Recordando a los viejos galleros de Tisma

Texto de
Mario Tapia

Tisma es el pueblo más rural hoy en día del departamento de Masaya. Cada casa es un retrato de la campiña nicaragüense, en donde conviven sus pobladores en sus patios con sus vacas, caballos, yunta de bueyes, sus aves y, por supuesto, sus gallos de pelea.

Su gente y sus galleros son en su mayoría de origen campesino, particularmente supersticiosos, creen en brujería, pactos satánicos y “pelea diabólicas”. Según don Tomas Garay hubo una época en Tisma cuando la rivalidad entre Terencio Vílchez y Manuel Jaime, provocó que se tejieran numerosas historias satánicas; de igual manera, con don Leopoldo Gómez y Eulalio Siézar. Actualmente, existen galleros como Cristóbal Siézar Henríquez, “El Diablo Fachento”, de quien se dice que nunca pierde una apuesta.

Las galleras, en décadas pasadas, eran el centro de mayor reunión y esparcimiento de todas las poblaciones de Nicaragua. En ellas se reunían desde presidentes hasta humildes campesinos galleros para echar sus gallos y platicar de la vida cotidiana. En ellas se dilucidaban muchas veces problemas políticos y personales también.

Pelea de Gallos en Tisma

Muerto en la gallera de Tisma

Don José Tomás Garay Hernández, recuerda cómo su abuelo del mismo nombre fue muerto en una gallera de Tisma, hace muchas décadas: “Lo mataron con palos y puñales los hermanos Gregorio, Juan García y Chiro Morales en la gallera del pueblo”.

Un pueblo gallero

El gallero Richard Selva, nos dice que Tisma es un pueblo totalmente gallero y con buenos gallos: “Lo que no tenemos es dinero para apostar – dice -, pero gallos de calidad, hay en Tisma”. En verdad, es común ver en los grandes solares de las casas de Tisma gallos amarrados o grandes polladas y gallinas con su manada de pollos de raza.

Richard Selva Sotelo
Richard Selva Sotelo

“Ando en la galleras desde que aprendí a cargar un gallo. Siempre ha existido una gran rivalidad entre los mismos tismeños en la vida y en los gallos. Actualmente, existe un grupo encabezado por “Pito Negro”, Bernabé Kung Fu, Octavín y Huber Fernández, que siempre nos echan gallos para demostrar quién tiene mejor gallo de navaja corta”, afirma Richard Selva Sotelo.

Un barrio y pueblo de gallero

En el barrio humilde de pescadores, conocido como “El Chicüige”, casi en la totalidad de los patios, hay gallos sueltos o amarrados. Son galleros jóvenes; la mayoría de los viejos galleros del pueblo, ya pasaron a la historia, entre ellos: don Nicolás Trejos Ortega, Juan Ramírez “Juan Colorado”, Justo José y Luis Selva Torres, Narciso Pichardo , Gilberto Mora “Morita”, Hernaldo Miranda, Adrián Torres y don Carmen Garay; este último, considerado el más grande gallero de todo los tiempos de Tisma.

Como todo en la vida, unos mueren otros nacen en la afición. Hoy en día, existe una gran afición joven de galleros en Tisma, y se destacan, entre ellos: Adalver Selva Briceño. Róger y Carlos Alberto Miranda; don Tomás, Noel y Jaime Garay; Octavio y Carlos Membreño; José y Humberto Hernández; Ramón y Ramón Jr. Briceño; Modesto Selva, Vernón Daniel Selva, Pancho Blanco Garay, Santos, Carlos y Germán Barilla; Manuel “Yupi” Quiroz, Frank Anthony Toruño Tapia, Juan “Tortuga” Pichardo, Medardo, Nicolás y Ricardo Trejos; Lázaro Selva, Daniel Selva Torres, Modesto Selva Briceño, Richard Selva Sotelo “El Profesor”, Ronny Selva Barilla, Francisco y Alex Selva, Andrés Obando Flores y sus hijos, Felipe, Enrique y Rafael Pichardo; Eduardo Morales “La Cátala”, Bernabé Bermúdez “Kumfu”, Huber Fernández “Pito Negro”, Encarnación Fernández “Pito”, Pedro Carvajal Gómez e hijos; los hermanos Valle, Enoc, Francisco y Napoleón Aburto; Manuel Barrera Trejos, Julio Grijalba, Alberto, Dora, Agustín y Modesto Ruiz; Bismark, Jenier, Franklin Valezca y Omar Gómez Miranda “Los Simpson”.

