Los hermanos Henry y Chico Beto Urcuyo Maliaños.
Texto de
Mario Tapia.
Cuando Eduardo Urcuyo nació un 13 de noviembre de 1954, jamás imaginó que sería él quien cargaría con una tradición y pasión de su familia con raíces de más de 1.400 años antes de Cristo: LOS GALLOS.
Pero Eduardo no sólo trae en la sangre la pasión por los gallos de combate, a los cuales les da la mayor parte de sus horas libres, sino que también tiene la tradición política.
«Hermanó, yo estoy haciendo carrera política. No política en carrera», nos expresa Eduardo. Actualmente es el Asistente Ejecutivo del Lic. Jaime Morales Carazo, asesor principal del Presidente Amoldo Alemán.
Doña Sara María Urcuyo de Gómez y sus hijos Alfredo (izquierda) y a la derecha Raúl Gómez uno de los más grandes apostadores en los gallos de los últimos tiempos.
Nieto de un tremendo gallero rivense, Don Francisco Urcuyo Hurtado, con tradición heredada a todos sus hijos Francisco, Ernesto, Eduardo «La Gallina Cumba» (su padre), Henry y Rolando Urcuyo Maliaños, es Eduardo tanto o más apasionado por los gallos de combate que sus tíos o su recordado primo Raúl Gómez Urcuyo, quien fue un tremendo apostador con sus gallos. Sin embargo, Eduardo no lo es. Lo mismo le da jugar su gallo con mil córdobas que con cinco mil. Lo que le apasiona es verlo jugar y ganarlo.
Graduado de Ingeniero Industrial en el Politécnico de Monterrey, México, fue Gerente General de «La Perfecta». Después que el gobierno sandinista confiscó dicha empresa trabajó para el Ministerio de Agricultura hasta 1983, cuando se fue al exilio a México y luego a New York, en donde trabajó de todo, desde mesero, bodeguero y barman, hasta llegar a jefe de una división de comercio internacional de la prestigiada empresa transnacional UNI-FOODF.
Los Urcuyo celebrando el cumpleaños 69 de Henry con todos sus familiares en la Hacienda Santa Marta y un montón de amigos galleros.
Su padre, Don Eduardo Urcuyo Maliaños conocido entre los galleros como «La Gallina Cumba», murió de leucemia a la edad de 56 años en 1978. Su madre Doña Angelita Llanes murió en diciembre de 1977. «Mis padres me dieron la mejor educación que pudieron», afirma.
«Cuando era todavía muy joven me casé y tenía resuelto todo: un carro, casa y un buen trabajo, sin embargo para mí hoy lo más importante en la vida es hacer lo que más me gusta y apasiona como son los gallos, caballos, béisbol y la política». Eduardo es hoy el nuevo representante legal del equipo BOER.
«Los políticos en Nicaragua hacen lo contrario de lo que dicen, por eso muchos de ellos son transitorios y por sus abusos la población los purga para siempre del pentagrama. Muchos de ellos llegan a los gobiernos por servilismo, amiguismo, oportunismo o parentesco y no por sus capacidades En los gallos no existe eso, sobrevive el mejor», afirma Urcuyo Llanes.
Henry y Eduardo Urcuyo pican sus gallos.
«Yo saqué un gallo «pariente» que lo ganamos 14 veces porque era fino y bueno. El día que lo perdimos, fue porque el Dr. Mundo Picado nos hizo trampa. Lo perdimos un 16 de marzo en Masaya, le llamábamos «El Rulo» y nos lo ganó un gallo de Julio Pataky», recuerda Rolando Urcuyo.
«La política se parece mucho a los gallos. La lucha es a muerte y el único que sobrevive es el más hábil, fuerte e inteligente. En el redondel sólo sobrevive uno. Por lo tanto, en la política tienes que estar preparado para todo, para beberte un barril de sangre un día y para comerte un barril de mierda en otro. Sin embargo, en los gallos hay amigos y tengo los mejores. En la política la lucha es para volar cabeza Por lo anterior he sentido en carne propia varias veces presiones de todo tipo, sobre todo cuando manejas dinero, como el de la campaña del Presidente Alemán, y cuando en un partido como el nuestro hay gente de todo.
Igual que en el sandinismo, hay que ser bueno, por eso Daniel Ortega y Amoldo Alemán son líderes y gallos igualitos», afirma Urcuyo.
«Soy liberal, comencé a tener vida política en el Partido Liberal Independiente (PLI) en 1991, aprendí mucho del Dr. Virgilio Godoy y he aprendido aún mas de don Jaime Morales Carazo. Ambos son gallos viejos y jugados. Yo creo que uno debe tener en su cuartel lo mejor de sus gallos para poder ganar», dice Eduardo.
Muy a las cinco de la mañana, Eduardo está levantado comunicándose por el Internet con galleros de todo el mundo, u observando el estado de salud de sus gallos y sus caballos, de sus aves, dirigiendo su alimentación, entrenándolos o moliéndoles la comida y de sus bestias igual.
