Texto del Lcdo. José Roberto Feijoó
Los gallos de Brasil prácticamente han revolucionado la gallística mundial. No existe lugar en el mundo donde no se esté experimentando con estos gallos para mejorar las líneas de combate existentes. El experimento puede ser positivo si se conoce la composición genética de estas aves de combate, las cuales son un cóctel de cruces entre diversas razas principalmente orientales.
La máxima autoridad latinoamericana en gallos orientales, el Dr. Edsel Bixler, recientemente ha catalogado a estas aves como las mejores del mundo. No empece, nadie nos ha expresado su composición genética y cómo pueden utilizarse estas aves para desarrollar otras aves de combate. La tarea, a nuestro juicio, no es muy sencilla. Veamos por qué.
El gallo Brasilero de combate no se reconoce como una raza oficialmente porque es el resultado de muchos cruces. Se ha utilizado para su creación al Shamo Japonés; al Thai que es un gallo Malayo y al Rajah Murgh que es un gallo Asil de la India. También se han introducido líneas de otras razas Bankivas o lo que llamamos gallos finos. Al producto de estos cruces se les llama los Cariocas o Creoles.
Hemos conseguido pies de crías de estos gallos y al experimentar con estos notamos la amalgama de cruces que tienen, pues no fijan un color específico. Salen amarillos, cenizos, rubios oscuros. Las patas de alguno son oscuras y otras amarillas. Es un conocimiento práctico de los castadores experimentados que un gallo o gallina que produce en sus crías muchos colores, por lo memos tiene dentro de su constitución genética seis o más cruces. Si un ave tiene mucha variedad genética es difícil establecer con ella características fijas que se repitan.
Algunos autores advierten sobre la dificultad de castar con estas aves por su variedad genética. No empece, a nuestro juicio, puede intentarse establecer un patrón de gallo con estas aves que tienen grandes cualidades: buena posición de pelea, cortadores, cría y rapidez. Estoy hablando de buenas líneas de estos gallos porque ahora a cualquier ave patilarga y pava se le llama Brasilero o, equivocadamente, Argentino.
El gallo Brasilero se establece utilizando como base la forma física del gallo Japonés y añadiéndole a esta las características positivas de otras razas de combate. Los Brasileros derrotaron con facilidad en los años sesenta a los Argentinos en dos torneos internacionales. Estos con sus Asiles no pudieron ganar una pelea a los ventajeros gallos del Brasil. De ahí en adelante se empezó a exportar gallos y gallinas del Brasil. Ahora a los gallos altos, ventajeros con constitución física de Japonés, algunos les llaman Argentinos. Esto tal vez porque nacieron en ese país, pero no dejan de ser gallos Cariocas o Brasileros.
A mi juicio, para establecer un patrón de gallo con esta estirpes, hay que utilizar líneas con un alto grado de consanguinidad para en una tercera generación de cruce hacia lo fino establecer características que se repitan. Los castadores cubanos tienen un método para retener de estas aves sus características más fundamentales que son su estructura física, orden de pelea y espuelas. El método se conoce como cinco hacia dentro. Un gallo original se cruza con una línea fina consanguínea haciendo cinco cruces hacia la línea fina. En estos cruces se conservan y se cruzan sólo los que mantengan la estructura física y fortaleza de la línea brasilera original.
A nuestro juicio, no es tan descabellado el sistema, pues nuestra experiencia nos dicta que estas características del gallo Brasilero son excesivamente dominantes en los cruces. Esto, a nuestro juicio, por tener como base los gallos Malayos que son una raza de cuatro mil años excesivamente grande y fuerte.
El castar de gallos orientales no es sencillo y menos con gallos brasileros que son un cóctel de razas. No sueñe con producir gallos espectaculares sino conoce cómo lidiar con estas aves máxima si utiliza para castar con ellos aves que tengan muchos cruces. Si no cruza con aves consanguíneas, no sueñe con establecer un patrón que se repita. Recuerde que el castar es un arte y a nuestro juicio, el castar orientales con gallos finos (Bankivas) puede ir de lo sublime a lo ridículo. Si usted cree que puede seguir el mismo sistema del castar fino con fino al utilizar orientales, está destinado al fracaso. Luego no le hecho la culpa a las aves de su falta de pericia como castador.
Fotos: Tomadas de internet.