseñor Leopoldo Brenes, se llamaba Eligia Aguirre.

¿Y a usted le gustaban los gallos?

Me fascinaban, iba a la gallera a jugar cada domingo, me encantaba.

¿Y qué es lo que más le gustaba de los gallos?

Bueno, celebrar la fiesta gallera, hasta con latas sonábamos cuando ganábamos los gallos, era alegre, iba con mis primas hermanas; íbamos a vender a la gallera atolillo, arroz de leche, pan, gaseosas o chicha, y después lo que vendíamos lo apostábamos. Eso era domingo a domingo a mediodía, ya como a las dos de la tarde estaba instalada la jugadera; era alegrísimo, viera que alegre era. Una vez fui a la UCA a jugar un gallo panameño, lo jugamos, después a mi esposo se le robaban los gallos y entonces yo los vendí toditos y nunca volví a los gallos.

¿Y su esposo era gallero?

También, sí le gustaban y a mí me gustaba cuidarlos y curarlos.

¿Cómo los cuidaba?

Yo les daba huevo, carne con chile y en la mañana se asoleaban y luego para ver que ellos jugaran bien se les hacía con un mecate, se les daba para que ellos hicieran los saltos, los brincábamos allí, para un lado y otro.

¿Y quién era el mejor ennavajador de Ticuantepe?

Se llamaba Armando García.

¿Y era buen ennavajador?

Era bueno, no era el único ennavajador, el otro era don Rodolfito Villalta, pero el mejor era Armando García.

¿Y usted cuántos gallos cuidó?

Yo cuidé muchos gallos, a veces seis gallos, a veces más, según los que tuviéramos. Me encantaba y los cuidaba bien, los curaba también.

¿Cómo los curaba?

Los lavaba con agua de azúcar y de ahí les untaba infundia de tortuga para que no se les hiciera fístula; con eso los curaba y si había que zurcirlos, eso lo hacían los que eran galleros, pero si era leve eso lo hacía yo, lo lavaba y lo curaba.

¿Y tuvo algún gallo famoso?

Sí, uno que se llamaba “Rafaelito”. Se llamaba así, porque un tío le puso así.

¿Y cuántas veces ganó?

Cuatro veces, cuatro alzos, tuvo.

¿Y cuánto dinero ganó con ese gallo, doña Bertilda?

Ya ni me acuerdo, pero ganábamos; una vez nada más perdimos, siempre ganábamos; al gallo que yo decía a ese voy siempre ganaba, era rareza que yo fuera a perder.

¿Tuvo suerte en los gallos?

Sí, hay suerte en los gallos, y tuvimos suerte.

Y de sus hijos y sus nietos, ¿quién es gallero?

Ninguno.

¿No pintó la gallina?

No pinto, no les gustaba eso, a mí sí me gustaba, y el boxeo (también); recuerdo que cuando iba a pelear Alexis Argüello, ahí estaba pegada al radio. Me gustaban las peleas de gallos y el boxeo cuando estaba Alexis.

¿Qué le gustaba más los gallos o el boxeo?

Las dos cosas, amanecíamos cuando fue Alexis a pelear con los chinos, recuerdo que una de las peleas fue en la madrugada amanecíamos allí, eso era lo único que me encantaba los gallos y el boxeo.

¿Cuál era la calle en Ticuantepe, donde había más galleros?

Las casas no eran como ahora, eran casas individuales, allá donde entraban al pueblo era de los Villalobos, para allá en el 16, los Villalta; otro gallero que había aquí. Ahora ya estamos, digamos, más poblados y hay muchas familias que no son ni de aquí, pero antes no, las casas eran salteadas y en todos los solares había gallos que se jugaban; tenían buenos gallos, todos los cuidaba bien.

