Texto de Carol NeSmith
Para complacer las solicitudes de mis amigos de Filipinas, México y de mi país, les voy a dar la historia de la familia de la línea de gallos de pelea Sweater desde que están en mi posesión. La historia empieza hace 49 años, cuando comencé a enamorarme de las peleas de gallos. Tengo 60 años de edad y ahora me apasionan los gallos de pelea más que nunca. He criado, peleado, alimentado, amarrado y preparado gallos de muchas diferentes familias y cruzas, y he hecho probablemente, mucha experimentación como muchos hombres de mi edad.
En mi opinión, no existe una «línea de aves superior» como tampoco existe un «criador superior». Hay muchos que son clase “A” en ambas características, y cuando usted va a un derby hoy en día a ganar dinero, puede estar seguro que se los va a encontrar. Los días en que existía el monopolio en las peleas de gallos han muerto.
Yo no reclamo el haber originado la mejor línea de gallos de pelea en el mundo, ni siquiera en Alabama, pero el hecho de que las aves de Black Water Farms hayan ganado los primeros lugares en competencias de primer nivel, y haber llevado esto en paz con el resto de los mejores galleros en los últimos 15 ó 20 años, bajo todos los tipos de reglamentos y distintas armas (gaff o navaja) en las Filipinas y en México, es muy gratificante.
En los últimos seis años he estado fuera de la crianza y las peleas, pero mi hijo Chris ha tenido el honor de continuar la crianza de las aves de Black Water, y puedo decir que ha hecho un excelente trabajo. Nuestras aves han pasado la fase de experimentación y tienen las características en ellas. Yo siento que con nuestro sistema de crianza podemos continuar con nuestro estándar actual y por muchos años más por venir.
Tenemos distintas líneas de aves en Black Water Farms. Ahora quisiera hablarles de la línea Sweater, y cómo fue que llegó a nuestras manos. Por años asistí a los palenques Clear Creek y Pumpkin Valley en Alabama, y observé esos gallos Sweater peleando para un hombre de nombre Sonny Ware, y cualquiera sabe en Alabama quién es Sonny Ware. Sonny y su padre habían estado en el negocio de las peleas de gallos toda su vida y tenían las mejores sangres de gallos de pelea. Sonny y yo, peleábamos en esos palenques y le preguntaba sobre esos Sweaters patas amarillas, pero como jugábamos de contrarios, Sonny no me dejaba tener una gota de sangre de esas aves. Un día, varios años después, un buen amigo me llamó para decirme que me vendía un trío de esos Sweater, porque se retiraba de las peleas de gallos. Sonny le había dado un viejo semental Sweater y dos gallinas, y de estos él me ofrecía un trío de los pollos descendientes. El nombre de este amigo es Odis Chapell, siendo de esta forma como adquirí mis primeros Sweaters.
Odis tenía otros amigos a los que también les había vendido o dado pollos Sweater. De lo que sé Newton Wade y George Lay eran dos de ellos. El señor Lay era conocido por sus Lacy Roundheads y el Sr. Wade por sus Albanys. Ambos eran buenos amigos míos, y años más tarde usé sus Sweaters para refrescar con los míos. Pero regresemos al trío que obtuve de Odis. Cuando le compré los Sweaters a Odis, él me dijo que Sonny había hibridado sus aves, por lo que ya no podía competir en torneos de primer nivel, y el trío joven que tuve se convirtió en un excelente grupo de aves cuando maduró. El gallo, colorado claro con guías blancas, cresta pava y patas amarillas y de buen tamaño, con mucho plumaje. Las gallinas, color beige paja con plumas negras en la cola parecidas a las Roundhead, pero más espigadas y con más plumaje.
