Oscar William Castellón

Un hombre de trabajo y de gallos
Texto y fotos de Mario Tapia

William Castellón, hoy no le teme a nada ni a la muerte. Nacido en el seno de una familia numerosa, afirma que ha conquistado todo lo que se ha propuesto en la vida, y su mayor satisfacción es venir desde los sectores más humildes de la población. Como gallero, William confía en sus gallos y sus navajas “Punta de Diamante”. Conocí a William Castellón López, hace 16 años, cuando planeábamos publicar la primera Revista Cultural GENTE DE GALLOS y andábamos detrás de los primeros anuncios para la misma. Lo encontramos en su pequeño taller de arte en concreto dando sus primeros pasos, hoy su empresa es toda una referencia y sus trabajos se han multiplicado en calidad y presencia en muchas partes, dentro y fuera del país. La más conocida, es la escultura del General Sandino montado en su mula. La entrevista con William Castellón López, amigo, emprendedor, abogado, luchador y gallero, la veremos enseguida:


La escultura del General Augusto Calderón Sandino, del Estadio Nacional, es una obra de la empresa de Oscar William Castellón López. En la gráfica inferior, la obra en su proceso de acabado.

¿Cuándo y dónde nació Oscar William Castellón López?

Nací el 20 de septiembre de 1961, en Matagalpa. Fue mi madre doña Felipa López Díaz (q.e.p.d.) y mi padre es Francisco Castellón Hernández (97), originarios de Terrabona, Matagalpa. Vengo de una familia numerosa, éramos 10 hermanos, soy el menor de ellos, estamos vivos nueve. Mi hermana Marina Castellón de Montoya, falleció en 1989, en un accidente aéreo en Honduras, en el avión de SHASA. Ella murió junto a su marido, el señor Pedro Montoya.

Soy 100% matagalpino, nací en el barrio Guanuca, estudié la primaria en una escuela de ese mismo barrio; era grande, de adobe, con divisiones de playcen para cada grado; tenía un patio grande, donde jugábamos todos los chavalos, ahí terminé mi primaria. Luego, estudié hasta tercer año en el “Instituto Nacional Eliseo Picado”, de Matagalpa, y me bachilleré en el colegio San Luis.

¿Cómo ha sido tu vida?

Desde niño, mis padres me enseñaron a respetar a las personas mayores, nos inculcaron la religión católica, íbamos a misa todos los domingos, y siempre en Semana Santa a los Vía Crucis, que eran a las 4 de la mañana y me costaba levantarme. Una vez, al mes a veces, me dejaban ir al cine. Mi niñez fue bonita, jugué trompo, canicas, construí mi patineta que las hacía con balineras viejas, usé tiradora, y a los once años un hermano mayor (Daniel) me enseñé a tirar con un rifle 22. Fue una de las cosas que más me gustó aprender; fue una niñez sencilla, pero bonita.

Valores inculcados que nunca olvidaré son: honradez y respeto. Son la mayor herencia que recibí de mis padres; otra cosa, fue honrar el trabajo digno, por muy humilde que este fuera. Mi padre me decía que: a quien trabaja de forma honrada nunca le faltará nada. Que nunca te señalen como ladrón o tramposo. Siempre me aconsejó. Fue un padre bien duro en su forma de castigarnos; aún hoy a sus 97 años, tiene un carácter difícil. Esos castigos se los agradezco. Ya adolecente, me decía: “El arma se desenfunda por dignidad y se enfunda con honor. Hoy entiendo lo que me quería decir con esas palabras, por que la dignidad y el honor se ganan a lo largo del paso de uno por la vida.

Mi madre decía: La paciencia es la madre de todas las virtudes. Y en verdad, uno, con paciencia, logra todo lo que quiere.


El parque municipal de municipio de San Ramón, Matagalpa es una obra de la empresa de Oscar William Castellón López.

¿Quién es hoy, Williams Castellón?

