Los recordados legendarios galleros de Masaya Edgar «Gara» Delgadillo, Francisco «Lolo» Sánchez Cuadra y Cesar «Pucha» Vega Vergara.
Texto y Fotos de
Mario Tapia
Lolo, Gara y Pucha, eran galleros como un Trío de Oro de la música del recuerdo. Que suena bien al oído y al espíritu en toda época y principalmente entre los viejos y buenos deportistas de las aves de lidia que los conocieron en su apogeo en los mejores redondeles y galleras de Nicaragua.
Francisco “ Lolo” Sánchez, Edgar “Gara” Delgadillo y César “Pucha” Vega, masayas de pura cepa, eran tres Ases a los cuales se sumaba Fernando Abaunza Noguera a su retorno de Canadá para completar el Póker de Ases, que hizo brillar el deporte de los gallos en los últimos 50 años.
Estos cuatro amigos suman más de 250 años de vida acumulada en experiencia y riqueza en el manejo, cuido y crianza de los gallos de combate de Masaya y Nicaragua.
Hablar de gallos de Masaya y no hablar de ellos sería un pecado mortal que no me perdonarían ni los deportistas de esta ciudad y Dios por olvidarlos.
Ellos además de ser amigos entrañables desde su infancia, están unidos por afinidad política y la pasión a los gallos de toda una vida.
“Julio Pataky como gallero era feroz, en una oportunidad el 16 de marzo de 1,965 aquí en Masaya, Julio me dio dos navajas de ventaja y el armó con los ojos vendados, yo mismo lo vendé y aún así me ganó”, recuerda Lolo Sánchez.
“Gara y Pucha, son como mis hermanos, somos amigos en las buenas y en las malas desde niño. El casamiento de mi hija María Dolores con Edgar Delgadillo hijo, nos unió aún más” expresaba Lolo Sánchez.
Los hijos galleros… Los tres Alfonsos
Masaya no solo es folklore y tradición cultural religiosa. Masaya es tierra de buenos y recordados galleros. Los tres Alfonsos: Alfonso Abaunza, Alfonso Delgadillo y Alfonso Gutiérrez Abaunza, los más grandes galleros de Masaya ya fallecidos.
“¡Puta!, cuanto hubiera dado yo por tener un hijo gallero” expresa balbuceando César “Pucha” Vega.
Mientras “Pucha” lo desea, “Gara” no lo quiere, a “Lolo” le tienen que sobrar.
“Mi padre tenía muchas esperanzas en mí, me bachilleré en 1,946 en el Pedagógico de Diriamba y ese mismo año me casé. Y hoy lo volvería a hacer con quien es mi esposa.
El recordado Francisco «Lolo» Sánchez Cuadra y su esposa Alda Arostegui.
“Lolo” tiene un hijo gallero José Manuel, dos consuegros galleros Edgar “Gara” Delgadillo y Juan Amador Cabrera “Juan Mono”.
El recordado Juan Amador Cabrera “Juan Mono”
O sea que “Lolo” tiene por que pintar por cualquier lado descendientes galleros.
“Cuando Edgar mi hijo se metió a los gallos, lo hizo para agradarme a mí, cuando él pudo y mi nieto ser galleros ya pasó ahora no, no quiero que sean galleros, mi familia sufrió mucho por los gallos”, señalaba Edgar “Gara” Delgadillo.
“No todo ha sido placentero en los gallos para mí. En una ocasión después de una sentencia, en la gallera de Mundo Ilizaga, de Managua, Julio Pataky me tiró encima un gallo ennavajado, por dicha y gracias a Dios no me cortó”, recordaba Lolo Sánchez.
Las grandes jugadas
“Las jugadas del 16 de marzo se celebran desde el siglo XVII, eso me contaban mis viejos familiares y amigos. Y se realizaban para celebrar la culminación de la última erupción del Volcán Masaya. Eran jugadas brutales”, afirmaba Lolo Sánchez.
“A las jugadas del 16 de marzo en Masaya los galleros llegaban con sus mejores ropas y trajes de gala. Era como si iban a fiesta de los supremos poderes”, señalaba Edgar “Gara” Delgadillo.
“Los hoteles se llenaban y las casas de los amigos galleros también. No había donde meter tanta gente. Si el 16 de marzo caía en sábado, jugábamos: Viernes, Sábado y Domingo”, recuerda con nostalgia Edgar “Gara” Delgadillo.