Yo no quería cruzar hermanos con hermanas, por lo que envié el gallo Sweater con el señor Brown, de Oak Grove Farms, para cruzarse con sus Hatch patas amarillas, ya que en esa época yo estaba jugando en sociedad con el señor Brown y su hijo Gene. Me quedé con las dos gallinas y fui con el señor Jumper para encontrar algo con qué cruzarlas. Todo el mundo sabe el gran caballero que es, y mientras estuve ahí, Johnny me dio información sobre esas pollas Sweater. El señor Jumper me dijo que Sweater McGinnis (del cual las aves toman su nombre), necesitaba algunos gallos para cumplir con un compromiso en Hot Springs Arkansas. Olvido el año en que el señor Jumper me menciono el compromiso, pero de cualquier forma, dijo que el difunto Harold Brown, de Red Fox Farms, tenía o vendía sus gallos que eran media sangre Roundhead (Boston) con McLean Hatch. Algunos eran patas amarillas y otros eran patas verdes. Al señor Brown le gustaban más los patas verdes, así que le dejó los patas amarillas al señor McGinnis, para el compromiso. Jhonny me comento que estos gallos jugaron sensacionalmente cuando los jugo McGuinnis.
En esa época, todos los grandes galleros (míster Law, míster Kelso, Duke) compraban esos gallos en $500 dólares. Se menciona que uno de esos gallos que compró Kelso, fue enviado a Cecil Davis para reproducirse con las gallinas que tenía este de Kelso. Cecil criaba aves de Kelso y él hizo todo lo que Kelso le ordenaba que hiciera, pero, además, cada año él cruzaba el gallo con sus hijas para obtener lo más posible la sangre del padre original. Así que esa fue la línea Sweater que yo obtuve de Sonny. Jhonny tuvo algunos de los Sweaters de Cecil, siendo amigos por muchos años. Yo tuve uno de los Sweaters que fueron parte del trío que tuve de Odis. Fue un ave muy hermosa y su descendencia fue muy buena en los palenques. Yo pienso que este gallo tenía un poco de la sangre de Kelso ya que algunos salían con patas amarillas y otros con patas blancas. Deseché las pollas de patas blancas y solo conserve las de patas amarillas. Después de reproducir el gallo Sweater que había dejado con los señores Brown (Oak Grove) de Misissipi, me llevé el gallo a casa para cruzarlo con la hija del gallo de Jumper.
Aquí yo quiero contarles una historia del gallo que tuve del señor Jumper. Tuvimos una inundación en las partes bajas de nuestra gallera, en donde teníamos como unos cien gallos, y para nuestra mala suerte solo perdimos un gallo y ese gallo era el que habíamos obtenido del señor Jumper. Yo le conté esto al señor Jumper y él supo de lo mal que me sentía por este evento desafortunado. El señor Jumper es el amigo más cercano que nunca he tenido como gallero, y él comprendió cómo uno puede perder aves importantes de maneras extrañas (esta es la razón por la que ahora sólo uso para reproducir a un gallo un solo año).
Después de reproducir el gallo comprado a Odis con las hijas del gallo de Jumper (repetí esto cada año hasta tener solo 1/8 de la sangre del gallo Jumper), y así se obtuvo la familia de gallos Sweaters que decimos que es nuestra. El gallo de Odis, cuando estuvo con los señores Brown, y que fue cruzado con Hatch patas amarillas, produjo descendencia casi invencible. Peleamos esos gallos en los principales circuitos del país: Sunset, Texoma, Clear Creek, y todos los demás en medio.
Me gustó tanto ese gallo Sweater, que regresé con Odis para investigar si él sabia cuál era la gallina madre de entre las aves de Sonny. Él me dijo que una de las gallinas tenia espolones y que era la que a él le gustaba más. Cuando fuimos a la gallera de Sonny le pregunté por la gallina con espolones que Odis me había comentado. Para entonces, Sonny ya sabía que habíamos estado ganando con la cruza de los patas amarillas con Sweater. El los había visto pelear en Clear Creek de forma impresionante, él me pidió el gallo y yo se lo di, además de que le di un Hatch Gilmore que había peleado también ese día, de tal forma que él no podía rechazar el entregarme la gallina con espolones si yo ya le había dado dos gallos.
Además, yo me comprometía a decirle a todo el mundo que el origen de los Sweaters venía de la gallera de Sonny. Así Sonny me dio la gallina, la cual crucé con su hijo (o sobrino) sin saber a ciencia cierta que era ella. Solo estoy cierto de una cosa: esa gallina fue la madre de las pollas Possum, de lo cual les contaré. Cuando era polla era una hembra hermosa. Tenía una cola alta en forma de abanico de buena espiga y un cuerpo como de balón de fútbol americano. La dejamos libre en la gallera para que anduviera dondequiera. Un día, a la hora de darles el alimento no la encontré. En esos días y por varios años más, Bruce Barnett estaba haciendo crianza en Black Water. Bruce y yo encontramos a la polla Possum debajo de las raíces de un roble. Ella se había robado un nido y se había echado sobre los huevos. Sin pensar que nada la pusiera en peligro, la dejamos ahí planeando recogerla unos días después para colocarla en un rascadero.