Soy Abogado Penalista, me recibí en la UCA, me dedico a los negocios, tengo una empresa constructora. Por otro lado, soy criador de ganado puro Pardo Suizo y tengo mi cuartel de gallos de navaja corta, deporte que practico con mucha pasión, cuando tengo tiempo.
Mario, yo soy un hombre que he vivido la vida. A los catorce años, me involucré en los movimientos estudiantiles en Matagalpa. Fui dirigente estudiantil desde muy joven, a los 17 años estuve asilado en Venezuela más de un año. En los años 70 me involucré en los movimientos revolucionarios, y más tarde, en la contrarrevolución. Hoy me siento orgulloso de lo que he hecho, y creo haber puesto un granito de arena, junto a muchos de mi generación, para construir la historia de este país y, sobre todo, por la libertad.

En los años 80, en Costa Rica, me involucré en ARDE, hasta la desmovilización en Yolaina, Nueva Guinea, en el mes de junio de 1990.


Gallo al sol en el cuartel de gallos de William Castellón, en Managua.

Después de todo lo anterior, ¿cuál ha sido el mayor reto de tu vida?

El mayor reto de mi vida lo vivo a diario, tratando de hacer las cosas de la mejor manera posible, ese es un reto que todos los días estoy conviviendo con él.

¿Cuál es tu mayor logro y cuáles son las metas y sueños de futuro?

El mayor logro, es haber llegado a la edad que tengo, estar donde estoy. ¿Mis metas? Creo, Mario, que el hombre nunca deja de alcanzar metas, cada día hay algo nuevo que alcanzar. Mi sueño es seguir trabajando, fortaleciendo lo que he hecho.

¿Qué otra cosa te hubiera gustado ser o aspiras ser, William Castellón?

Me siento agradecido con la vida, no hay nada que añore que no haya hecho. Lo que me propongo lo logro, perseverando. Siempre he pensado que cuando se actúa de buena fe, Dios te facilita las cosas. La vida misma te indica cuál es el camino que tienes que seguir, unos son más riesgosos que otros, pero al fin, uno mismo escoge cuál andar.

¿A qué le teme hoy William Castellón?

¿A qué le podría tener miedo, con todo lo que he pasado y he vivido en mi vida? A la muerte no le temo, la he cargado en mis espaldas, no me asusta. Quizás le tema a las personas que mienten, no me gusta que me mientan, soy desconfiado con ese tipo de personas; eso podría preocuparme un poco, pero no es que me dé temor. Estoy consciente que en este mundo hay de todo.

¿Cuándo comenzó y en que trabajó, William Castellón?

Comencé a trabajar, después de la desmovilización de los años 90 (cuando me desmovilicé traía una mochila con muy poca ropa, un par de botas jungla y una brooning 9mm, ese era mi capital): primero, comencé con una fábrica de bloques, aún la conservo como reliquia la primera máquina innovada con que empecé a trabajar. Me la han querido comprar, pero no la vendo. Con perseverancia y creatividad, fui escalando y creando diferentes negocios en el área de la decoración y construcción de áreas públicas, hasta realizar importantes proyectos decorados con mis esculturas y productos.

Mario, el éxito que he tenido en los negocios, considero que ha sido rodearme de personas honestas, emprendedoras y la visión de una meta que es dejar un legado. Si es necesario, trabajo día y noche, no me canso. Me gusta el trabajo, y si uno comienza algo con fe, las cosas van a salir bien. Algo sencillo y elemental, es no gastar más de lo que se gana y no distraerte viendo lo que hace tú vecino, (sino) enfocarte en tus metas.

¿Le tienes miedo a la pobreza?

¿Que si le tengo miedo a la pobreza? No, cuando has convivido con algo sabes cómo tratarlo. No hay porqué tenerle miedo a algo que se puede superar. Lo único que el hombre no puede superar es la muerte.

¿Cuál ha sido tu trabajo más productivo?

Todos los trabajos han sido productivos, porque los emprendí con buena actitud y de manera constante. Si comenzar una cosa, otra, otra, y no te concentras en ninguna de ellas, cuando te das cuenta el tiempo pasó y vos seguís haciendo números en el aire, hablando locuras. Hablando de millones cuando no cuidas los centavos, enredándote cada día más y de alguna forma enredas a tu familia, a tus amigos.

