Texto de
M.V.Z. José Antonio Arias (*)
Hablando de una familia que ha resurgido con fuerza a finales del siglo XX y principios del XXI, tendríamos que mencionar a los famosos Joscos, Brown Reds, o Caballo de Guerra en lugar muy preponderante.
Este tipo de gallo había perdido mucha popularidad entre los años sesenta, setenta y ochenta, debido a que en los Estados Unidos se jugaban casi totalmente con el “Gaffs” y dicho tipo de arma requería un gallo, que además de bueno fuera de mucha casta y resistencia al castigo.
Precisamente en lo referente a este punto, siempre los gallos relacionados con los Brown Reds han tenido fama de ser algo cobardes, o poco resistentes a las heridas.
Gallo Brown Reds, de Enrique Suárez, en el Criadero Los Tapia, Masatepe, Nicaragua.
Por supuesto que también aquí estaríamos hablando de que hay de Brown Reds a Brown Reds, y que en determinado momento cruzas mal hechas o ejemplares de mala calidad tendrán más acentuado este defecto, y aquellos que se conservaron en buenas manos, esto será poco notorio y tendrá poca influencia.
Sin embargo, y definitivamente como conclusión, podemos decir que el adagio de que el gallo muy rápido por instinto tiende a apresurar la pelea debido a su falta de casta, y con esto no queremos decir que sea un gallo corriente, sino que comparativamente con líneas como los Hatch y otros sí resisten definitivamente menos el castigo.
Olvídese de las teorías o más bien llamaríamos pseudo teorías, que algunos han embozado en relación a que por su rapidez tienden a agotarse rápidamente.
Gallina Brown Reds, del Criadero Los Tapia, Masatepe, Nicaragua.
Esto contundentemente lo vamos a negar, ya que cualquier gallo con deficiente preparación tiene el mismo hándicap, y a veces se comporta en una forma defensiva.
El gallo Brown Reds y sus derivantes líneas afines siempre nos proveerá de esa rapidez tan necesaria en el gallo navajero (de ahí su popularidad o su resurgimiento en la actualidad, dada la necesidad de un gallo de más alto Rendimiento, dadas las condiciones de alta competitividad que han venido dando).
Para el arma mexicana, una influencia de un cuarto a un octavo de esos ejemplares combinados con Hatch preferentemente, están teniendo tremendo éxito en toda la República Mexicana.
En algunos casos y cuando se trata de líneas Brown Reds de muy alta calidad, incluso media sangre, da excelente resultados. Manejando estos ejemplares o influencias de lo mismo, siempre debemos de tener en cuenta sus antecedentes referentes a su fondo y no es de extrañarse que en algunas ocasiones, aunque no muy comunes gallos extremadamente buenos o llamados “ases” que ven fondear o alargarse su pelea, lleguen a correr a larga. Esto no lo mencionamos, ni para desanimar a la gente aficionada de estas aves, ni para desacreditar a las mismas, simple y sencillamente para hacerlos ver una realidad objetiva, y que tome cada quien sus providencias y maneje las cosas según más le convenga.
Gallo Brown Reds, del Criadero Los Tapia, Masatepe, Nicaragua.
Los prototipos de gallos Joscos también pueden tener variantes en color, aunque no tan amplias como las líneas previamente mencionadas.
De un oscuro intenso, patas negras, ojos negros, piel negra, y de aquí ir pasando en colores entre negro jaspeado a un color café ladrillo, con patas verdes o mezcladas en el color. Cabeza redonda o cabeza cuadrada. Y ojos rojos intensos y diversa tonalidad del mismo.
Nota: José Antonio Arias G. Médico Veterinario Zootecnista. Mexicano, gallero de tradición familiar y criador de gallos navajeros, es especialista en Aves de 1980, ha sido profesor en la Cátedra de Zootecnia de aves y clínicas de aves en la facultad de medicina veterinaria y zootecnia FESC/UNAM.
Autor de 5 libros especializados en aves de combate. Es considerado uno de los mejores conocedores científicos de la gallística mexicana.