Ya venía en la sangre ser gallero

José Antonio Serrano Arriola, nació en Potosí, Rivas, hace 65 años y llegó a Ticuantepe hace 35. Ha sido gallero toda su vida y nos cuenta de su trayectoria:

“Parece que eso ya venía en la sangre ser gallero, porque mi abuelo era gallero, mi papá era gallero y se llamaba José Arriola, cuidaba los gallos con Juan Guerra, allá en Potosí; le cuidaba a los Argüello, a todo esa gente, a Joaquín Barrios, a los Urcuyo, a toda esa gente le cuidaba Juan Guerra.

Antonio Toño Serrano
Antonio Toño Serrano

Mi papá tuvo cuartel de gallos en Potosí. Me vine joven a Managua y tenía gallos, vivía en la Colonia Tenderí, y allí después del terremoto, surgió que había un pariente por aquí y comenzaron a dar estos terrenos; entonces mi amigo me decía: “Agarren terreno, jodido, que cuando tengan su mujer van a tener donde meterla.” Era un consejo que nos daba un señor que se llamaba Mariano Selva, entonces por eso fue que me vine a Ticuantepe. Así llegué a Ticuantepe; estos terrenos los vendió el doctor Largaespada, que era el dueño de todo esto.

¿Ahora quiénes son los galleros de Ticuantepe?

Los galleros no son muchos en Ticuantepe; hasta ahora es que miro que la juventud se está empapando en los gallos, hay bastantes chavalos que andan con gallos aquí. Cuando yo vine, aquí conocí a Trino Villalobos, a unos Velásquez, esos eran todos. De ahí fui a conocer a La Concha y allí conocí a bastante gente, hay más galleros en La Concha que aquí.

¿Y desde cuándo tenés gallera en Ticuantepe?

Tiene cinco meses la gallerita; es decir, yo miraba que los muchachos andaban echando peleas en las calles; entonces, al dueño de ese terreno lo metí a los gallos para que hiciera la gallera; es un muchacho que es rockero, sale a veces va a tocar a fuera, y el abuelo de él era gallero, le decían Tito, “El sombrerito”, familia de “Cutacha”, Ángel Guevara.

¿Qué tipo de gallos tenés, Serrano?

Solo gallos de navaja chiquita. Con un amigo yo conseguí unos gallitos, vos sabes andando tanto tiempo en esto uno va viendo cuál es lo mejor; entonces, agarré un gallito lo jugué como tres o cuatro veces, me gustó; es decir, vos sabés que la calidad del gallo es que vaya empujando para adentro, que no vaya aflojando; entonces, allí comencé a hacer la raza con ese gallito, desde cuando comencé los gallos.

Bueno, eso es incalculable, porque no he sido un gallero que me voy a ir a comprar 10 gallos allá, donde el que supuestamente cree que tiene los mejores gallos, y te pide 200 dólares, 50 dólares, te doy ese, como decía Tarantino. Criar gallos es caro. Es lo menos que vale un gallo fino; entonces, yo dije qué voy a andar comprando gallos, voy a hacer mi racita para estar jodiendo allí en Ticuantepe.”

Difícil reponer a un trino Villalobos, en Ticuantepe

Bismark Villalobos Reynoso, tiene 50 años y es heredero de la pasión por los gallos de su padre, el recordado gallero Ticuantepino Trino Villalobos. Bismark nos habla de sus ancestros galleros:

“Fíjese, que descendemos de una familia de galleros desde mi abuelo, bisabuelo, mi padre fue un gran gallero que representó a Ticuantepe dignamente a nivel nacional, y eso me hizo traerlo en la sangre, de la familia. Mi bisabuelo, Eliseo Bismarck Villalobos Estrada, y mi abuelo, Pablo Reynosa Rodríguez, por parte de mi mamá. Era gallero, castador, castaba bastante en la navaja larga cuando se jugaba las pulgadas, dos rayas, hasta libre.