“Yo realicé la primera jugada de gallos los 30 de septiembre día de San Jerónimo. Y también hice la primera gallera redonda de Nicaragua y comencé a realizar torneos con premios en el país”, rememoraba Don Juan Amador “Juan Mono”.
Sus gallos famosos
“Tuve un gallo famoso que lo gané en toda Nicaragua, se llamaba El Carmencita, en honor a una muchacha de Nandaime que me gustaba, tenía los ojos cambiados y el gallo también. Era feroz lo gané como un general de gallo”, recuerda Edgar “Gara” Delgadillo.
“Conocí de casualidad a Gustavo Legran y él me presentó al norteamericano William MacDonald, al cual le compré una docena de gallos. Me mandó 8 buenos, 2 regulares y 2 malos”, recuerda Fernando Abaunza Noguera.
El gallo 642
“En otra ocasión me mandó de regalo una docena de gallos y me mandó una carta en la que me decía que el gallo con la chapa No. 642, se lo enfrentara al mundo, apostara una casa y que se lo echara al Diablo, menos a Dios. Echamos 6 a los hondureños, los gallos eran brutales y el 642 era un fenómeno”, recuerda Fernando Abaunza Noguera.
Los McD.
“Después le pedí un padrote que me costó 1,000 dólares y 6 gallinas de 200 dólares cada una. Ese gallo fue el que hizo famoso a mi tío político César “Pucha” Vega y a Masaya. Los gallos eran bárbaros, eran gallos norteamericanos nacidos en Nicaragua”, afirma Fernando Abaunza Noguera.
Fernando Abaunza , quien se bachilleró en el Centro América de Granada y estudió Zootecnia en la UCA. Fue director de renta de Masaya.
“Yo nunca perdí fortunas en los gallos, no soy tahúr, soy gallero. Lo mismo me da que mi gallo fuese con 500 córdobas que con cinco mil”, señala Fernando Abaunza Noguera.
La muerte de un gallero
Fernando, quien vivió los últimos trece años en el Canadá, recuerda: “Vi 416 veces La Muerte de un Gallero y muchas veces un reportaje que hizo el programa “OCURRIO ASÍ” sobre los gallos en Nicaragua y mi amigo Mario Tapia”, agrega Fernando Abaunza Noguera.
Fernando Abaunza
Los galleros de hoy y sus esfuerzos
“Yo soy masatepino, pero me siento de Masaya, porque aquí vivo y estoy pasando los últimos días de mi vida”, afirma don Francisco Javier García Calero, hermano del recordado Monseñor Estanislao García quien fuese Párroco de la Iglesia de San Jerónimo durante muchísimos años de su vida.
Don Francisco y su esposa Doña Rosalina Sánchez Tapia y toda su descendencia: Paco, Toño, Félix, Luis y nietos, son apasionados galleros que visitan todas las galleras del país, apostando y jugando sus gallos.
Otros galleros que se han sumado a la afición galleril de Masaya, son los hermanos Dr. Iván, Alfonso, Sergio Castillo Noguera y Frank Ugarte, del pueblo de Nindirí, así como el famoso “Racumín”, originario de San Rafael del Sur y residente en Masaya.
César Iván y Alfonso Castillo Noguera
Frank Ugarte e Iván Castillo Noguera, galleros de Nindirí.
La recordada Doña Ameriquita Algaba “Madrota de los galleros de Nicaragua” y su hijo Bayardo. Don Orlando Ruiz y sus hijos: Donald y Juan José, “Los Coloraditos”, únicos galleros monimboseños. Don Rigoberto Guzmán y sus hijos. El gran Ofilio Pérez “Ofilio Cachorro”, el gallero que más alto está volando en este momento ennavajando, entrenando y jugando los gallos de Francisco Midence.
Los recordados galleros Doña Ameriquita Algaba y Pedro Denis Morales.
El gran Juan Amador, Don Manuel Bermúdez Caldera, “Mélico”, el veterano Sucre Elías Frech con su revivida gallera de Los Altos de Masaya, Emilio Caldera y el gran Chilo Barbosa. O sea que la pasión por los gallos en Masaya continuará por los siglos de los siglos con su nueva generación de galleros.