Modesto Selva Briceño
Modesto Selva Briceño

Germán Barilla
Germán Barilla

Además de que en la mayoría de las comarcas hay criadores de gallos, como Miguel Rayo y sus hijos, Las Cortezas, Pedro “Mecha”, el profesor Valladares y Pedro Sánchez “Guilo”. En la Montañita, René Pereira, Nazario Henríquez, Juan y Ramón Narvaéz. En la comarca San Jerónimo, Rosalío Dumas, Julio González y allí cría gallos también, Fernando Abaunza Noguera. En San Ramón, Edgar, Saúl y José Mercado, Ramón Siézar, “Perra Mocha”, Ramiro Urbina Salablanca y los hermanos González. En Santa Cruz, “La Papa”. En la comarca El Riito, Miguel López.

En el barrio “El Chicüige” Germán, Luis “El Negro” Miranda Zamora y “Cacho Cumbo”.

En la comarca “El Cielo”, Jerónimo Jiménez. Y en la comarca “El Palenque”, Oscar Toruño “Quiro” y Bayardo “Kine” Salguera.

Galleros de familia

Jaime Garay Pérez; “Morocota”, nos expresó “Mi abuelo, Matilde Garay, fue gallero, y mi papá, José Tomás Garay Hernández, también lo es. Tisma es pueblo en donde la gente es gallera por herencia familiar”.

Jaime Garay Pérez
Jaime Garay Pérez

Cargando con las tradiciones y costumbres

Adalver Selva Briceño, se fue de Nicaragua hace más de veinte años a los Estados Unidos. Llevaba en su mochila muchas tradiciones, costumbres y recuerdos, entre ellas: los pescados sin espinas de su pueblo y las peleas de gallos. “Añoro la comida de mi madre y el pescado de Tisma, la tranquilidad del pueblo y sobre todo las peleas de gallos.

Adalver Selva Briceño
Adalver Selva Briceño

Realmente, Mario, me hace falta el pescado, los mangos y los jocotes del pueblo”, nos dice Adalver Selva, quien desde que llegó a Miami y más tarde, cuando se trasladó a San Francisco, se dedicó a buscar gallos finos y no le importó el precio. Ha invertido en todos estos años más de 15 mil dólares en gallos y gallinas. “Yo quería que mi padre tuviera los mejores gallos del pueblo. Recuerdo cuando niño, que muchos galleros le regalaban gallos malos y cobardes para que se le corrieran e hiciera el ridículo en la gallera. Otros le regalaban huevos ya pasados por agua caliente para que no le nacieran. Aunque también tuvo buenos amigos galleros, como el Negro Salguera, quien le regalaba gallos a mi padre de los de don Miguel Gómez Arguello”, afirma Adalver.

Por su parte, Modesto Selva Briceño, nos dice que su abuelo era gallero, y agrega: “Mi papá, mis tíos Luis, Justo y Daniel Selva, fueron y son galleros; mi sobrino, Adalver Selva, también es gallero. Mi hermano Adalver Selva Briceño, ha traído a comprado gallos de Gustavo Sánchez, Armando Quintero, al árabe Basset, Armando Navarro y René Sanjuan. Uno de estos gallos le quedó a Róger Miranda, le dio un toro a cambio de un gallo escogido en su finca; le dio una vaca por otro gallo. Otros de los gallos le quedaron a Joaquín Ortíz, a quien le dio dos gallos por un caballo.

De mi familia, el más grande gallero es mi tío Daniel”, concluye afirmando Modesto Selva Briceño.

Daniel Selva, hoy tiene ochenta años y los gallos no faltan en su casa; ellos obtienen el mayor tiempo y energía de este viejo gallero. Y nos relata: “Uuuh, soy gallero desde que tenía 15 a 16 años; andaba ennavajando gallos en los patios de Tisma. Mi padre, Adrián Torres, era gallero”.

Daniel Selva
Daniel Selva

En aquella época habían buenos y famosos galleros, afirma don Daniel, entre ellos: Carmen Garay, Narciso Pichardo, Adán González, Fabio y Mercedes Morales Macho Trejos, quien era el suegro de Jehová Garay. Los gallos se jugaban en la gallera de “Barrilito” Gutierrez. “Eso fue en los tiempos de Somoza García”, afirma don Daniel Selva.