Bismark Villalobos Reynoso
Bismark Villalobos Reynoso

Pero fue mi padre, Trino Villalobos, quien me enseñó, y me decía que para ser gallero hay que cuidar, hay que sacar, hay que castar, y si uno no hace todo el trabajo completo, no puede ser un gallero estable, ganador. Por eso he armado, he soltado, he sacado, hoy como castador caracterizado, mis gallos han peleado en torneos grandes; pienso que estoy haciendo buenas presentaciones y represento dignamente a mi pueblo de Ticuantepe.

Aquí, en Ticuantepe, siempre hubo buenos galleros, entre ellos don Alfredo Velásquez. En primer lugar, mi padre, que siempre anduvo en todos los torneos nacionales; está el señor Francisco Aburto, mi primo Henry Aburto, este muchacho de aquí que juega en los torneos de La Borgoña. Ellos participan en los torneos de Esquipulas; y ellos están jugando actualmente; pienso que ellos se merecen dignamente un respeto.

Trinidad Villalobos
En un montaje gráfico, facilitado por Bismark Villalobos, aparece su padre, el recordado gallero ticuantepino don Trinidad Villalobos. Trino, como cariñosamente le llamábamos, fue el gallero más destacado de Ticuantepe, en los años 70 y 80.

Yo pienso que reponer a un Trino Villalobos, en Ticuantepe, ha sido bastante difícil, porque, en primer lugar, en aquellos tiempos echar una pelea a pico y espuela en un Torneo Nacional en Diriomo, donde Orlando Tapia (era cosa seria). Eso lo recuerdo, y cada vez que pienso y hablo de mi padre, lo primero que recuerdo es esa pelea, porque le ganamos a patada a don Bayardo Sánchez, de Masatepe.
Yo creo que dignamente, mi padre se merece un recuerdo y yo lo estoy lo representando. Históricamente, yo pienso de que no estoy haciendo una mala labor, estoy trabajando muy bien con los gallos, castando muy bien en la parte técnica, en el entrenamiento que es la base, y pienso que voy a seguir siendo un ganador.

¿Cómo has mejorado tu raza?

Actualmente mejoré mi raza y me consideró que las razas no solo con dinero se pueden conseguir, sino también por la amistad. Le agradezco a don Frank Vallejos, quien me regaló un gallo puertorriqueño donde Chubito Vela, y me regaló una gallina Assil Haytower, que son los gallos que yo estoy peleando, hijos de ese gallo puertorriqueño con esa gallina Assil y han hecho unas grandes peleas en grandes torneos, como en el torneo de la Revista Gente de Gallos, que para mí es el mejor torneo que yo he visto en Nicaragua y Centroamérica.

¿Qué dan los gallos, Bismarck?

Amistades, fama, orgullo, porque sí es algo que uno se siente gozoso. ¿Con quién peleó tu gallo, Villalobos?, me preguntan la mayoría de mis amigos. Con Abdel Fernández, un cuartel que es considerado uno de los mejores; un gallero, un gran apostador, y yo pienso que ese es mi gran orgullo haberle ganado a uno de los grandes galleros que tiene Nicaragua.

Me corrieron los gallazos

Miguel Ángel González Aburto, es un viejo gallero de 76 años de vida y con más de cincuenta en los gallos. Nació en Masaya y se crio en Carazo. Él nos cuenta:

“Un tío mío me metió a los gallos, porque allí había una gallera, porque allí permanecíamos nosotros, y entonces allí me empezaron a gustar los gallos. Crié gallos y llegué a amarrar 10 gallos, de distintas razas, y a veces me salían confundidos, pero bueno, español, shamo, de varias razas, pues. Cuando llegué a Ticuantepe jugaban gallos Rodolfito Villalta, Celestino Aguirre, el que era de la Policía, Carlos Corrales; Chale Carrera, Carlos Guillén. Eran los fuertes de los gallos.

Miguel González Hernández
Miguel González Hernández.

“Un tiempo me fui para Managua, y yo allá insistí con los gallos, y entonces allá pues, me confundí con varios amigos y perdía los gallos por descuido, porque me gustaban las cervezas. Y una vez que me metieron unos gallazos, yo ya desaparecí de los gallos hasta hoy, nuevamente.”