El tiempo tiene un valor incalculable, no hay que desperdiciarlo, hay que aprovecharlo al máximo y estar atento a las oportunidades que la vida te presente. En cuestiones de negocios, uno te lleva a otro, es una cadena. Cuando quedas bien con quien haces un trato o negocio, las puertas se te abren para seguir adelante. Un buen vehículo para hacer negocios, son las amistades y entre los galleros, la amistad se cultiva.

¿Qué es lo que más hace feliz a William Castellón?

Mis hijos.

¿Cuál es el mayor hobby de William Castellón?

Los gallos de navaja corta, pero, sobre todo, ennavajar. Cuando lo hago, estoy pensando en la efectividad de esa navaja; solo que este gallo no saque, las patas no matan. Tengo esa confianza, y cuando ennavajo me gusta hacerlo con paciencia; para mí, es algo que requiere mucha precisión, es como hacer un tiro de francotirador, y que dé en el blanco, tiene que matar en cualquier momento del combate. Mario, te voy a contar una anécdota: el 24 de septiembre pasado, estábamos jugando gallos en León. Llegué un poco tarde, y me dice mi amigo Marlon Barrera: “William, vamos a echar una pelea con Frank Vallejo, él nos va echando un gallo cumbo que es muy bueno, la última vez que lo ganaron fue en Nagarote a Oscar Gutiérrez, de Estelí, y no la quieren jugar barata”.

Entonces le pregunté a Marlon: ¿con cuánto va la pelea? Y le dije vamos la apuesta a medias. A continuación le digo a Marlon: a esa cumba hoy le cae la “punta de diamante”, hoy deja de existir. Marlon, incrédulo se puso a reír. Al momento de la pelea, Frank había armado su gallo y yo había armado el gallo de Barrera. A los tres minutos de la pelea, La Cumba estaba partida por todos lados, y la barra gritaba: ¡muerta La Cumba, le cayó la “Punta de Diamante”!


En la gráfica, una pelea de un gallo de William Castellón, contra un gallo de William Ruiz, en la gallera municipal de Estelí, el pasado 23 de noviembre. En la gráfica inserta, William armando su gallo que, al final de combate, resulto ganador.

Te cuento, que mi amigo Frank Vallejo, pasó más de un mes sin hablarme, se molestó, porque ganamos la pelea y murió “La cumba”. Pasado unos días, le hablé por teléfono, no me contestó, pero después Frank me llamó riéndose… se le había pasado el enojo.

Eso, Mario, es lo bonito del deporte de los gallos. Un día ganamos y otro día perdemos, y la amistad sigue igual. Mario, para mí los gallos han sido un vehículo que me ha llevado a conocer personas dignas, que me han demostrado que la palabra vale más que cualquier documento legal firmado. Estoy orgulloso de ser un gallero.

¿Cuánto has invertido en tus gallos?

Bastante, no quiero hacer alardes de la inversión, pero ha sido lo suficiente para tener un cuartel mediano, con buenas instalaciones. Tengo gallos y gallinas traídas de Panamá, EEUU, República Dominicana, Puerto Rico, etc. Me siento contento con los resultados que he obtenido en la temporada de gallos (el verano), gano más que los que pierdo, soy ganador.


CREANDO MEJORES CONDICIONES.–Rejones y voladeros en el cuartel de gallos de William Castellón López. en Managua.

Vos mejor que nadie, Mario, sabes que, para tener buenos gallos, el gasto es de todos los días; invertís en instalaciones, vitaminas, buena comida y un buen cuido. Lo demás, es un poco de suerte. No me preocupa lo que invierto, porque siempre busco buenos resultados. Los gallos son mi pasión, disfruto de ser gallero.

Foto de portada: En la gráfica, en el orden acostumbrado: Edward José Guadamuz Requene, William Castellón López, Rafael Rodríguez, José Balbino Mena “Chespirito” y Jorge Jiménez Cerda, en la gallera Municipal de Estelí, Nicaragua.

Articulo publicado en la edición Noviembre – Diciembre 2013