Eduardo, Rolando, Henry y Chiço Beto Urcuyo en la Hacienda Santa Marta.
En la historia de la vida política nicaragüense desde nuestra independencia con el primer Jefe de Gobierno en 1824 Don Juan Argüello, leonés que nos dejó el primero, sino el único testimonio de la pasión nica por los gallos de combate, en donde solicita un gallo en una carta enviada al Jefe de Gobierno de Guatemala Don Pedro Molina, todos los gobernantes de Nicaragua han estado ligados a los gallos de pelea, exceptuando los tres últimos. Esto hace de los gallos de combate parte de la nicaraguanidad.
El Dr. Francisco Urcuyo Maliaños, a quien el Comandante Fidel Castro le llamo «un tal Urcuyo» durante el primer aniversario de la Revolución Sandinista, antes de ser el Vice-Presidente de Anastasio Somoza Debayle, era apasionado criador de gallos, aves a las que ha dedicado numerosos versos, que son parte de historia literaria y gallística nicaragüense, uno de ellos dice:
Canto a los Gallos
Tarde que anuncia emociones,
bandera roja que prende
del sitio donde se enciende
la sangre en los corazones.
Juego de la gran resonancia
que de España lo trajeron,
y en cada casta pusieron
el valor y la arrogancia.
Juego de lucha y cuidado,
que hace honor a la victoria,
cuando un gallo ennavajado,
en un potente «parado»
busca la muerte o la gloria.
Los domingos la gallera,
abre sus puertas temprano,
y en casillas de madera,
el gallo canta y espera
el momento soberano.
Allí hay pollos encastados
de los patios extranjeros,
otros puros, enrazados,
y el criollito «pinolero».
Se ven caras conocidas
discutiendo en el palenque,
allí están los de Managua
masayas y de occidente,
desde todo Nicaragua
llegan gallos a montón,
Rivas tiene de «tapada»
las fieras de Chú Pelón.
No falta en esas galleras
el mentado Papa Bucho,
desde mi palco lo escucho,
con su voz campechañera
tiene una cría altanera,
del as negro y del Coludo,
Papa Bucho es un escudo
con sus gallos de bandera.
Apuestas y discusiones,
inquietud y esperanza,
principian las emociones,
hay «casada» en la balanza.
En un sombreado rincón,
alejados del ambiente,
ponen la «curva caliente»
en la espuela del crestón.
Después de un corto careo,
se fijan las condiciones,
vá a comenzar la pelea,
palpitan los corazones.
Se oyen cantos desafiantes,
vienen «barridos», «parados»
picotazos encastados,
«batidas» impresionantes
caen las aves tambaleantes
prendidas de las golillas,
las apartan vacilantes
entre gritos de alegría.
Los gallos siguen peleando,
tienen las patas heridas,
y con sus alas sangrando,
buscan la muerte o la vida.
El juez toca un campanazo,
clavó un gallo el pico al suelo,
y el que mató al medio vuelo
sale cantando en los brazos.
Hubo en la tarde emociones,
la bandera se desprende,
del sitio donde se enciende
la sangre en los corazones.
El anterior verso salió publicado en el libro del Dr. Francisco Urcuyo Maliaños el 17 de mayo de 1988, titulado CANTOS Y CANTARES ÍNTIMOS.
Henry y su sobrino Eduardo Urcuyo.
Eduardo no ha escrito versos a sus gallos, pero los cuida, vitamina, entrena y los besa antes de cada pelea. Beso de un amor angustiante en espera de otro beso triunfador, o la tristeza de ver un gallo muerto, derrotado o perdedor.
«La amistad de los galleros es de las mejores que tengo. No hay entre los galleros, divisiones políticas, mucho menos «navaja» que nos separe. Siempre he tenido amigos galleros de todos los sectores: rojo y negro, rojos manchados, rojos sin mancha, verdes oscuros, verdes tiernos y de todos los colores. Los galleros son y seremos siempre amigos, es una de las amistades más sinceras y honestas», afirma Henry Urcuyo Maliaños diputado de la Asamblea Nacional por el partido liberal.
El Ing. y gallero Eduardo Urcuyo Llanes.
«Creo que tengo y he logrado implantar una línea de gallos, saco el color, tamaño y fenotipo que quiero. «Nunca he importado un gallo, mis padrotes se los compré a Mario Tapia y no me arrepiento, no tienen nada que pedirle a un gallo norteamericano. Y en memoria de mi padre tengo una «Gallina Cumba», afirma.
Eduardo Urcuyo, tiene más de doscientos gallos en su cuartel, adultos y en desarrollo y el próximo 25 de diciembre celebrará una jugada privada con su familia y sus amigos en honor y memoria de los 80 años del nacimiento de su padre Eduardo Urcuyo Maliaños «La Gallina Cumba», fallecido en 1978.
¿Hasta dónde llegará Eduardo? ¡En los gallos muy lejos! ¿En la política? ¡No sabemos! Lo único que sabemos es que es gallo fino, buen padrote, encastado y que tiene buen pedigree.