No aguanté el peso de los gallos

Francisco Aburto, fue dueño de gallera en los alrededores de Ticuantepe, y hoy está alejado de los gallos, y expresa porqué:

“Mario, me corrí de los gallos, porque ya no aguanto tanto peso de los gallos; me corrí hace rato. Le voy a decir que tengo 18 años de no estar en los gallos; mi hijo Henry, sí está con los gallos, con esa afición, pero yo ya me corrí, ya no sigo en eso. Veinte años estuve, yo estuve metido como dueño de la gallera del 10 y medio de la Carretera a Masaya; yo tuve una gallera con Fernando Espinoza, quien es el actual gallero de allí, era mía, yo se la vendí. Allí llegaban todititos los galleros de Managua, yo los invitaba para hacer esas jugadas y las hacía muy buenas; pero después que se murió mi papá, ya no me gustó y me corrí.

Francisco Mariano Aburto
Francisco Mariano Aburto

Yo soy de Santo Domingo de Las Sierritas, allí nací y allí me crié, pero compré esta finquita aquí, en Ticuantepe, hace 25 años; mi hijo tiene una casa en Ticuantepe y optó por venirse para acá, para criar sus gallos, que es lo mejor. Yo, ahora, me he dedicado a otras cosas; el día domingo me dedico a ir a ver montar toros, y sigo siendo amigo de todos los galleros”.

¿Cómo debe ser el dueño de una gallera?

“Para tener una gallera se necesita carisma, llamar la atención a la gente, ser bien portado uno; no ser malcriado con las personas; el gallero es muy delicado y sensible con sus amigos y sus animales. Yo, cuando tenía gallera, si la gallera estaba mala durante la semana, me iba en mi camioneta a invitar a los galleros a sus casas y el día de domingo de nuevo se ponía full.

“Yo ponía sillas a las damas de los galleros, y atendía bien a las damas, y todo mundo alegre. Cuando yo me corrí, Fernando Espinoza, quedó en la calle, porque la gallera ya no le sirvió para nada.”

José de la Cruz Mercado Jalina, tiene 43 años de vida; es hijo del famoso gallero paceño y leonés don Pedro Mercado. José de la Cruz es uno de los galleros de Managua que semanalmente visita la nueva gallerita de “La Enramada”, y nos dice respecto a su experiencia con los gallos:

“Bueno, he estado ganando, todas las veces he ganado; ennavajo los gallos de algunos amigos que me han pedido que se los ennavaje, y talvez si ennavajo seis gano 4, pierdo 1 y empato 1. Estoy cuidando mis gallos y hemos estado ganando. Para mantenerse en los gallos hay que ganar en este deporte, para mí es como un deporte nacional.”

José de la Cruz Mercado
José de la Cruz Mercado

Compositor y gallero

Carlos Estrada Saravia, tiene 33 años es músico y compositor de “El Río San Juan es Nica”, además el dueño de la gallera “La Enramada” de Ticuantepe. Estrada tiene siete meses de estar haciendo la gallera, y nos cuenta sobre su afición gallega:

“De mi abuelo, de ahí viene esa afición, desde los 8 años me enseñó más que todo el cuido, cuidar un gallo, estimar un gallo y de ahí me gustó la pluma. Eso fue en Managua, estamos hablando del 88, y me agarró una pasión por los gallos no solo de peleas, sino de lo que es la pluma en general, de sacar raza y cosas así y me gustó.

Carlos Estrada
Carlos Estrada.

“Yo tengo de estar metido prácticamente cuatro años. A esta gallera vienen de Masaya, de Jocote Dulce, San Isidro, Managua, han venido hasta de Chinandega; nos han visitado amigos de San Rafael del Sur, gracias a Dios. No le he metido mucha publicidad, pero la bola con los galleros se riega y vamos adelante.