Algunos días después, regresamos al lugar donde había estado, pero sólo encontramos plumas y todos los huevos habían desaparecido, ya que habían sido comidos por una comadreja o zarigüeya (POSSUM en inglés) por lo que pensamos que la habíamos perdido. Algunos días después, al estar dando de comer a los pollos, ella se apareció sin las plumas de la cola y malherida de esta. Después de algunas curaciones, se puso en un rascadero y se alivió. Desde entonces, se acostumbró decir: “ve y dale agua y comida a la gallina comadreja” (POSSUM).
La cruzamos hacia atrás con su padre y hacia el lado Possum de los Sweaters. He estado reproduciendo estos gallos por algunos años y peleándolos continuamente cada año. Poco a poco ha venido siendo más claro para mí que son del tipo de gallo que ha sabido poder arreglárselas con los gallos más duros y difíciles con los cuales les ha tocado enfrentarse. Por mi experiencia, esto se debe al extraordinario y rápido arranque en la pelea haciéndose hacia un lado combinado con una extraordinaria capacidad de corte, tanto en el aire como en el piso, adelantando así las peleas; sin embargo, si la pelea se alarga al toma y saca, no pasan la prueba. Yo estaba convencido de que para poder llevarlos hacia la guerra y mantenerlos competitivos deberían mezclarse con nuevas sangres. Hice muchos intentos fallidos con este punto de vista.
Tengo un buen socio en Filipinas de nombre Nene Abello, y es uno de los mejores en las Filipinas. Nene y yo ganamos el campeonato mundial en las Filipinas y un gran número de grandes derbys con los Sweaters. Yo le comenté de la idea de introducir nueva sangre que los mejorara y él me ofreció que la próxima vez que me visitara buscaríamos algo con esto. Constantemente estábamos buscando algo para mejorar todas nuestras líneas. En el siguiente viaje que Nene realizó desde las Filipinas, fuimos a visitar la gallera del señor Ray Hoskins, de Texas. Si alguien ha visitado esta gallera, él le podrá decir que tiene unas aves muy impresionantes. El tenía unos Hatch patas verdes que eran los que yo quería. Todas las aves que Ray tenia estaban en excelente estado de salud y muy uniformes. Yo sabía que Ray era un excelente criador que no acostumbraba que mucha gente tuviera de sus sangres. Si no hubiera sido por Nene no me podía haber hecho de un Hatch patas amarillas, pero dada la gran amistad que Nene tenía con Ray, pude obtener esta ave por $500.00 dólares. Este gallo era de pecho negro y con el mismo color de la golilla de mis Sweaters. Este gallo fue cruzado obteniendo aves muy fuertes y desesperadamente agresivos, cruzando siempre hacia el lado de los Sweaters, obteniendo cada año aves superiores sobre las del año anterior y reviviendo las antiguas cualidades de los viejos Sweaters; fue así como logramos meter de nuevo a los Sweaters dentro del mapa.
En mis manos, así como en las de otros amigos como: Dink Fair, Ronnie Justice, Jeff Huspeth, Jerry Atkins, Ray Boles, Bruce Barnett, Charley Abley y muchas otras personas que a través de amistad o por el buen dinero, han estado ganando durante largos 15 años y la siguen haciendo. Nene Abello y mi hijo Chris. acaban de volver a ganar el campeonato mundial en Filipinas este año.
Estos Sweaters vienen con golilla colorada clara, cresta pava, plumas y guía blanca en la cola. Espero que con los nombres mencionados en este relato no haya lastimado los sentimientos de nadie, así como espero esto sirva para haber aclarado el origen de la familia de los Sweaters que tenemos en Black Water. Me siento muy orgulloso de tener esta línea que constantemente se anuncia en varias revistas especializadas y siguen apareciendo en los palenques en el mundo y manteniéndolos tan buenos como nos sea posible.