“Mi abuelo, Manuel Miranda Vega, era caballista, y mi papá, Hernaldo Miranda, junto a Ramón Miranda, eran galleros. Eran los tiempos en que en Tisma había rivalidades a muerte entre algunas familias, como los Marota, Garay y los Trejos. Recuerdo cuando se agarraron en una fiesta de mayo Rodolfo Marota y Nicanor Trejos. Uno le voló la nariz y el otro le voló la oreja, y allí quedaron “, afirma don Carlos Alberto Miranda, quien agrega: “Fue mi abuelo, Manuel Miranda Vega y don Salomón Toruño, quienes le echaron a competir el caballo “El Venado” al corcel “El chico lindo”, de don Alejandro Abaunza. Recuerdo que la carrera fue en la del cementerio. Esos tiempos ya no volverán”.

Carlos Alberto Miranda
Carlos Alberto Miranda

La cabalas y supersticiones

“Yo creo en las cábalas de los viejos galleros. El pelo existe, porque hay veces que hay una, dos, tres y cuatro y el pelo claro tal vez está ganando, pero, de repente, el pelo oscuro gana una pelea y comienza a ganar el oscuro y va de viaje… todo oscuro”, afirma don Daniel Selva y agrega: “Yo tuve unos gallos cenizos que quebraban el pelo, el padrote me lo regaló Ronaldo Mora, Chacalapa”.

Don Daniel Selva, dice que los gallos sólo gasto le dan, ya que gasta miles en mantenerlos y las peleas las echa bastante baratas, aunque son gallos descendientes de los gallos importados de Adalver Selva Briceño, la ganancia no da para mantenerlos.

Otros aseguran que los mejores gallos los tiene don Roger Miranda, quien compró y cambió vacas y caballos por gallos con Adalver Selva. “La verdad es que para el buen gallo eso no existe. Si está bien preparado, es heridor; lo que necesita el gallero, es un “chelín” de suerte”, afirma Richard Selva.

Cuidaba caballos y gallos

Don José Tomas Garay, nació entre caballos y gallos de combate y aprendió a cuidar caballos de carrera y aves de combate.

José Tomas Garay
José Tomas Garay Hernández 

Seguro de ello, nos cuenta: “Mi papá, Matilde Garay, tenía un caballo que compitió con un caballo de Luis Somoza Debayle y le ganó. El caballo lo echo a competir Luis Urbina, de Granada. A los gallos entré desde muy pequeño, mi tío Leónidas Garay se fue para Costa Rica y me heredó tres gallos de pelea y tres pollas. A dos de los gallos me les arrancó la cabeza un gato de monte. Ahí comenzó mi pasión por los gallos. Yo he llorado por un gallo. Eso sí, Mario, yo no creo en el pelo”, concluye don José Tomás Garay.

Un pueblo sin droga

Bismark Alberto Gómez Miranda, gallero y vicealcalde de Tisma, nos expresa: “Algunas costumbres se han modificado; sin embargo, la mayoría de sus tradiciones, como las carreras de caballo y las peleas de gallos, están vivas. En este pueblo no existe el consumo de droga. Es un pueblo limpio y sano. El casco urbano es líder en la cría y afición gallera. Las comarcas más galleras son Las Cortezas, la Montañitas y San Jerónimo.

Bismark Alberto Gómez
Bismark Alberto Gómez

Una dama dueña de gallera

Doña Gloria Haydee Manzanares Henríquez, ha sido siempre mujer de trabajo y de negocios; entre uno de los tantos negocios, también tuvo una gallera, de la cual nos dice: “Yo tuve una gallera hace muchas lunas. El local se lo alquilé a don Juan Gallo, quien era el gallero. A él lo mataron hace poco. Nunca se supo quién lo mató. Amaneció muerto apuñalado. En la gallera jugaban gallos todos los domingos, y los días de la fiesta de mayo llegaba gente de todos lados, de Masaya, Nindirí, Granada, Tipitapa y de Masatepe”.

Tienen, pues, los gallos buen patio en Tisma y una nueva generación de galleros jóvenes y entusiastas, de quienes estamos seguros mantendrán viva nuestra tradición universal.

Nota: Agradecemos todo el apoyo que nos brindó Eddy Mercado, del Departamento del Medio Ambiente de la Alcaldía de Tisma.

(*) Artículo publicado en Junio del 2008.