“Aquí hay buenos galleros, estamos hablando de Toño Serrano, de Madrigal, los Masaya, Humberto Estrada, un gallero viejo, mi papá ha ganado bastante juegos aquí. “Simona” no ha perdido ninguna pelea solo ha empatado, cuando más se es buen gallero, representa también a Nicaragua en otros países.

Nueva camada de galleros en Ticuantepe

Henry, hijo de Francisco Aburto, nos confiesa:

“Fue mi padre el que me metió a los gallos; fue él, Francisco Aburto Pérez, tiene 45 años, y lo que pasa es que a él le gusta jugar los gallos, don Mario, pero no le gusta criarlos; él tuvo gallera, pero no es que saca un pollo; a mí sí, me gusta sacar.

Henry Aburto Pérez
Henry Aburto Pérez.

“Yo también me había retirado un poco, porque cuando se jugaba media pulgada, media una, siete líneas, cuarto, cuarto uno, en esa navaja yo tenía gallos buenísimos, buenos gallos y me rifaba con cualquiera; pero después se bajó a la línea, y yo perdí la noción de los gallos, porque no tenía gallos de línea; usted sabe que tener gallos de líneas no es para cualquiera.

“Hoy, en Ticuantepe, hay una nueva camada de galleros. Sí hay chavalos que les gustan bastante los gallos, por lo menos aquí tengo unos vecinos, que les gustan los gallos, tienen bastantes gallos los jodidos. Yo, para competir, he tenido que comprar mis gallitos; ese gallo lo compré en cinco mil pesos. Se lo compré a un brother, aquí en Santo Domingo, y él se lo compró a un brother que le dicen El Indio, se llama Nelson; yo no sé cuál es su apellido, sólo lo conozco por el apodo, y tiene buenos gallos.

“Allí me he colado un poco, pero me quiero dejar esa línea de gallos, no me convence mucho; quiero superarme más, porque le estoy echando el ojo y le estoy diciendo a mi papá que vayamos donde Alfredo Zelaya, que nos vayamos a comprar, o donde Frank Vallejos, para sacar buenos gallos y poder competir mejor. Yo los cuido y los suelto, lo único que no pongo es la navaja; la navaja hay otros chavalos que se rifan, son buenos ennavajadores.”

Entre los nuevos galleros de Ticuantepe se encuentran: Humberto Dávila, Bismark Villalobos, Alex Duarte Villalobos, Francisco y Henry Aburto, Simón Madrigal “Simona”, Antonio Serrano, Jairo Mendoza, Humberto Estrada, Carlos Estrada, Juan Francisco González, Luis Enrique Montano, Alfonso Rodríguez, Mario Payo, Manuel de Jesús González, Manuel Martínez, Rafael Aburto López, Jorlan E. Tiffer, José Eduardo Cruz Martínez, Noel Silva López, Leoncio Dávila, Julio Velásquez, Alfonso Rodríguez “El Zompopo”, Carlos Calero “El Burro”, Jimmy Bermúdez, Enrique Montano Jr., Enrique Cerna, Donald Madrigal, Rafael Pastral, Efraím Gómez, Roberto Gutiérrez, Cristian Alexander Mendoza, Jorge Aguirre, Pablo Rocha, Manuel Ramírez, Jorge González y Marlin y Alfredo Canales.

Leoncio Dávila
Leoncio Dávila

Omar Madrigal Leiva
Omar Madrigal Leiva.

Rafael Aburto López.
Rafael Aburto López

Manuel Martínez
Manuel Martínez

Manuel de Jesús González
Manuel de Jesús González

Jorlan Enrique Tiffer
Jorlan Enrique Tiffer

Noel Silva Lopez
Noel Silva Lopez.

Jose Eduardo Cruz Martínez
Jose Eduardo Cruz Martínez.

Foto de portada: José de la Cruz Mercado Jalina (derecha), atiende su gallo en la gallera “La Enramada”, de Ticuantepe. Todas las peleas fueron con gallos de navaja corta.

Articulo publicado en la edición Mayo – Junio 2013