Una bella estampa de un gallo “Old English Game”, en la portada de la revista especializada norteamericana Murray McMurry en el año 1996.
El gallo es el tipo de un caballero de plumas vigilantes, apercibido al ataque y a la defensa y por tanto muy cuidadoso de sus gallinas.
Texto de
Juan Serra Planells (*)
La antigua gallina inglesa de pelea (Gallus dom pgnax, británica; en inglés, Old English Game) debe considerarse no sin razón como descendiente de las gallinas grandes y pugnaces que en el siglo I de nuestra era llegaron a la antigua Britania con los ejércitos Romanos y no se criaban para el consumo.
De la misma manera que los romanos en otro tiempo llevaron a Roma los antiguos “fighting-dogs” (perro de peleas ingleses) para emplearlos en las peleas Romanas de fieras, así como también trasplantaron sus “fighting-cocks” y el deporte de las riñas de gallos en la antigua Britania.
Después de la prohibición de las riñas (cock-fights, cock-matches), el ave de pelea, que también se preciaba como ave de consumo, perdió en Inglaterra su antigua forma recogida y robusta, que era de las de más valor para las riñas y desde mediados del siglo anterior se convirtió en un ave de adorno, cada vez más alta y zancuda, que gradualmente expulso casi por completo a las del antiguo estilo; pero en los últimos años ha recobrado su antiguo predicamento al lado de la llamada raza moderna. En Alemania, se cría poco.
Forma y estructura
Solo de mediana altura y tamaño, no del tipo erguido malayo, sino parecido al de la gallina rustica, esta ave se distingue por su estructura fuerte y su cuerpo mediano, de carne firme, ancho de hombros, de pecho ancho y llano, redondeado por los lados, adelgazado hacia la cola, más bien horizontal que caído, de dorso mediano, ancho, algo caído, abdomen delgado, casi contraído, llorón tupido; por los muslos cortos, fuertes, gruesos y musculosos; por el calcanar arqueado hacia atrás; por los tarsos medianos, vigorosos, desnudos y blanco (color de carne), con cuatro dedos fuertes y bien ensanchados y el posterior plano y bien plantado en el suelo; por la cola ancha, llena, larga y erguida, de escapos fuertes, en el macho de hoces anchas y de bello arco con abundante cobijas; por el cuello recogido moderadamente lago, muy fuerte en los hombros, erguidos, con muceta de plumas largas que cubren los hombros; por la cabeza mediana, ancha y terminada en punta ( cuneiforme), de cresta enhiesta moderadamente grande, sencilla (en el macho, por lo general, perforada) , de pico fuerte, cuneiforme, poco curvo, blanquecino, de cresta lisa y roja, de ojos saltones, fogosos, y de color rojo claro, de orejillas pequeñas, finas y rojas y barbillas cortas y delgadas (perforadas). Peso: macho, 3-4; hembra, 2.25-3 kgs. Figura y continente, si bien no erguidos bastantes altos, arrogantes, aplomados, revelando gran fuerza muscular, unida a la resistencia y al valor; índole audaz, fogosa y provocativa. El gallos es el tipo de un caballero de plumas de vigilantes, apercibido al ataque y a la defensa y por tanto, muy cuidadoso de sus gallinas.
(*) Periodista y gallero español
Articulo publicado en agosto de 1999.